Portada » Arte » El retrato caricaturesco
En esta imagen pictórica “La Balsa de la Medusa” (1818-1819) pintado por Géricault se representa el naufragio de la fragata Medusa de la marina francesa que se dirigía a Senegal en 1816. Los supervivientes debieron soportar el hambre, la deshidratación, el canibalismo y la locura. Pertenece al Romanticismo francés con influencia barroca, en la teatralidad de la escena y sus grandes formatos. Se trata de una pintura realizada al óleo sobre lienzo dónde impera el color ante el dibujo. Destacan los colores cálidos sobre los colores fríos. La luz tiene riqueza lumínica en sus diferentes planos. Tiene una composición libre y dinámica en diagonal dónde se refleja la muerte y la esperanza. El volumen tradicional no le interesa al autor pero si se ven los diferentes planos creando profundidad. La obra es una crítica política a la mala gestión del gobierno francés del naufragio del barco Medusa, donde el artista muestra la sucesión de sentimientos experimentados por los náufragos, desde la desesperación a la esperanza.
En esta imagen pictórica “La libertad guiando al pueblo” (1830) pintado por Delacroix se representa las revueltas burguesas de París de Julio de 1830. Pertenece al Romanticismo francés con influencia barroca, en la teatralidad de la escena y sus grandes formatos. Se trata de una pintura realizada al óleo sobre lienzo dónde impera el color ante la línea debido a la pincelada constructiva definiendo formas. Destacan los colores cálidos y fríos con una pincelada vigorosa y certera. La luz juega un importante papel en sus diferentes gradaciones lumínicas destacando los cielos nubosos carácterísticos de los ROMánticos. Tiene una composición piramidal donde la base esta formada por cuerpos yacentes y la parte superior es una matrona como símbolo de libertad con la bandera tricolor. El volumen tradicional no le interesa al autor pero tiene un juego volumétrico en sus diferentes planos. En el fondo se observa la catedral de Notre Dame. El artista quiere transmitir los sentimientos que suponen una revolución.
En esta imagen pictórica “La muerte de Sardanápolo” (1827) pintado por Delacroix se representa una alegoría literaria del rey Sardanápolo que decide destruir su Imperio antes de que lo invada su hermano, el cual quería quitarle el poder. Pertenece al Romanticismo francés con influencia barroca. Se trata de una pintura realizada al óleo sobre lienzo dónde impera el color ante la línea. Destacan los colores cálidos y fríos como rojos y verdes. La luz juega un importante papel en sus diferentes gradaciones lumínicas. El volumen tradicional no le interesa al autor pero tiene un juego volumétrico en sus diferentes planos. Composición libre y dinámica destacando dos diagonales (la más iluminada y la más oscura). La escena transmite tensión, miedo y dramatismo ya que los personajes serán asesinados por el ejército de Sardanápolo.
En esta imagen pictórica “La matanza de Quíos” (1824) pintado por Delacroix se representa la invasión turca contra los griegos en la isla de Quíos. Pertenece al Romanticismo francés, también llamado Romanticismo del color. Cuando Delacroix expuso el cuadro, vio la obra de John Constable y su cuadro le parecíó «triste y sin luz», entonces decidíó modificarlo. Se trata de una pintura realizada al óleo sobre lienzo de grandes dimensiones (carácterística de los arte francés) dónde impera el color ante la línea, y destacamos una picelada rápida y certera. Es un cuadro prácticamente monocromo, con colores cobrizos y amarillentos que contrastan con colores fríos. La luz juega un importante papel en sus diferentes gradaciones lumínicas. El volumen tradicional no le interesa al autor pero si aporta profundidad con los diferentes planos. El cuadro se compone de tres pirámides humanas. Se ven expresiones de miedo y desesperación que transmiten el dramatismo y la desolación del pueblo griego al ser atacado por los turcos. Los cuerpos, semidesnudos y tirados, reflejan la derrota de los griegos.
En esta imagen pictórica “Los Fusilamientos de la montaña del Príncipe Pío” (1814) pintado por Goya se representa los franceses fusilando a los españoles en la Guerra de Independencia (1808-1814). Pertenece al estilo Neoclásico-ROMántico. Se trata de una pintura realizada al óleo sobre lienzo dónde impera el color ante la línea destacando una pincelada constructiva, dinámica y vigorosa. Destacan los colores terrosos, ocres y amarillos que contrastan con los colores parduzcos. La luz es muy importante con sus diferentes gradaciones lumínicas cuyo foco principal se sitúa en la parte izquierda del cuadro que es la que está más iluminada. Tiene una composición libre y dinámica destacando sus contrapesos visuales entre izquierda y derecha. Tiene un volumen definido en diferentes planos aportando profundidad a la escena. Al fondo se aprecia el edificio militar Conde-Duque. Es una crítica a la guerra, ya que no la muestra como un hecho heróico sino como un drama o tragedia. Destacamos el retrato psicológico de los personajes que transmiten miedo y dramatismo.
En esta imagen pictórica “La carga de los Mamelucos” o “Dos de Mayo de 1808” (1814) pintado por Goya se representa el levantamiento de los madrileños ante la invasión francesa (ejército egipcio apoyando a Francia, estos eran os Mamelucos) en la Puerta del Sol de Madrid en 1808. Pertenece al estilo Neoclasicismo-ROMánticismo. Se trata de una pintura realizada al óleo sobre lienzo dónde impera el color ante la línea destacando una pincelada suelta, certera, constructiva y vigorosa. Destacan colores cálidos y fríos que contrastan para dar dinamismo a la obra, destacando los rojizos, ocres, amarillos, verdes,… La luz, influencia de Rembrandt, destaca en sus diferentes gradaciones lumínicas. Tiene una composición libre y dinámica en diagonal desde la parte inferior izquierda hasta la parte superior derecha. Se trata de un espacio abierto en diferentes planos. Goya quiere reflejar el dramatismo y crueldad de una guerra.
En esta imagen pictórica “La familia de Carlos IV” (1800 – 1801) pintado por Goya se representa a la familia real y el autorretrato de Goya como ya hizo Velazquez en “Las Meninas”. Pertenece al estilo Neoclásico y ROMántico. Se trata de una pintura realizada al óleo sobre lienzo dónde impera el color ante la línea destacando una pincelada constructiva, dinámica y vigorosa. Utiliza colores cálidos y fríos dentro de un contraste cromático, destacando los rojizos y amarillentos, azules y violetas. Se aprecia la técnica ilusionista en ropajes, joyas y galardones. La luz, influencia de Rembrandt, destaca en sus diferentes gradaciones lumínicas. Tiene una composición columnaria, libre y dinámica, dónde se percibe tres grupos de cuatro personajes cada uno. La influencia de Velazquez es evidente pero el espacio aquí no es tan profundo, pero aun así se aprecían los diferentes planos. Destacamos el retrato psicológico de los personajes dónde vemos a un Carlos IV apocado y manipulado por la reina María Luisa de Parma (su esposa) que tiene un aire altivo, dominante y soberbio
En esta imagen pictórica “El campo de trigo” (1826) pintado por Jonh Constable se representa a un rebaño con su pastor y su perro en un campo de trigo. Pertenece al Romanticismo inglés. Se trata de una pintura al óleo sobre lienzo dónde impera el color ante la línea, y destacamos una picelada rápida y certera. Destacan los colores cálidos y fríos que aportan un contraste cromático. La luz juega un importante papel en sus diferentes gradaciones lumínicas con esos cielos tormentosos. La composición es diagonal, libre y dinámica. El volumen tradicional no le interesa al autor pero si aporta profundidad en diferentes planos. Es un paisaje carácterístico inglés, que transmite emociones con el paisaje tormentoso, que es carácterístico de los ROMánticos.