Portada » Español » El Novecentismo y la Generación del 14: Ensayo, Novela y Juan Ramón Jiménez
La literatura de este periodo se desarrolla en el periodo de entreguerras, marcado por cambios cruciales como la Primera Guerra Mundial, la Revolución Rusa y el auge tecnológico. Estas circunstancias motivaron una explosión creativa de voluntad rupturista con el arte anterior, dando lugar a las vanguardias. El novecentismo, movimiento estudiado en este tema, preparó el terreno para la eclosión de las vanguardias. España, aunque no sufrió el impacto directo de la guerra, vivió enfrentamientos sociales, golpes de estado y finalmente una guerra civil. En el ámbito cultural, estas generaciones produjeron obras de gran calidad y abundancia, dando lugar a la»Edad de Plata de las letras española».
El novecentismo, o generación del 14, está formado por un grupo de autores nacidos en torno a 1880. Son intelectuales sólidamente formados, por lo que sus producciones se caracterizan por el racionalismo, el antirromanticismo, el aristocratismo intelectual y la defensa del arte puro. Además, aun siendo herederos del espíritu del 98, plantean una nueva actitud ante el problema de España:
Las características mencionadas hacen que estos autores elijan el ensayo como cauce de expresión para sus inquietudes. El autor más destacado es José Ortega y Gasset, quien en sus ensayos propone modernizar y racionalizar las estructuras del Estado, la sociedad y la cultura españolas a través de unas élites intelectuales. Especial relevancia tiene su ensayo»La deshumanización del art», que defiende un arte puro, minoritario y antirrealista. Otros ensayistas de la generación del 14 son:
Los dos novelistas más destacados de la generación del 14 son:
• RAMÓN PÉREZ DE AYALA. Su obra narrativa está caracterizada por la contaminación por el ensayo y las constantes digresiones, y por ello es ejemplo de novela intelectual. (Belarmino y Apolonio). Otras obras, menos innovadoras, se sitúan dentro de los cánones realistas (Troteras y danzaderas, AMDG). • GABRIEL MIRÓ, defensor del arte puro, cultiva la novela descriptiva, caracterizada por una prosa elaborada y detallista. Las cerezas del cementerio; El obispo leproso. El gran autor del novecentismo es JUAN RAMÓN JIMÉNEZ, tanto por la calidad de su obra como por el magisterio que ejerció en los poetas más jóvenes. Su ingente producción lírica tiene como hilo conductor la búsqueda de la belleza, lo esencial o lo absoluto a través de la poesía y se organiza en tres etapas: 1. Poesía modernista (“época sensitiva”) (Rimas, Arias Tristes, Jardines lejanos). Como nos sugieren los títulos de estas obras, se trata una poesía emotiva, simbólica y con influencia de Bécquer. Son temas característicos de esta primera etapa el anhelo de infinito y la obsesión por la muerte. Los estados de ánimo esta etapa son la nostalgia y la melancolía. 2. Poesía pura o desnuda (“época intelectual”) Comienza con Diario de poeta renciencasado (1916), donde rompe con el modernismo e introduce innovaciones vanguardistas, como el verso libre o el poema en prosa. En sus siguientes libros Eternidades, Piedra y cielo… ensaya una expresión cada vez más abstracta en la que busca nombrar la realidad invisible, inmutable, para salvarla del tiempo. El nombre de las cosas se convierte en la encarnación de su esencia. 3. Últimos libros (“época suficiente o verdadera”). Coincide con la obra escrita en el exilio con títulos como La estación total, Animal de fondo, Dios deseado y deseante… El poeta crea una divinidad que se identifica con la conciencia de la belleza que dota al poeta de una sensación de plenitud. En sus palabras: “eres Dios de los hermoso conseguido/ conciencia mía de lo hermoso”.