Portada » Español » El romancero viejo
Partes más famosas de los cantares de gesta que la gente memorizaba y se tranmitian de manera oral, con el tiempo su contenido fue cambiando. Por este motivo los romances presentan variaciones.
Romance es un poema formado por una serie indefinida de versos octosílabos, de los cuales los versos pares riman en asonante y los impares quedan libres.
Tratan temas históricos o legendarios pertenecientes a la historia nacional, como, el Cid, Bernardo del Carpió, etc.
Están basados en los cantares de gesta franceses: batalla de Roncesvalles, Carlomagno, etc.
Narran los acontecimientos ocurridos en el frente o frontera con los moros durante la Reconquista.
Con gran variedad de temas, aunque frecuentemente están inspirados en el folclore español y asíático.
El poeta anónimo puede expresar sus sentimientos amorosos o favorecer temas folclóricos, personajes mitológicos, y sucesos fantásticos.
cuentan las hazañas de héroes históricos.
narran hechos sensacionalistas, críMenes horrendos, hazañas de guapos o bandoleros, milagros, portentos etcétera.
el que proviene de la descomposición de antiguos cantares de gesta castellanos, de autor anónimo, no dividido en cuartetas y que se origina fundamentalmente en los siglos XIV y XV y transmitido de forma oral de padres a hijos.
el creado a imitación del Romancero
Viejo por autores conscientes, transmitido por vía escrita en colecciones de romances o Cancioneros de romances de pliegos de cordel y dividido en pequeñas estrofas o cuartetas de cuatro versos, que abarca toda la producción de romances entre los siglos XVI y XXI. Compusieron estos romances Cervantes, Lope de Vega, Quevedo, Luis de Góngora, Meléndez, el Duque de Rivas, Miguel de Unamuno, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, la Generación del 27 (Federico García Lorca y otros) etcétera….
Pertenece al romancero viejo de tipo fronterizo. Este romance recuerda el episodio en que Juan II de Castilla lleva ante los muros de Granada al moro Abenámar (Ibn al-Amar). El elemento al que se refiere son las torres, palacios y jardines que ve relucir desde la lejanía en la irreal y fabulosa ciudad mora de Granada. La alabanza de las maravillas arquitectónicas y, sobre todo, el diálogo del rey con la ciudad.
Pertenece al romancero viejo de tipo épicos. El romance recoge el momento en que el Cid le pide a Alfonso, futuro rey castellano, que jure no haber tenido nada que ver con la muerte de su hermano Sancho (en el cerco de Zamora). Le desea todo tipo de males si no lo hace y el rey jura, pero como primer acto de su reinado lo destierra por un año.
Pertenece al romancero viejo de tipo histórico. En una salida a cazar, el conde Arnaldos contempla una galera construida con materiales preciosos. El piloto de la galera entona una canción que atrae y somete a toda la naturaleza y que subyuga tanto al infante, que éste le pide que se la repita. El piloto responde que sólo se la enseñará a quien navegue con él.
En este poema la amada se escapa sigilosamente durante la noche para volver a reencontrarse con su amado. Este poema se tiene que leer como una alegoría de las ansias que tiene el alma ( en este caso la amada) de liberarse de la cárcel ( de las cosas del mundo) y unirse con Dios ( en este caso con el amado).
En este poema hay la misma interpretación de la Noche oscura del alma , en este caso la mujer ha perdido a su esposo, al cual lo busca entre montes y riberas, prados y bosques, hasta que logran recuperarlo en un gozoso reencuentro.
La esposa se queja por haber perdido al amado. Corresponde a la Vía purgativa.
Preguntas a las criaturas y sus respuestas. Corresponde a la Vía iluminativa.
A partir de su encuentro en la fuente, se efectúa un impresionante ascenso afectivo, la obra adquiere fuerza expresiva con la uníón de los enamorados.
En este caso hay dos receptores debido a que aparecen en el mismo el esposo y la mujer, entonces ambos actúan en algún momento del poema como receptor.