Portada » Geografía » El Sector Terciario en España: Transformación y Retos
El sector terciario o de servicios comprende una amplia variedad de actividades que no producen bienes materiales, sino que satisfacen necesidades de la población y las empresas. Su principal rasgo es su heterogeneidad, abarcando trabajos no ligados a la manipulación y transformación material de bienes, con un consumo intangible. Este sector reorganiza la red urbana y sus centros de gravedad.
Se incluyen los siguientes servicios:
La terciarización del empleo español es un hecho desde los años setenta. Los subsectores con mayor crecimiento han sido los financieros y los ligados a servicios especializados a empresas, así como el subsector público. El análisis de la producción muestra que todas las autonomías evolucionan hacia la terciarización.
Este crecimiento del empleo terciario se relaciona con la incorporación de la mujer al trabajo remunerado, con más del 85% de las mujeres trabajadoras en este sector.
Madrid, Barcelona y Valencia concentran más de un tercio del empleo terciario. Si se examina la proporción del empleo terciario, las diferencias disminuyen, con valores más altos en Madrid, el litoral mediterráneo (salvo Cataluña) y ambos archipiélagos. Las actividades terciarias están más consolidadas en regiones más desarrolladas.
Clasificación de las comunidades autónomas según su sector terciario:
La ciudad es el territorio terciario por excelencia. Actualmente, estas actividades han superado el CBD (Central Business District).
El comercio actúa como intermediario entre la producción y el consumo. Es importante para la economía por:
En España, representa el 15% del PIB y la ocupación total. Existen dos tipos: mayorista (compra a productores y revende a comercios) y minorista (compra a mayoristas y vende al consumidor). El comercio minorista está cambiando: concentración de empresas, simplificación de la distribución, comercio asociado e integración de nuevas tecnologías.
Se han diversificado, combinando espacios tradicionales con nuevos. Se distinguen varios tipos según su antigüedad: