Portada » Historia » El Sistema Canovista y la Dictadura de Primo de Rivera: Historia de España
La Restauración fue un largo periodo de la España contemporánea que comenzó con el pronunciamiento de Martínez Campos (Golpe de Estado de Sagunto, 1874), el cual fue recibido satisfactoriamente por los conservadores y significó la restauración de la monarquía en la persona de Alfonso XII. Este periodo finalizó con el golpe de Estado de Primo de Rivera y la eliminación de la Constitución de 1876 en 1923.
La Restauración supuso tiempos de estabilidad constitucional, de modernización económica y de alejamiento del ejército de la vida política, con la esperanza de que la monarquía volviera a una estabilidad política, económica y social. Sin embargo, también estuvo dominada por la burguesía oligárquica, el caciquismo y el falseamiento electoral.
Se creó la Constitución de 1876, la base del nuevo sistema, que:
En septiembre de 1923, el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, se pronunció contra la legalidad constitucional, declaró el estado de guerra y exigió que el poder pasara a manos de los militares. Su dictadura duró 7 años, en los que se sucedieron dos formas de gobierno: el directorio militar (1923-1925), que se presentaba como un régimen con carácter provisional con el objetivo de resolver los problemas precedentes, y el directorio civil (1925-1930), que tomaba la institucionalización del régimen y mostraba más interés por las cuestiones de carácter económico y social, y acabó con su dimisión en enero de 1930, siendo sustituido por la “Dictablanda” del general Dámaso Berenguer.
A pesar de los propósitos de Primo de Rivera, a finales de la Dictadura se produjo una crisis política que desprestigió al rey Alfonso XIII y abrió camino a la Segunda República.
En su manifiesto inaugural, anunció la voluntad de acabar con el caciquismo, el conflicto político, la indisciplina social y las amenazas a la unidad nacional. Podría ser que Primo de Rivera realmente quisiera evitar que el régimen político se democratizara, puesto que antes de dar su golpe de Estado, el último gobierno de García Prieto se había planteado objetivos como la libertad de culto, la reforma de la ley electoral, etc., es decir, democratizar el país.
La oposición a la Dictadura estuvo integrada por una buena parte de los republicanos, comunistas y anarquistas.
La regeneración política era uno de los objetivos primordiales de Primo de Rivera.
Durante el directorio civil, Primo de Rivera intentó institucionalizar su régimen creando una Asamblea Nacional Consultiva en 1927 y realizando un referéndum sobre la política interior y exterior.
Primo de Rivera acabó con el problema de Marruecos y mejoró al principio la economía con el apoyo de la burguesía, la cual se volvió en su contra cuando todo volvió a empeorar.
La dictadura se benefició de la buena coyuntura económica internacional de los años 20:
Dicha política creó un problema: el déficit presupuestario creció y provocó un elevado endeudamiento del Estado.
Se creó la Organización Corporativa Nacional para eliminar los conflictos sociales mediante la intervención del Estado.
Creación de comités paritarios (de obreros y patrones) para:
Los principales opositores fueron:
Primo de Rivera presentó su dimisión, pedida por el rey Alfonso XIII, en 1930.
El general Berenguer fue el encargado de sustituirle (dictablanda), pero el prometido retorno a la normalidad constitucional se llevaba de una manera tan lenta que la oposición (Pacto de San Sebastián: republicanos, catalanistas de izquierda, PSOE, para conseguir la República) y la opinión pública mostraron su descontento hacia la “dictablanda”.
En diciembre de 1930, hubo una sublevación militar en Jaca con la intención de proclamar la República (fracasó).
En febrero del año siguiente, se constituyó el último gobierno de la monarquía con el compromiso de convocar elecciones municipales en abril del mismo año.