Portada » Historia » El Reinado de Isabel II: Progresistas y Moderados en la Consolidación del Liberalismo Español
Tras la renuncia de María Cristina, Espartero asumió la regencia, presentando un programa de gobierno que enfrentó a la reina. La regente se exilió a Francia, dejando a Espartero como líder del Partido Progresista.
Durante su regencia, Espartero gobernó autoritariamente, perdiendo apoyos incluso entre los progresistas. En 1842, una revuelta popular en Barcelona provocada por el miedo a un tratado comercial con Inglaterra le llevó a bombardear la ciudad, lo que le restó apoyo entre la clase obrera.
En 1843, una conspiración contra Espartero, en la que participaron sectores del progresismo, lo derrocó. El regente se exilió en Londres.
En noviembre de 1843, Isabel II fue proclamada mayor de edad. Apoyada por el sector más reaccionario del moderantismo, nombró al General Narváez como líder del Partido Moderado.
El gobierno moderado consolidó el poder de la burguesía terrateniente y financiera, así como de los militares jóvenes forjados en las guerras carlistas. El ejército y la Corona se convirtieron en garantes del sistema.
La principal obra política de este periodo fue la Constitución de 1845, que plasmaba el modelo político de los moderados: soberanía compartida entre el Rey y las Cortes, ampliando el poder ejecutivo. El sistema bicameral, con un Congreso elegido por sufragio censitario y un Senado vitalicio nombrado por la Corona, otorgaba un gran poder al rey.
Otras reformas políticas destacadas fueron:
En 1854, los moderados estaban desgastados por la corrupción, el descontento social y el intento de controlar la prensa. Un grupo de generales moderados, encabezados por O’Donnell, se pronunció en Vicálvaro.
El pronunciamiento contó con el apoyo de progresistas y demócratas, y la reina entregó el poder a Espartero, quien lo compartió con O’Donnell.
Durante el Bienio Progresista se destacaron:
De 1856 a 1863, O’Donnell y su Unión Liberal dominaron el periodo. O’Donnell restableció la Constitución de 1845, pero las manipulaciones electorales de Posada Herrera dañaron su imagen.
Entre 1858 y 1863, O’Donnell gobernó con una política de exaltación patriótica, participando en conflictos internacionales y en la guerra con Marruecos.
Entre 1863 y 1868, el sistema isabelino se agotó. La descomposición del régimen, la radicalización de progresistas y demócratas, y la crisis financiera y de subsistencia llevaron a:
En 1868,»La Glorios» exilió a Isabel II a París, dando inicio al»Sexenio Democrátic».
El reinado de Isabel II fue testigo de la consolidación del liberalismo español, con la transformación del Estado, la propiedad y la economía. La burguesía agraria controló el sistema político, estableciendo un orden jurídico y económico que permitió el desarrollo del capitalismo.
ollo del capitalismo.