Portada » Latín » El Senado y los Comicios en la República Romana: Organización y Funciones
El Senado, desde los orígenes de Roma hasta sus últimos tiempos, fue una institución inherente al derecho romano. Su principal característica fue su continuidad histórica. Este órgano colegiado desempeñaba funciones consultivas y decisorias. Durante los siglos III y II a.C., el poder del Senado aumentó significativamente debido a la anualidad de los magistrados. Se convirtió en el eje central de la política interior y exterior de Roma. De hecho, el gobierno de la República residía en el Senado, a pesar del traspaso formal de la soberanía al pueblo. La realidad era que el Senado, como asamblea de ancianos, ostentaba el poder.
El cargo de senador era vitalicio. Inicialmente, solo los patricios podían acceder a él, pero más tarde se incorporaron los plebeyos más ricos. Esta incorporación generó una división en el nombramiento de los miembros: Patres et Conscripti (Patricios y Plebeyos).
Los primeros magistrados que accedieron al Senado fueron, en orden jerárquico: cónsules, pretores y ediles curules. Luego, los ediles plebeyos, los tribunos de la plebe y, finalmente, los cuestores. Esta jerarquía determinaba el orden de votación.
Los senadores gozaban de importantes privilegios sociales y políticos, pero también tenían limitaciones: no podían contraer matrimonio con mujeres de clase inferior ni dedicarse al comercio.
El número de miembros del Senado, que comenzó siendo 100, llegó a alcanzar los 600, aunque lo habitual era que estuviera compuesto por 300 miembros.
Existían varios mecanismos para ingresar al Senado:
Las causas de salida del Senado eran:
Las reuniones del Senado eran convocadas por un magistrado y, por lo general, se celebraban en el templo de Júpiter, cerca del foro romano. El magistrado convocante presidía la reunión, exponía el objeto de la convocatoria, dirigía la discusión y, finalmente, se tomaba una decisión que recibía el nombre de Senatus Consultus, la cual se registraba por escrito.
Las funciones y competencias del Senado eran similares a las de la época monárquica, destacando:
Los comicios, junto con el Senado y las magistraturas, constituían uno de los tres pilares políticos de la República Romana, donde residía formalmente la soberanía popular. Existían cuatro tipos de comicios:
Provenientes de la época monárquica, se mantuvieron por razones tradicionales. Formalmente, tenían competencias políticas y religiosas.
Se convirtieron en los comicios más importantes y mantuvieron su origen militar. Clasificaban a los ciudadanos en función de su riqueza. Esta organización inicialmente favorecía a las clases más ricas y a las personas de mayor edad.
Para disminuir este poder, se realizó una reforma en el 241 a.C. Se mantuvieron las 18 centurias de caballería y las 5 auxiliares, pero la primera clase se redujo a 70 centurias, y las otras cuatro clases se dividieron en 25 centurias cada una. Además, las centurias de caballería perdieron el privilegio de votar primero. Se estableció que una centuria de cada clase, elegida por sorteo, votara en primer lugar, introduciendo así cierta equidad.
Competencias:
Eran asambleas deliberantes de la plebe que, en la práctica, representaban a casi todo el pueblo. Eran convocados por magistrados plebeyos y se reunían en cualquier lugar, aunque normalmente lo hacían en el foro.
Competencias:
A través de los Concilia Plebis se reformaron muchas instituciones del ius civile, ya que eran más ágiles que otros comicios.
Eran asambleas deliberantes del pueblo de Roma, organizadas por tribus. Eran convocados y presididos por magistrados mayores de rango patricio (cónsul o pretor). El origen de estos comicios no está claro, pero se utilizaban cuando se quería reunir al pueblo sin recurrir a los comicios centuriados.
Competencias: