Portada » Griego » El Rapto de Europa: Mitología Griega y Representaciones Artísticas
En diversas obras de arte, como la pintura pompeyana del siglo I d.C. (Museo Arqueológico Nacional de Nápoles) y la escultura de Botero del siglo XX (Plaza de Europa, Aeropuerto de Barajas, Madrid), se representa el mito del rapto de Europa por Zeus. La pintura pompeyana muestra a Europa sobre el toro, mientras una amiga lo acaricia. La escultura de bronce de Botero, con su característico estilo de formas voluminosas, se centra en los dos personajes principales: Europa y el toro.
Zeus, el dios supremo de los griegos, era venerado en toda la Hélade. Representaba la naturaleza, los fenómenos celestes y la vida cósmica: el cielo, la lluvia, el viento, las tormentas, las estaciones, el día y la noche, el rayo. Su función principal era mantener el equilibrio del universo y proteger los privilegios divinos. Su poder se extendía también a los hombres, siendo el dios de la justicia, vigilante del respeto a los juramentos y las leyes de la hospitalidad, y dispensador de bienes y males. Zeus era considerado el padre de los dioses y de los hombres, según Homero, aunque sus poderes estaban limitados por el Destino. Hijo menor de Crono y Rea, pertenecía a la tercera generación divina. Para protegerlo de la profecía que anunciaba su destronamiento, Rea lo escondió en Creta, donde fue criado por la ninfa Amaltea. Al crecer, Zeus liberó a sus hermanos, destronó a su padre y reinó en el Olimpo tras vencer a los titanes y a los gigantes.
La literatura griega relata las numerosas aventuras amorosas de Zeus, quien se unió a diversas divinidades y mortales, engendrando hijos célebres. Con Hera, su esposa legítima, tuvo a Ares, Ilitía y Hebe. Con Deméter, su hermana, tuvo a Perséfone. Para seducir a las mortales, Zeus recurría a metamorfosis: se transformó en cisne para Leda, en lluvia de oro para Dánae y adoptó la apariencia de Anfitrión para Alcmena. Amó también al joven Ganímedes, a quien convirtió en su copero. De su primera esposa, Metis, nació Atenea, quien surgió de la cabeza de Zeus. De Sémele, tuvo a Dioniso, gestado en su propio muslo. De Maya, nació Hermes. Zeus engendró también a Helena, Pólux, Heracles, Minos, entre otros dioses y héroes.
Zeus era venerado en toda Grecia, con templos famosos en Dodona, la Acrópolis de Atenas y Olimpia. En su honor se celebraban grandes fiestas con competiciones y juegos, como los Juegos Olímpicos, que se celebraban cada cuatro años en Olimpia. Los romanos lo asimilaron a su dios Júpiter.
Europa, hija del rey Agenor de Fenicia y hermana de Cadmo, era una joven amada por Zeus. El dios la vio jugando en la playa con sus compañeras y se enamoró de ella. Para seducirla, se transformó en un hermoso toro blanco y se mezcló con el ganado del rey. Europa, encantada con el animal, se atrevió a montarlo. Zeus aprovechó la ocasión y la raptó, llevándola a través del mar hasta Creta. De su unión nacieron Minos, Radamantis y Sarpedón, dando origen a la dinastía cretense de Minos. Tras su muerte, Europa recibió honores divinos y el toro se convirtió en la constelación de Tauro.
El mito del rapto de Europa ha inspirado numerosas obras de arte y literatura. Ovidio lo relata en las Metamorfosis y los Fastos. Desde la antigüedad, se ha debatido la relación entre la figura mitológica de Europa y el nombre del continente. Actualmente, se considera que el vínculo es dudoso. Entre las obras artísticas que representan el mito, destacan: Europa sentada sobre el toro, metopa del templo de Selimonte (siglo VI a.C., Palermo); Vaso griego (siglo IV a.C., San Petersburgo); El rapto de Europa de Tiziano (1562, Boston), del que Rubens realizó una copia en el siglo XVII (Museo del Prado, Madrid); El rapto de Europa de Rembrandt (siglo XVII, colección particular); El rapto de Europa de Martín de Vos (siglo XVI, Bilbao). En música, destaca la ópera El rapto de Europa de Darius Milhaud (1927).