Portada » Filosofía » El Pensamiento Filosófico de Ortega y Gasset: Principios, Influencias y Relevancia
Siguiendo a Descartes, Ortega sostiene que el filósofo no puede tomar prestadas las verdades de otros saberes. Debe admitir como verdadero solo aquello que se le muestre con evidencia. Esto lo lleva a buscar un dato con evidencia absoluta, una realidad primera y radical (el vivir), y a cuestionar las creencias más elementales.
: las ciencias (biología, física, química…) se interesan cada una de ellas por una parte de la realidad; la filosofía, sin embargo, lo hace por el todo, por el Universo en general, siendo éste la suma de “todo cuanto hay”, el conjunto de todas las cosas, tanto las existentes como las meramente pensadas, imaginadas o deseadas. Podría objetarse que al filósofo también le interesa la ética, la estética, la teoría del conocimiento, la antropología, y que para su estudio estas disciplinas acotan una parte de la realidad. Sin embargo, en cada uno de estas investigaciones “particulares”, el filósofo hace una valoración de la región del ser que le interesa (lo moral, lo bello, la verdad, el ser humano) y las estudia en relación con el conjunto de la realidad, con la totalidad; en este enmarcar una realidad particular en el conjunto en el que se inscribe, la filosofía descubre el sentido de las cosas, el ser presente en todas ellas. Esto quiere decir que para Ortega y Gasset la filosofía es lo que tradicionalmente se identifica con la ontología: el estudio del ser, en qué consiste el ser y las categorías principales del ser. c) La filosofía es un conocimiento teórico: por ser conocimiento es un sistema de conceptos precisos, basados en el ejercicio de la razón y disciplinado mediante la fidelidad a la lógica y a las reglas de la argumentación (Ortega está en contra del misticismo), y por ser teórico es un saber ajeno a la preocupación por el domino técnico del mundo pues la filosofía no da reglas concretas para la transformación de la realidad y la construcción de objetos. Sin embargo, no hay que creer que esta “inutilidad” de la filosofía la haga poco importante; antes al contrario; Ortega presenta dos razones que convierten a la filosofía en un saber imprescindible: por un lado, intenta satisfacer una de las dimensiones más importantes e irrenunciables de la vida humana, como es el afán por el conocimiento, la búsqueda de la verdad sobre el mundo; además, la filosofía tiene lo que podríamos llamar “utilidad existencial”: como indica con frecuencia, el hombre es un náufrago perdido en la existencia y en este naufragio las teorías, particularmente las filosóficas, le permiten orientarse en la realidad.
Influencias oyg
I. Movimientos intelectuales españ oles: el Krausismo, la Generació n del 98 (principalmente Unamuno con el que mantuvo una relació n a la vez cordial y polé mica, por el desdé n de Unamuno hacia Europa y la ciencia) y el movimiento regeneracionista. Criticó la situació n intelectual, social y polí tica de Españ a y creyó que necesitaba una renovació n radical que exigí a la incorporació n de la filosofí a a la vida cultural.
II. Filosofí a alemana: Con el afá n de trasladar a nuestro paí s lo mejor de la filosofí a marchó a estudiar a Alemania, en donde asimiló las ideas primero del neokantismo y despué s de la fenomenologí a. La filosofí a alemana siempre estuvo presente en su pensamiento.1. En su primera etapa, el objetivismo (hasta 1914).En Alemania estudió la filosofí a kantiana, principalmente con los neokantianos Cohen y Natorp.Del neokantismo asimiló el espí ritu de su filosofí a, fecundo para sus intereses vitales pero tambié n para el futuro de Españ a, tan necesitada de superar el subjetivismo y personalismo y entrar en la modernidad. Considerará que lo principal no es lo subjetivo y lo individual sino el ejercicio de la razó n, ejercicio que nos vincula con el á mbito de lo objetivo, lo universal y la ciencia y la filosofí a. 2. En su segunda etapa de su pensamiento (perspectivismo, 1914-1923), Ortega no solicita tanto europeizar Españ a como modificar radicalmente toda la cultura europea, y su objetivo ya no es la modernidad sino la superació n de la modernidad. A la base de la Europa actual encuentra el racionalismo y el idealismo, y puesto que Europa está en crisis, la solució n (y la solució n de los problemas de Españ a) será superar el racionalismo y el idealismo, pero sin volver a formas filosó ficas anteriores insuficientes, como el relativismo o el realismo.3. Dilthey, principalmente en la tercera y ú ltima etapa de su pensamiento (doctrina de la razó n vital):En su reivindicació n de la historia para comprender la realidad humana (doctrina de la razó n histó rica);y la importancia que tiene el “entender” o “comprender” frente al “explicar”: las “ciencias fí sicas” explican los fenó menos fí sicos con leyes objetivas y causales, las “ciencias humanas o sociales” deben preocuparse má s por aprehender los distintos “sentidos” presentes en cada una de sus manifestaciones, ligados siempre a los programas vitales, deseos, creencias y afectos de los seres humanos.4. Nietzsche Siempre mostró una especial predilecció n por su pensamiento, aunque evitando caer en el irracionalismo y el relativismo, tan caracterí sticos, sin embargo de Nietzsche.Concepció n perspectivista de la verdad.Defensa de la vida, de los valores vitales y de las dimensiones no estrictamente racionales de la persona. 5. La fenomenologí a de Husserl.La defensa de la intencionalidad como una de las caracterí sticas principales de la vida psí quica. Afirmació n de que la fidelidad a las cosas mismas exige superar los planteamientos empiristas aceptando la posibilidad de que ademá s se nos den intuitivamente entidades no estrictamente fí sicas como los valores y las objetividades matemá ticas. La preocupació n que esta corriente tuvo por hacer que la filosofí a descansara en un fundamento firme (en una realidad primordial y radical) descubierto a partir de una reflexió n propia e independiente de cualesquiera otros saberes (religiosos, de sentido comú n, cientí ficos), exigencia que Ortega expresó en su principio de autonomí a; para la fenomenologí a dicha “realidad radical” será la conciencia y para Ortega la vida. 6. La fenomenologí a y el existencialismo de Heidegger con quien el pensamiento orteguiano guarda una clara afinidad, y de un modo muy destacado en lo que se refiere a la descripció n que nuestro autor nos ofrece de las categorí as de la vida, muy cercanas al aná lisis que Heidegger hizo de la existencia humana. III. Proximidad, aunque no influencia, con el existencialista Sartre Por la idea, comú n a ambos autores, de que el hombre carece de naturaleza o esencia puesto que su ser se va haciendo o construyendo en la vida, y en la descripció n de la situació n nativa del ser humano como “ná ufrago” en la existencia, como no disponiendo de un guió n dado ya de antemano y teniendo continuamente que elegir y libremente decidir la vida que uno ha de realizar .