Portada » Lenguas extranjeras » El Significado Profundo de las Vestiduras de Jesús: Un Estudio Detallado
En el lenguaje popular se dice: «El hábito hace al monje». Y es verdad que la ropa muchas veces revela algo acerca del carácter de la persona, de sus particularidades y preferencias. Aunque también es verdad que, a veces, hay personas ricas e importantes que se visten muy sencillamente, aunque con ropa de muy buena calidad. En ese caso, un vistazo superficial nos puede dar una impresión equivocada.
¿Cómo estaba vestido el Señor Jesús, el Rey de Reyes y Señor de señores, el día de Su muerte en la Cruz? Él llevó seis diferentes vestimentas. A mi entender, a través de ellas Dios quiere trasmitirnos un mensaje. Contemplémoslas entonces ordenada y sucesivamente:
Cuando Poncio Pilato se dio cuenta de que Jesús era oriundo de Galilea y que Herodes, quien ejercía allí su dominio, justamente se encontraba en Jerusalén, mandó al Señor Jesús a él (Lucas 23:6-7). Hacía tiempo ya que Herodes deseaba ver un milagro de Jesús. Pero como el Señor no contestó sus preguntas (V/9) ni hizo ningún milagro, su superficial interés en Jesús se transformó repentinamente en burla y desdén: «Entonces Herodes con sus soldados le menospreció y escarneció, vistiéndole de una ropa espléndida, y volvió a enviarle a Pilato» (V/11). Evidentemente, con esto Herodes quería entregar a la burla pública la reivindicación de Jesús de ser Rey. Pues poco antes, a la pregunta de Pilato «¿Eres tú el Rey de los Judíos?», Jesús había contestado: «Tú lo has dicho» (V/3). Todo el concilio allí reunido lo había escuchado, y esos mismos hombres acusaron a Jesús, ante Herodes, entre otras cosas, porque decía ser el Rey de los Judíos (Lucas 23:3, 10). El Señor Jesús fue entregado a la burla de la gente con la vestidura espléndida que Herodes le había hecho poner. De esta forma, se burlaron de Jesús por lo que realmente era: El Rey de los Judíos. Se burlaron de la verdad absoluta, comprobada por Jesús.
Después de que Pilato hizo azotar a Jesús (Mateo 27:26), los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio, y reunieron alrededor de Él a toda la compañía, y desnudándole, le echaron encima un manto de escarlata que usaban los soldados, y así vistieron a Jesús.
Lo que los soldados inconscientemente hicieron por burla y menosprecio, tuvo un significado muy profundo, que señala el por qué del sacrificio de Jesús.
Pues el manto escarlata nos hace pensar en toda la sangre que fue derramada en la tierra en las innumerables guerras, y en las muchas víctimas inocentes. Pone de manifiesto que el hombre no se entiende con su prójimo, que siempre hay peleas entre ellos. Nos hace recordar los asaltos, la violencia, el abuso de poder, la injusticia, los asesinatos.
Simboliza el odio y la vergüenza, el afán de represalias, de poder y el ejercicio de la tiranía. Jesucristo voluntariamente quiso tomar nuestra culpa sobre Él y lo llevó a cabo. Esa fue Su misión. Él asumió la culpa, eso es lo que simboliza el manto rojo de los soldados que Él se dejó poner.
Después de burlarse así de Él, le quitaron la ropa roja, le pusieron su propia ropa y se lo llevaron para crucificarlo (Mateo 27:31). La ropa de Jesús había sido hecha por manos de hombres y para hombres, estaba hecha de material terrenal. Jesús la llevó durante Su vida aquí en la tierra. Él, siendo Dios, se puso esta ropa para hacerse totalmente un ser humano. Jesús entró en la condición humana sin restricción alguna. Aunque llevaba esta ropa, hecha por hombres, a través de ella también se obraron milagros. Una mujer tocó el borde de Su manto y al instante fue sanada (Marcos 5:25). La propia ropa de Jesús significa Su encarnación y nos enseña que Él quiere llenar nuestra vida humana. Y cuando Lo invitemos a llenar nuestra vida, Cristo, la esperanza de gloria vive en nosotros (Colosenses 1:27). Su ropa se convirtió en símbolo de redención, pues cuatro soldados la tomaron y la dividieron entre ellos (Juan 19:23). En aquel entonces, la ropa de un condenado a la crucifixión era el botín del Verdugo. De manera que la ropa de Jesús, cuando Él fue elevado en la cruz en lugar NUESTRO, por nuestra culpa, se transformó en ropa de Salvación (Isaías 61:10). Le quitaron el manto de escarlata y le pusieron Su propia ropa. Jesús no era como Herodes (ropa espléndida) ni como los soldados (manto de escarlata). Llevó esa ropa, pero le fue quitada nuevamente. Y Él permaneció siendo un verdadero hombre.
Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus vestidos, e hicieron cuatro partes, una para cada soldado. Tomaron SU TÚNICA, la cual era sin costura, de un solo tejido de arriba abajo. Entonces dijeron entre sí: «No la partamos, sino echemos suertes sobre ella, a ver de quién será». Esto fue para que se cumpliera la Escritura, que dice: «Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes». Y así lo hicieron los soldados (Juan 19:23-24).
Se dice expresamente que la túnica era tejida de una sola pieza, sin costura. Esta era la manera en que se tejía la vestimenta del sumo sacerdote. (Lea Éxodo 28:31-32). Esto tiene también un significado más profundo: Jesucristo es El todavía oculto verdadero Sumo Sacerdote. Él vino al mundo como el Hijo de Dios, y por Sus hechos comprobó ser el Mesías de Israel. Pero, más allá de esto, se tenía que revelar lo que Él era, y es, El Eterno Sumo Sacerdote para Su pueblo. Y al final de Su vida terrenal se manifestó el objetivo para el cual había sido destinado desde el principio. El pueblo lo aclamaba como el Hijo de David. Lo elogiaban como Mesías y gran profeta. Pensaban que iba a vencer a los romanos y a establecer el Reino Mesiánico. Pero todavía les estaba oculto que Jesús, en primer lugar, iba a morir por los pecados de los hombres como el Cordero de Dios. A Él, al Salvador crucificado, podemos ir con toda nuestra culpa. Él ora por nosotros, intercede como nuestro abogado ante el Padre Celestial. Su sacrificio es válido ante Dios. ¡Jesús es todo lo que necesitamos! La túnica de Jesús no tenía costura. El sacerdocio de Jesús es Indivisible, es de una sola pieza. Su Sacerdocio no se puede compartir ni con María la así llamada intermediaria, ni con el Papa, ni con una religión. Solo Él es eterno y verdadero Sumo Sacerdote y el único intermediario entre Dios y los hombres (1 Timoteo 2:5-6).
Esto era así como: delantal, algo interior, taparrabo. Antes de crucificarlo, le sacaron a Jesús Su ropa y Su Túnica. Fue clavado en la CRUZ, vestido así con estas vergonzosas ropas. Casi desnudo. El Salmo 22:18-19 describe su situación con estas palabras: «Contar puedo todos mis huesos, entre tanto, ellos me miran y me observan. Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes». La desnudez es una imagen del pecado y de la vergüenza. Representa el pecado original. Desde Adán todos nacemos en pecado, por lo tanto, todos nacemos desnudos. Leemos en Génesis 3:7: «Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces, cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales». Adán dijo a Dios: «Oí tu voz en el huerto y tuve miedo, porque estaba desnudo y me escondí» (V/10). A esto Dios le preguntó: «¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?» (V/11). El postrer Adán fue clavado en el madero y hecho pecado (2 Corintios 5:21). Jesús tomó sobre sí la culpa de la primera caída del hombre, para eliminar toda la culpa del hombre. Al que cree en Él, no solamente le son perdonados los pecados, sino también el pecado original, con el cual todos nacemos.
Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos con especies aromáticas, según es costumbre sepultar entre los judíos (Juan 19:40).
Los lienzos estaban hechos de lino. El lino era la tela que se usaba en la vestimenta de los sacerdotes (Levítico 6:10). También las cortinas y el velo del tabernáculo se hicieron de lino (Éxodo 26:1, 31). Era costumbre enterrar a los judíos envueltos en lino. Jesús fue, pues, enterrado como un verdadero judío. Pero luego, cuando ya había resucitado de los muertos, leemos que: «…Llegó Simón Pedro… y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos allí, y el sudario que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte» (Juan 20:6-7).
Según parece: el lino nos hace recordar las obras de la ley, el sacerdocio, el antiguo pacto. El Tabernáculo, los mandamientos, las obras y los esfuerzos de un judío fiel a la ley. Jesús es: El cumplimiento de la ley (Mateo 5:17). En Él, cada persona que le pertenece, ha sido hecha perfecta. Este ejemplo nos deja a nosotros una aplicación personal: Jesús llevó la ropa espléndida de un Herodes, el orgullo y la soberbia de la humanidad sin Dios. El Señor se dejó poner el manto de escarlata de los soldados, el odio abismal y la brutalidad de la vida humana. Jesús llevó su propia ropa. Se hizo completamente hombre. El Señor llevó una túnica sin costura: Él es el verdadero Sumo Sacerdote. En la cruz, solamente llevó esas pocas ropas, vergonzosas. Jesús no solamente cargó sobre Él los pecados, sino también el pecado original. El Señor en Su muerte llevó lienzos, los cuales dejó en Su resurrección. Ahora, cada hombre nacido de nuevo es llamado a despojarse del viejo hombre y a vestirse del nuevo hombre en Cristo (Efesios 4:22-24, Romanos 13:14).
Moisés Marroquín D.
Hoy quisiera que tomáramos un tiempo para ver el tema de las Vestiduras espirituales. ¿Cuánta atención se le pone a las vestiduras físicas o visibles? ¿A quién no le gusta estar bien vestido y combinado? Pero hay vestiduras espirituales las cuales decidimos usar todos los días y no nos damos cuenta. Hoy quisiera que viéramos la importancia de este tema.
Acompáñame a Apocalipsis 3:18 donde Jesús le habla a la Iglesia de Laodicea acerca de su desnudez espiritual: «Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas». Esta iglesia había caído en el grave error de no vestirse. Quiere decir esto que en lo espiritual podemos estar vestidos como también desnudos. En Mateo 22:11: «Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda». Este verso nos aclara que van a revisar vestuarios en el cielo, también nos indica que hay un vestuario específico que se va a demandar.
En Apocalipsis 7:14 nos muestra otro grupo de Gente que va a lavar sus vestiduras en la Gran Tribulación: «Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero».
Entonces miremos los diferentes grupos que ahora tenemos:
Es importante entender cada uno de estos grupos, miremos entonces cada grupo en detalle:
Efesios 4:22 nos muestra que todos nosotros nos tenemos que despojar del viejo hombre. O sea, quitarnos la vieja ropa que traíamos puesta. Más adelante te da una lista de esta vestidura del viejo Hombre; miremos… (Efesios 4:25-31)
Mentira, Robo, Palabras corrompidas, Amargura, Enojos, Ira, Gritería, maledicencia, malicia.
Esta vestidura está desaprobada en el reino de Dios y es necesario permitirle al Espíritu Santo que trabaje en estas áreas.
(Apocalipsis 3:18) Son aquellos cristianos que se quitaron toda esta lista de vestidura desaprobada, pero no se vistieron del nuevo hombre creado según Dios. O sea, hermano, no es solo de quitarte los vicios, y las malas costumbres que aprendimos en el mundo. El próximo paso es Renovarnos en el espíritu de nuestra mente y vestirnos del Nuevo Hombre como lo dice Efesios 4:23-24. ¿Cuántos de nosotros nos pusiéramos un nuevo traje arriba de la ropa sucia del trabajo? Ninguno. Y es que aquí en este punto se quedan muchos cristianos; han dejado las cosas del mundo, pero no se vistieron de Amor, compasión, humildad, paciencia, etc. A la Iglesia desnuda del Apocalipsis (Laodicea) se le dijo que a causa de su desnudez… tenía que comprar de Jesús vestiduras Blancas para cubrir su vergüenza.
Tú eres las manos de Jesús que muestran misericordia, los brazos de Jesús para abrazar al caído y levantarlo, los pies de Jesús que corren al necesitado. Te quiero dar algunas ideas de cómo marcar la diferencia en este aspecto:
Colosenses 3:12-14: «Entonces, como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia; soportándoos unos a otros y perdonándoos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro; como Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas, vestíos de amor, que es el vínculo de la unidad».
*Curiosamente dice Revestíos como dando a entender que una vez estuvimos vestidos de algo más, pero ahora pónganse esta otra vestidura. Tremendo este pasaje. ¿Estás vistiéndote de la nueva vestidura?
Todos tenemos que limpiar nuestras vestiduras nuevas. Todos caminamos en esta tierra y nuestras vestiduras se ensucian a diario. La diferencia es que el que no las limpia aquí en este tiempo las va a tener que limpiar en la gran Tribulación.
Recuerda hermano que tal vez tú estés todavía trabajando con algunas vestiduras viejas que no te has podido quitar como la falta de Perdón, amarguras, la mentira, etc. Pero es extremadamente importante que tomes este paso y te deshagas de esta clase de vestiduras de una vez por todas. No te quedes desnudo…Vístete de las vestiduras que se te están dando y sigue limpiando tus vestiduras hasta que Cristo regrese. Te dejo con este verso:
Apocalipsis 16:15: «(He aquí, vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela y guarda sus ropas, no sea que ande desnudo y vean su vergüenza.)»
Segundo trimestre (abril-junio) de 2011
Lección 13: «Vestidos de Cristo»
Para el 25 de junio de 2011
Sábado | Domingo | Lunes | Martes | Miércoles | Jueves | Viernes
Ir ArribaSábado 18 de junio
Lee Para el Estudio de esta Semana: Gálatas 3:26-29; Romanos 6:1-6; Colosenses 3:1-10; Efesios 4:22-24; 1 Corintios 15:49-55; 2 Corintios 5:1-4.
Para Memorizar: «Sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne» (Rom. 13:14).
¿Has visto cómo cuando cae un huevo al suelo se rompe en muchos pedazos? Pero, una cosa nunca viste: ¡tomar los pedazos, dejarlos caer y que se vuelva a formar el huevo entero! En la realidad, esto no ocurre.
Una ley fundamental de nuestro mundo natural, este mundo caído, es que los objetos tienen la tendencia a destruirse, a desordenarse. Las cosas por sí solas, ¿qué hacen? ¿Aumentan su energía, su orden y su estructura o disminuyen, decaen y se desordenan? La respuesta es obvia. Vemos esto a todo nuestro alrededor, y aun en nosotros mismos (p. ej., nuestros cuerpos envejecen).
Para explicar este fenómeno, se necesita mucha ciencia compleja, pero no se necesita mucho conocimiento para verlo. Para citar un texto de una lección anterior: «Y la tierra se envejecerá como ropa de vestir» (Isa. 51:6).
No obstante, en medio de todo esto, tenemos el evangelio, el plan de salvación, que en su esencia se relaciona con la restauración, con tomar lo viejo, lo quebrado, lo decadente, y hacerlo nuevo.
Esta semana veremos algunas imágenes especiales de vestiduras de la Biblia que revelan estas promesas de renovación y restauración.
Ir ArribaDomingo 19 de junio: Herederos conforme a la promesa
Una de las grandes luchas de la iglesia cristiana desde los primeros días, una lucha que estaba en el corazón de la Reforma Protestante (y una que de diversas maneras continúa hoy, aun en nuestra iglesia), trata con la cuestión del evangelio, de la salvación, de cómo somos salvos. Pablo tuvo que tratar directamente con este problema, en la iglesia de Galacia, donde había penetrado una falsa teología y había amenazado la integridad del evangelio mismo.
Lee Gálatas 3:26 al 29. ¿Cuál es el punto principal que enfatiza Pablo?
En el versículo 27, Pablo dice que «todos los que fueron bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos». Aunque todos eran pecadores, sus pecados habían sido lavados, sus vestiduras viejas y sucias habían desaparecido, y ahora estaban vestidos, cubiertos por la justicia de Jesús. Ellos podrían reclamar su vida, su perfección, su carácter, como de ellos. Todas las promesas del Pacto habían sido cumplidas en Jesús, y ahora, vestidos de Cristo, podrían reclamar esas promesas para sí mismos. Eran herederos de la promesa hecha antes a Abraham (Gén. 12:2, 3), no por causa del estatus, el género o la nacionalidad, sino solo por medio de la fe en Cristo.
Lee Romanos 6:1 al 6. ¿Qué dice aquí Pablo que debería ayudarnos a comprender lo que significa ser revestidos de Cristo?
Estar vestidos de Cristo es más que solo una situación legal ante Dios. Los cristianos están unidos con Cristo, se han entregado a él y, por medio de él, se están renovando, rejuveneciendo y restaurando. Los cristianos que rehúsan cambiar sus viejos caminos, sus viejos hábitos y su antiguo estilo de vida necesitan mirarse en el espejo para ver realmente de qué están vestidos.
¿Qué estás vistiendo tú? Lo que vistes en público ¿es diferente de lo que vistes cuando piensas que nadie te está mirando? ¿Qué dice tu respuesta acerca de ti mismo?
Ir ArribaLunes 20 de junio: Ninguna provisión para la carne
A pesar de la profunda teología de Pablo, él puede ser muy práctico. Cualquier teología o versión del evangelio que se concentre en la salvación solo en fríos términos legales, no da en el blanco. El cristianismo es todo acerca de Jesús, pero no aisladamente. Es acerca de Jesús y de lo que ha hecho por nuestra raza caída por su vida, su muerte y su ministerio sumosacerdotal. No es solo acerca de un cambio en nuestra situación legal ante Dios; es acerca de un cambio, una renovación, un nuevo nacimiento en nosotros; es acerca de una nueva vida en Cristo.
Lee Romanos 13. Concéntrate en los puntos prácticos que Pablo trata aquí para los cristianos.
Este capítulo trata de lo que se consideraría ser un buen ciudadano y un buen vecino. Se reiteran los principios de la ley, culminando con las famosas palabras: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (vers. 9).
En los versículos 11 al 14, sin embargo, el tono cambia. Pablo comenzó el capítulo hablando de obedecer a los poderes políticos contemporáneos, y luego pasa a enfatizar lo tardío del tiempo. Considerando el tiempo en que vivían los romanos, necesitaban ponerse serios en su conducta. Al fin del capítulo, dice: «vestíos del Señor Jesucristo» (vers. 14). Allí usa la misma raíz griega que en Gálatas 3:27. De este modo, ambos versículos dicen cosas similares.
El contexto en Romanos 13 aclara bien lo que Pablo quiere decir: estar vestidos de Cristo significa vivir una vida de fe y obediencia. La misma raíz griega para vestidos aparece en el versículo 12, en el contexto de vestir las armas de la luz. Cristo es la luz del mundo; los que andan en él no andan en la oscuridad. Han desechado las obras de las tinieblas y ahora andan en la luz. Estar vestidos de Cristo trata con la edificación del carácter, con la conducta, con amar como Cristo amó y con reflejar su imagen. Mientras que todas las cosas que nos rodean tienden a empeorar, los que están vestidos de Cristo deberían volverse mejores y mejores (ver 2 Cor. 3:18).
¿Cuán diferente sería tu vida si estuvieras completamente vestido de Cristo? Es decir, ¿qué partes de tu vida has retenido sin entregar ni morir al yo para que el Señor actúe en ti? ¿Cuán diferente sería tu vida si hicieras una entrega completa?
Ir ArribaMartes 21 de junio: Despojarse, vestirse
Lee Colosenses 3:1 al 10. Nota que en el versículo 10 el verbo es revestido, el mismo que apareció en los versículos anteriores que estudiamos. Recordando esto, ¿qué nos están enseñando estos textos?
Los eruditos ven, en estos versículos, referencias a la idea del bautismo. (¿Dónde, en los textos, ves un indicio de ello?) Resueltamente, nos muestra otra vez la idea de renovación, de regeneración, de algo mejor de lo que era antes. En Cristo, ya no somos las mismas personas, viviendo como una vez vivimos. Aquí Pablo es muy claro en vincular lo que experimentamos en Cristo ahora con lo que experimentaremos cuando él retorne. De hecho, ¡nuestra respuesta a la primera venida de Cristo decidirá qué ocurrirá con nosotros en su segunda venida!
Lee Efesios 4:22 al 24 (el verbo, en el versículo 24, es otra vez vestíos) ¿Qué está enfatizando Pablo aquí?
Nota el contraste entre el hombre viejo y el hombre nuevo. En principio, el hombre viejo, el yo anterior, ha muerto (simbolizado por el bautismo), y resulta un hombre nuevo, una nueva creación en Cristo. La idea, aquí, de estar vestidos de Cristo o del nuevo hombre, surge en el contexto de la conducta cristiana. Estamos tratando con una transformación del carácter y de acciones de todo el ser moral de una persona. Esta idea reaparece vez tras vez. Como cristianos bautizados, somos personas nuevas en el Señor; estar vestidos de Cristo no es una metáfora solo para la justificación, para recibir la justicia de Cristo sobre nuestros pecados y darnos una situación legal ante Dios. Ser revestidos de Cristo significa ser una persona nueva, creada según Dios en la justicia y santidad de la verdad (Efe. 4:24).
Busca, en los versículos que consideramos hoy, los mandatos específicos con respecto a la conducta. ¿En qué áreas necesitas cambiar? Si estás luchando, ¿por qué no buscas a alguien en quien puedes confiar y pídele ayuda para vivir mejor los principios que enseñan las Escrituras?
Ir ArribaMiércoles 22 de junio: En un abrir de ojos
No hay duda, estar vestidos de Cristo es llegar a ser una persona nueva en Jesús. Es estar restaurado, por lo menos en parte, a la imagen del que lo creó (Col. 3:10). Incontables vidas dan testimonio de la realidad de lo que Dios ha hecho en ellas y por ellas. Muchas de nuestras propias vidas, no importando nuestras faltas, luchas y caídas, testifican de la realidad de lo que significa estar vestidos de Jesús.
No obstante, seamos honestos. Si lo que Cristo hizo por nosotros terminó con su vida aquí, al fin -sea que estemos vestidos de Cristo o no vestidos de él- el sepulcro todavía nos espera. Muchos han sufrido mucho en esta vida por Jesús y por su fe. Cualesquiera que sean las recompensas inmediatas, ¿cuáles podrían ser en contraste con la recompensa real que nos espera en la segunda venida?
Lee 1 Corintios 15:49 al 55. ¿Qué gran esperanza se presenta aquí? Mientras lees el texto, adivina qué palabras vienen de la misma raíz griega que vimos toda esta semana, vestir o estar vestidos.
En los versículos 53 y 54, el verbo «se vista» es el mismo verbo que ya hemos visto. No obstante, aquí el apóstol lo lleva a un nivel enteramente diferente. Estar vestidos de Cristo no significa solo llevar la imagen moral de Jesús, reflejar su carácter y vivir los principios que él nos enseñó. En otras palabras, no es solo un cambio legal, no es solo un cambio moral: también incluirá un cambio físico radical. Nuestra carne mortal, nuestro dolorosa y moribunda carne, será vestida con la misma clase de cuerpo inmortal que el Jesús resucitado tuvo. ¡Qué cambio de ropa, qué ropa nueva! Esa es la esperanza definitiva que nos espera, la única esperanza que realmente hace que nuestra fe valga la pena (ver 1 Cor. 15:12-19).
La mayoría de nosotros (especialmente al envejecer) nos damos cuenta de la fragilidad y la falta de confiabilidad de nuestra propia carne. Si no vemos la fragilidad en nosotros mismos, la vemos en otros. Piensa acerca de la esperanza que tenemos en Jesús, como lo revelan estos versículos. ¿Qué podría este mundo ofrecernos para que valiera la pena perder la promesa revelada aquí?
Ir ArribaJueves 23 de junio: Nuestra morada celestial
Lee 2 Corintios 5:1 al 4. ¿Qué nos enseña Pablo aquí? ¿Qué esperanza se presenta otra vez aquí? ¿De qué manera encuadran aquí las imágenes de vestiduras?
Mientras estemos en este mundo, en este cuerpo, en esta casa, estaremos gimiendo (una palabra que significa también suspirar profundamente). ¿Quién no ha gemido mientras estuvo en esta morada terrenal, que es nuestro cuerpo actual? Considera el capítulo anterior (1 Cor. 4), hablando del mal que han encontrado los seguidores de Jesús en esta existencia. Después de esta recitación, Pablo escribe los textos que estudiamos hoy.
Es cierto, gemimos, sufrimos y morimos, pero esa no es toda la historia. Tenemos la promesa de estar vestidos en nuestra morada celestial.
¿Qué dos metáforas, o imágenes, usa Pablo en estos versículos para describir nuestra situación actual y la esperanza que nos espera?
En algunos escritos antiguos, la idea de estar vestidos se veía como similar a estar dentro de una casa. Ambas cosas son externas a nosotros, y ambas presentan cierta protección y cubierta (en el tiempo de Pablo, el nombre de la ropa exterior de las personas de la clase más pobre venía de una palabra que significa casita). Cualesquiera que sean las razones, Pablo usa diferentes imágenes para contrastar dos ideas básicas: una vivienda terrenal temporaria en contraste con una celestial y eterna; estar desnudos en contraste con estar vestidos; y la mortalidad (la certeza de la muerte) en contraste con la vida, la vida eterna en Cristo. Al fin, todas estas metáforas hablan acerca de lo mismo: la esperanza que tenemos, al regreso de Cristo, de estar vestidos o albergados en cuerpos inmortales. En otras palabras, estos textos son otra manera de expresar la promesa de vida eterna que tenemos en Jesús.
Piensa acerca de la muerte, algo que es aparentemente irrevocable. Sin esperanza de algo más allá de la muerte, ¿qué esperanza hay para cualquiera de nosotros? Medita en todas las razones que tenemos para albergar nuestra esperanza al decir que la muerte no tiene la última palabra. Lleva tus respuestas a la clase y analízalas allí.
Ir ArribaViernes 24 de junio
Para Estudiar y Meditar:
El fin del conflicto, El conflicto de los siglos, p. 723.
Todos serán una familia feliz y unida; todos estarán vestidos con las vestiduras de alabanza y acción de gracias: el manto de la justicia de Cristo. Toda la naturaleza, con su incomparable belleza, ofrecerá a Dios un tributo constante de alabanza y adoración. El mundo estará bañado de luz celestial. Los años pasarán alegremente. La luz de la luna será como la del sol, y la de este astro será siete veces más poderosa que en la actualidad. Frente a este cuadro, las estrellas de la mañana cantarán, y los hijos de Dios clamarán de gozo, mientras Dios y Cristo se unirán para proclamar: No habrá más pecado ni muerte (MeM 359).
Preguntas Para Dialogar:
Estudie la palabra de Dios a través de las Guías o lecciones de la Escuela Sabática.
«Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento» (1 Timoteo 6:6).
– A Fin de Conocerle. Hoy con la lectura Las riquezas de Dios basada en Filipenses 4:19.
– Cada día con Dios. Hoy con la lectura Aprendamos de los errores de los demás basada en 1 Corintios 10:11.
Club de Oración
Envíe su Pedido de Oración, sus peticiones serán tratadas de una forma confidencial.
Amado Dios, límpiame cada día más y más de mi maldad y mi pecado, para poderme vestir como escogido de Dios, santo, lleno de bondad, de humildad, de mansedumbre, con corazón perdonador, y rebosante de amor por mis hermanos. Gracias por la paz que llega a mi ser. Amén»
…
2. Lee la palabra de Dios
Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera en que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor que es el vínculo perfecto. Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que así mismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos, Colosenses.3:12-15
…
3. Reflexiona
Reconocemos fácilmente a un militar, a un enfermero o a un bombero por su vestimenta y sus elementos que lo conforman. Asimismo, un cristiano también tiene una vestimenta espiritual que le hace diferente y lo lleva a cumplir con los propósitos de Dios para su vida. Es una vestimenta que debemos preservar, valorar e incluso renovar.
La vestimenta que necesitamos para afrontar la vida es espiritual. Esa vestimenta nos capacita para agradar a Dios y construir relaciones saludables y además nos da auténtica paz.
Cuando hablamos de vestimenta pensamos en la talla y el precio, la talla la aplicamos a los límites en las relaciones y el precio al perdón basado en la gracia de Dios. Nos menciona también el perdón y la importancia del amor en la comunidad cristiana y el resultado de permitir que la paz de Dios intervenga en cualquier conflicto que ponga en peligro nuestra paz.
Hoy en día muchos dicen ser cristianos, pero su vida nada o poco refleja la vestimenta espiritual que menciona el apóstol Pablo en este texto. En realidad, un verdadero discípulo o seguidor de Jesús queda fácilmente reflejado en su carácter, en sus relaciones y en la forma de afrontar las dificultades de la vida.
La pregunta es: ¿Está usted vestido como escogido de Dios?
…
4. Alaba a Dio
AS NUEVAS VESTIDURAS DEL CREYENTE
Texto: Colosenses 3:1-17
Este hermoso capítulo trata la vida resucitada del creyente, porque el cristianismo no es sólo la obtención de un perdón, sino el nacimiento de una nueva criatura, una vida nueva. Cuando nuestros primeros padres pecaron, se vieron desnudos. Se cosieron delantales de hojas de higuera, pero eso no fue adecuado. Dios intervino y los revistió como Él quiso. Espiritualmente debemos vestirnos como Dios quiere, para serle agradables. Esto es lo que vemos en nuestro texto.
Para enseñarnos usando términos fáciles de entender, Pablo compara la vida del creyente con alguien que se quita una ropa vieja y andrajosa, y se pone algo nuevo y limpio. Habla de lo que hemos de dejar: dejad (v. 8), despojado (v. 9), revestido (v. 10) y vestíos (v. 12). Son todos términos de nuestra responsabilidad humana – cosas que nos toca hacer.
Primero, en los versículos 8 y 9 enumera las cosas que hemos de dejar atrás en la nueva vida, y da la razón: habiéndoos despojado del viejo hombre con sus obras (v. 9). Debemos dejar la ropa andrajosa de las costumbres y del carácter pecaminosos, como cuando uno lleva la ropa vieja que no sirve y la entrega a un ropero municipal o la desecha. A veces nos cuesta dejar prendas que hemos llevado por años, pero es exactamente lo que el Señor nos llama a hacer. El viejo hombre simplemente es todo lo que cada uno de nosotros era naturalmente en Adán, nuestro modo de pensar, sentir y ser. Si nos despojamos de algo, ¡no lo usamos más! Pero el Señor no habla sólo de quitar, sino también de poner. Revestido del nuevo (v. 10) habla de conformarnos a la imagen de Cristo – y se refiere a los valores, al carácter, a la forma de pensar y ser, de reaccionar, etc. La imagen de Dios no se ve en la forma del cuerpo, sino en lo moral y el carácter. El versículo 11 dice que no es según grupos étnicos, razas, culturas o tradiciones, sino según Cristo. Debemos conformarnos moral y espiritualmente al Señor Jesucristo. Esto representa un gran cambio, el cual es digno de nuevas criaturas (2 Co. 5:17). El Señor usa este símbolo para ayudarnos a entender qué es lo que debemos hacer: quitar y poner, dejar, despojarnos y revestirnos. El versículo 5 lo dice de manera más fuerte: haced morir. No se trata de lo que Dios debe hacer ni de lo que debemos pedirle en oración, sino de decisiones y determinaciones que nosotros hemos de tomar.
El versículo 12 dice: vestíos. Es una exhortación hecha a nosotros, no a Dios. No que Él nos vista, porque aquí se trata de lo que nosotros mismos nos vestimos, de lo que escogemos y ponemos, de cómo nos presentamos. Cuando dice como escogidos de Dios no se trata de la idea calvinista de que Dios escogiera sólo a ciertas personas para ser salvas, sino de que Dios escoge y predestina a los creyentes para ser conformados a la imagen de Su Hijo (Ro. 8:29; Ef. 1:4). Los creyentes somos santos y amados, declarados así por Dios, y debemos vivir correspondientemente. En la Iglesia Católica los santos están en las paredes, en estampas y figuritas. Pero la realidad es que los creyentes somos los santos, y por eso Pedro escribe recordándonos el mandamiento divino: Sed santos, porque yo soy santo (1 P. 1:15-16), y dice que esto debe ser en toda vuestra manera de vivir. Es decir, en todo momento y toda situación. Como Colosenses 3:12 dice: vestíos, debemos tomar para nosotros lo que Dios provee, y ponerlo, vestírnoslo. En el versículo 1 dice: buscad las cosas de arriba y en el versículo 2, poned la mira en las cosas de arriba, no en el escaparate del mundo. Es una manera nueva y celestial de pensar y vivir. ¡Qué bueno y agradable le es a Dios cuando un creyente deja de mirar al mundo alrededor suyo, sus amigos inconversos, la gente en general, los deportistas y cantantes, etc. y ya no los toma como punto de referencia o modelo que imitar de ningún modo. El himno dice: dejo el mundo y sigo a Cristo y ¡ojalá hiciéramos todos esto! Hay demasiados que profesan creer en Cristo pero cuya mira está en el mundo y las cosas de abajo.
El versículo 12 dice que debemos vestirnos de entrañable misericordia. Esto es, un corazón de compasión del que la necesita, que sufre y no tiene fuerza. Hay muchos pedigüeños que fingen necesidad y buscan aprovecharse de la gente. Pero hay gente verdaderamente necesitada, y qué bueno cuando el cristiano muestra compasión, entrañable misericordia, y no es mezquino. Gálatas 6:10 dice: Según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe. ¡Qué feo ver a un creyente tacaño, sin compasión, y qué triste es cuando hay hermanos sirviendo al Señor, viviendo sacrificadamente, y los demás hermanos ponen excusas y no los ayudan, como dice 1 Juan 3:17, Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? La entrañable misericordia no es del viejo hombre, sino del nuevo, de Cristo, y nos tenemos que vestir de ella.
El mismo versículo 12 dice también: benignidad. Es un espíritu no mezquino, ni duro ni cruel, sino dispuesto a ayudar y hacer bien. Después leemos: humildad (v. 12). La humildad es la actitud de considerar a otros como más importantes, y se ve en los hechos, cuando deferimos y preferimos a otros. La altivez trae conflicto, pero hay paz entre los humildes. El amor propio es enemigo de la humildad. El versículo 12 nombra también la mansedumbre como algo que debemos ponernos como escogidos de Dios. El Señor Jesucristo se describió como manso y humilde (Mt. 11:29). La mansedumbre no es cobardía ni falta de fuerza, sino fuerza bajo control. Es el negarse a uno mismo; es el dominio propio, que por ejemplo, no da rienda suelta al enojo. Y finalmente en este versículo vemos la paciencia, manifiesta cuando esperamos en el Señor y Sus promesas, sin ponernos nerviosos.
En el versículo 13 vemos estas primeras cinco vestimentas o cualidades en acción: soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Puede haber discrepancias entre creyentes, pero somos llamados a soportarnos. Esto no significa soportar la falsa doctrina, sino más bien cosas como idiosincrasias o diferencias en gustos y costumbres. Es importante aquí notar cómo perdonar, porque el patrón dado es de la manera que Cristo os perdonó. Debemos vestirnos de una disposición a perdonar, no a guardar rencor. Dicho esto, el Señor perdona a los que se arrepienten y confiesan su pecado (Lc. 17:3-4; 1 Jn. 1:9). Pero no debemos decir: perdono pero no olvido, porque esto es carnal, no espiritual. El Señor no nos trata así y no debemos tratar así a los demás; así que, no haya amargura en nuestro perdón.
El versículo 14 dice: y sobre todas estas cosas vestíos de amor. Esto da gran importancia al amor. Trata el amor como el vínculo perfecto. Un vínculo es algo que une. Dicen que en España cada cuatro minutos hay una separación matrimonial. Hicieron votos en público, ante Dios y testigos, y luego los quebrantan. Dios manda que lo que Él juntó, no lo separe el hombre. Cierto es que nada puede separarnos del amor de Dios en Cristo Jesús (Ro. 8:38-39). Es el vínculo perfecto y en este vínculo divino está la seguridad de nuestra salvación. Debemos amar a Dios por encima de todas las cosas, antes que otras cosas o personas, y más que ellas. Si hay que escoger, en casos de mala doctrina o la práctica de pecado, está claro: Dios primero. Pero todavía está la exhortación: El que ama a Dios, ame también a su hermano (1 Jn. 4:21).
Y la paz de Dios gobierne en vuestro corazón (v. 15). Hemos de ser ministros de paz. El fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz (Stg. 3:18). Pero aquí habla más bien de gobernar en nuestro corazón, el lugar donde tomamos decisiones, la ciudadela de nuestro ser. Alguien dijo que el corazón es donde está el timón de nuestro ser. Al valorar las cosas y personas, o al tomar decisiones, debe gobernarnos la paz de Dios.
El versículo 16 nos enseña lo importante que es que more la Palabra de Cristo en nosotros. Debemos tenerla constantemente como nuestro punto de referencia y consejero (Sal. 119:24). Es lámpara a nuestros pies (Sal. 119:105), guiando nuestros pasos. Por ejemplo, alguien pregunta si está bien ir a ver un torneo de boxeo, y otro pregunta si está bien ir a bailar. La respuesta es: ¿lo haría Cristo? Si la Palabra de Cristo mora en nosotros en abundancia, y la paz de Dios gobierna en nuestro corazón, ¿qué tipo de cosa nos interesa y nos agrada? El versículo 17 dice que debemos hacer todo en el nombre del Señor Jesucristo. Nada en nuestro nombre – pues no somos nuestros, ya que hemos sido comprados por precio (1 Co. 6:19-20).
Dando gracias a Dios por medio de él (v. 17). Otra cosa que debemos ponernos como creyentes es el agradecimiento: sed agradecidos (v. 15). El creyente no debe ser quejoso. Debe hablar con sabiduría, cantar con gracia: salmos, himnos y cánticos espirituales. Su lenguaje no es vulgar, profano, mundano, sino espiritual y agradable a Dios. Todo esto pasa cuando la Palabra de Dios gobierna, mora en abundancia en nosotros.
El Señor nos ha dado un armario espiritual lleno de nuevas vestiduras, y ahora nos toca aceptarlas, darle las gracias y ponerlas para que agrademos y glorifiquemos al Señor. Que Él nos ayude a hacerlo, para Su gloria. Amén.
Mansedumbre
Versículos Más Relevantes
Gálatas 5:22-23
mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley. Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad,
Efesios 4:1-2
con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándoos unos a otros en amor, Yo, pues, prisionero del Señor, os ruego que viváis de una manera digna de la vocación con que habéis sido llamados,
Filipenses 4:5
Versículos Conceptos
Vuestra bondad sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.
Hechos 2:38
Versículos Conceptos
Y Pedro les {dijo:} Arrepentíos y sed bautizados cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Artículos sobre Mansedumbre
Jesucristo, mansedumbre de
Mateo 11:29
Versículos Conceptos
Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y HALLAREIS DESCANSO PARA VUESTRAS ALMAS.
La mansedumbre de Cristo
2 Corintios 10:1
Versículos Conceptos
Y yo mismo, Pablo, os ruego por la mansedumbre y la benignidad de Cristo, yo, que soy humilde cuando {estoy} delante de vosotros, pero osado para con vosotros cuando {estoy} ausente,
Mansedumbre
Mateo 5:5
Versículos Conceptos
Bienaventurados los humildes, pues ellos heredarán la tierra.
Mansedumbre, ejemplos de
Números 12:3
Versículos Conceptos
(Moisés era un hombre muy humilde, más que cualquier otro hombre sobre la faz de la tierra.)
Más versículos sobre Mansedumbre
Proverbios 26:17
Versículos Conceptos
{Como} el que toma un perro por las orejas, así es el que pasa {y} se entremete en contienda que no es suya.
Romanos 15:7
Versículos Conceptos
Por tanto, aceptaos los unos a los otros, como también Cristo nos aceptó para gloria de Dios.
Isaías 40:11
Versículos Conceptos
Como pastor apacentará su rebaño, en su brazo recogerá los corderos, y en su seno {los} llevará; guiará con cuidado a las recién paridas.
2 Timoteo 2:24-25
Y el siervo del Señor no debe ser rencilloso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido, corrigiendo tiernamente a los que se oponen, por si acaso Dios les da el arrepentimiento que conduce al pleno conocimiento de la verdad,
2 Timoteo 2:24-26
y volviendo en sí, {escapen} del lazo del diablo, habiendo estado cautivos de él para {hacer} su voluntad.
Isaías 40:1-2
Consolad, consolad a mi pueblo –dice vuestro Dios. Hablad al corazón de Jerusalén y decidle a voces que su lucha ha terminado, que su iniquidad ha sido quitada, que ha recibido de la mano del SEÑOR el doble por todos sus pecados.
Lucas 1:76-79
Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo; porque irás DELANTE DEL SEÑOR PARA PREPARAR SUS CAMINOS; para dar a su pueblo el conocimiento de la salvación por el perdón de sus pecados, por la entrañable misericordia de nuestro Dios, con que la Aurora nos visitará desde lo alto, Leer más.
Isaías 30:18-19
Por tanto, el SEÑOR espera para tener piedad de vosotros, y por eso se levantará para tener compasión de vosotros. Porque el SEÑOR es un Dios de justicia; ¿cuán bienaventurados son todos los que en El esperan! Oh pueblo de Sion, morador de Jerusalén, no llorarás más. Ciertamente se apiadará de ti a la voz de tu clamor; cuando la oiga, te responderá.
Isaías 54:8
Versículos Conceptos
En un acceso de ira escondí mi rostro de ti por un momento, pero con misericordia eterna tendré compasión de ti –dice el SEÑOR tu Redentor.
Isaías 63:15
Versículos Conceptos
Mira desde el cielo, y ve desde tu santa y gloriosa morada; ¿dónde está tu celo y tu poder? La conmoción de tus entrañas y tu compasión para conmigo se han restringido.
Oseas 2:13-15
Y la castigaré por los días de los Baales cuando ella les ofrecía sacrificios y se adornaba con sus zarcillos y joyas, y se iba tras sus amantes, y se olvidaba de mí –declara el SEÑOR. Por tanto, he aquí, la seduciré, la llevaré al desierto, y le hablaré al corazón. Le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza. Y allí cantará como en los días de su juventud, como en el día en que subió de la tierra de Egipto.
Romanos 2:4
Versículos Conceptos
¿O tienes en poco las riquezas de su bondad, tolerancia y paciencia, ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento?
1 Reyes 19:12
Versículos Conceptos
Después del terremoto, un fuego; {pero} el SEÑOR no {estaba} en el fuego. Y después del fuego, el susurro de una brisa apacible.
Mateo 11:29
Versículos Conceptos
Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y HALLAREIS DESCANSO PARA VUESTRAS ALMAS.
Zacarías 9:9
Versículos Conceptos
Regocíjate sobremanera, hija de Sion. Da voces de júbilo, hija de Jerusalén. He aquí, tu rey viene a ti, justo y dotado de salvación, humilde, montado en un asno, en un pollino, hijo de asna.
Mateo 21:4-5
Esto sucedió para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta, cuando dijo: DECID A LA HIJA DE SION: «MIRA, TU REY VIENE A TI, HUMILDE Y MONTADO EN UN ASNA, Y EN UN POLLINO, HIJO DE BESTIA DE CARGA.»
Mateo 12:18-21
MIRAD, MI SIERVO, A QUIEN HE ESCOGIDO; MI AMADO EN QUIEN SE AGRADA MI ALMA; SOBRE EL PONDRE MI ESPIRITU, Y A LAS NACIONES PROCLAMARA JUSTICIA. NO CONTENDERA, NI GRITARA, NI HABRA QUIEN EN LAS CALLES OIGA SU VOZ. NO QUEBRARA LA CAÑA CASCADA, NI APAGARA LA MECHA QUE HUMEA, HASTA QUE LLEVE A LA VICTORIA LA JUSTICIA. Leer más.
Isaías 42:1-3
He aquí mi Siervo, a quien yo sostengo, mi escogido, {en quien} mi alma se complace. He puesto mi Espíritu sobre El; El traerá justicia a las naciones. No clamará ni alzará {su voz,} ni hará oír su voz en la calle. No quebrará la caña cascada, ni apagará el pabilo mortecino; con fidelidad traerá justicia.
2 Corintios 10:1
Versículos Conceptos
Y yo mismo, Pablo, os ruego por la mansedumbre y la benignidad de Cristo, yo, que soy humilde cuando {estoy} delante de vosotros, pero osado para con vosotros cuando {estoy} ausente,
Filipenses 2:1
Versículos Conceptos
Por tanto, si hay algún estímulo en Cristo, si hay algún consuelo de amor, si hay alguna comunión del Espíritu, si algún afecto y compasión,
Hebreos 5:2
Versículos Conceptos
{y} puede obrar con benignidad para con los ignorantes y extraviados, puesto que él mismo está sujeto a flaquezas;
Marcos 1:40-42
Y vino* a El un leproso rogándole, y arrodillándose le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. Movido a compasión, extendiendo {Jesús} la mano, lo tocó, y le dijo*: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra lo dejó y quedó limpio.
Marcos 5:25-34
Y una mujer que había tenido flujo de sangre por doce años, y había sufrido mucho a manos de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía sin provecho alguno, sino que al contrario, había empeorado; cuando oyó hablar de Jesús, se llegó {a El} por detrás entre la multitud y tocó su manto. Leer más.
Marcos 10:13-16
Y le traían niños para que los tocara; y los discípulos los reprendieron. Pero cuando Jesús vio esto, se indignó y les dijo: Dejad que los niños vengan a mí; no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el reino de Dios. En verdad os digo: el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Leer más.
Juan 8:3-11
Los escribas y los fariseos trajeron* a una mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola en medio, le dijeron*: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo del adulterio. Y en la ley, Moisés nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres; ¿tú, pues, qué dices? Leer más.
Proverbios 15:1
Versículos Conceptos
La suave respuesta aparta el furor, mas la palabra hiriente hace subir la ira.
Santiago 3:17
Versículos Conceptos
Pero la sabiduría de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, condescendiente, llena de misericordia y de buenos frutos, sin vacilación, sin hipocresía.
Proverbios 25:15
Versículos Conceptos
Con la mucha paciencia se persuade al príncipe, y la lengua suave quebranta los huesos.
Mateo 5:5
Versículos Conceptos
Bienaventurados los humildes, pues ellos heredarán la tierra.
1 Pedro 3:1-4
Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, de modo que si algunos {de ellos} son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus mujeres al observar vuestra conducta casta y respetuosa. Y que vuestro adorno no sea externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos, Leer más.
Colosenses 3:12
Versículos Conceptos
Entonces, como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia;
1 Timoteo 6:11
Versículos Conceptos
Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad.
Gálatas 6:1
Versículos Conceptos
Hermanos, aun si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradlo en un espíritu de mansedumbre, mirándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
1 Pedro 3:15-16
sino santificad a Cristo como Señor en vuestros corazones, {estando} siempre preparados para presentar defensa ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros, pero {hacedlo} con mansedumbre y reverencia; teniendo buena conciencia, para que en aquello en que sois calumniados, sean avergonzados los que difaman vuestra buena conducta en Cristo.
1 Tesalonicenses 2:7
Versículos Conceptos
Más bien demostramos ser benignos entre vosotros, como una madre que cría con ternura a sus propios hijos.
Tito 3:1-2
Recuérdales que estén sujetos a los gobernantes, a las autoridades; que sean obedientes, que estén preparados para toda buena obra; que no injurien a nadie, que no sean contenciosos, {sino} amables, mostrando toda consideración para {con} todos los hombres.
Efesios 4:32
Versículos Conceptos
Sed más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, así como también Dios os perdonó en Cristo.
Artículos Relacionados
Actos de bondad
Amabilidad
La gentileza del pueblo de Dios
La voz de Dios
Las actitudes, a otras personas
Mansedumbre
Simpatía