Portada » Griego » El teatro español del siglo XX
El teatro español del siglo XX, con las excepciones de contados dramaturgos, es bastante pobre, tanto en lo teatral como en lo dramático, de tal manera que no participa en las innovaciones del teatro europeo. En el período que nos ocupa hay dos modelos teatrales: uno que triunfa, teatro comercial, que goza del favor del público, y otro, el teatro renovador, que no alcanza éxito pese a su superior valor literario.
En este teatro comercial y de éxito se incluyen tres tendencias:
Frente a este teatro de éxito se levantan otras tendencias más innovadoras e interesantes literariamente, pero que no triunfan salvo excepciones- porque no se adaptan a los gustos del público. En líneas generales puede hablarse de dos experiencias teatrales:
Algunos dramaturgos sobresalientes de este teatro renovador y marginado fueron:
Un autor con el que se puede comparar a Platón es Nietzsche. La filosofía de Nietzsche supone una crítica del pensamiento filosófico desde Sócrates hasta él mismo. En su obra ‘El origen de la tragedia’ analiza tragedias griegas describiendo el inicio de la filosofía como el triunfo de lo apolíneo sobre lo dionisiaco. Platón y Nietzsche se diferencian en diferentes aspectos, como en el plano ontológico o plano de la realidad, ya que para Nietzsche la auténtica realidad se encuentra en lo sensible y los sentimientos, mientras que Platón lo menosprecia y le da más importancia al ‘mundo de las ideas’.
Platón nació en una familia cuya condición aristocrática venía dada por ilustres antepasados maternos y paternos. Este ambiente hace de Platón un hombre culto y educado. Como ciudadano ateniense también influyen en él, las Guerras Médicas que anteceden a las Guerras del Peloponeso, contemporáneas a él. Las guerras médicas supusieron el enfrentamiento entre persas y griegos. Tras la victoria de Grecia, Atenas consiguió un control económico y militar sin precedentes, lo que enfureció a Esparta, que había luchado a su lado. Esta injusticia desencadena la Guerra del Peloponeso, entre Esparta y Atenas, dónde no solo hay una lucha por la supremacía sino una contraposición de dos modelos políticos opuestos: la democracia de Atenas y la aristocracia de Esparta. Al vencer esta última se instauró el Régimen de los Treinta Tiranos, Platón es invitado a participar y responde con un rotundo no. La brutal opresión que sufría el pueblo provocó una revuelta que derrocaría al régimen y tras la cual se restauró la democracia. Otras influencias filosóficas sobre el pensamiento platónico se remontan a su infancia, donde Crátilo, un sofista estuvo muy presente al ser este su primer maestro. Él le introduce a Heráclito y su tesis antológica de la realidad com un cambio constante. Más tarde Sócrates se convertirá en su maestro hasta su ejecución. Este le inculca sus tesis morales y la creencia de que es posible alcanzar verdades objetivas y así huir del relativismo y escepticismo propios de los sofistas. Entrará en contacto también con la filosofía de Parmenides y su ser inmutable y eterno. Esto le lleva a querer solucionar la problemática Parménides-Heráclito proponiendo así un dualismo ontológico, donde el mundo sensible responde a lo descrito por Heráclito y el mundo de las ideas a Parmenides. Tras la muerte de su maestro huirá a Sicarusa. Allí se encontrará con la escuela Pitagórica y asumirá la preeminencia del alma sobre el cuerpo, su inmortalidad y reencarnación. Aparte de interesarse por las matemáticas y su objetividad, Platón, al igual que Pitágoras formará una academia destinada a formar a las élites en la justicia para el gobierno de la polis. Sus obras mas destacadas son ‘Apología de Sócrates’, ‘Gorgias’, ‘Crátilo’, ‘Banquete’ y ‘República’.