Portada » Historia » El Mundo Unipolar: Hegemonía Estadounidense y Cambios Globales
En 1991, el presidente Bush anunció un «Nuevo Orden Mundial«. Las tropas de la coalición de las Naciones Unidas expulsarían a Saddam Hussein de Kuwait. El repliegue soviético del Tercer Mundo, la caída del comunismo en Europa, la unificación de Alemania y la descomposición de la URSS habían demostrado que Estados Unidos era la nación más poderosa de la Tierra.
Con Clinton, Estados Unidos llevaría a cabo multitud de intervenciones militares, incluso invocando el derecho a la injerencia humanitaria en los asuntos internos de los Estados.
La invasión iraquí de Kuwait en 1990, en respuesta a los ataques de Saddam Hussein, fue una sorpresa para este, que desestimó las posibilidades de una respuesta militar. La ONU, con el visto bueno soviético y el silencio chino, condenó la invasión y demandó la inmediata retirada de las tropas iraquíes.
Creando el «escudo del desierto«, se desplegó en Arabia Saudí a gran velocidad. La OPEP acordó aumentar su producción para estabilizar los precios y evitar una nueva crisis económica.
Ante la negativa iraquí a retirarse, la coalición internacional inició una campaña de bombardeos, demostrando la superioridad de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Los ejércitos aliados lanzaron la Operación Tormenta del Desierto. Las tropas de Saddam fueron aplastadas y debió aceptar el cumplimiento de las resoluciones de la ONU, incluyendo la destrucción de armas químicas tras las acciones de Saddam para aplastar las revueltas de kurdos y chiíes
Con los ataques del 11 de septiembre, se dudó de la seguridad de Estados Unidos, planteándose la posibilidad de ejercer como policías mundiales para defensa y protección de los derechos humanos.
En 1993, bajo mandato de las Naciones Unidas, tropas norteamericanas eran desplegadas en Somalia en una intervención por cuestiones humanitarias, donde se enfrentaron a grupos milicianos. Clinton ordenó la retirada tras unos sucesos que pusieron a la opinión pública en contra de esta intervención.
En Haití, país con gran inestabilidad, en 1991, un golpe militar derrocó al corrupto gobierno de Aristide. Donde la OEA y la ONU adoptaron las medidas necesarias para derrocar esta junta militar.
Clinton expandió el concepto de “Expansión” de la democracia, los derechos humanos y la economía de mercado de forma pacífica, aislando aquellos Estados que impedían esto.
El Secretario de Seguridad Nacional Anthony Blake definió a Cuba, Corea del Norte, Irán, Sudán e Irak como los cinco “Estados canalla”. Esto provocó en Corea la carrera por armas de destrucción masiva a modo disuasorio. En Cuba, la actitud inmovilista de Fidel Castro y la ley Helms-Burton de 1996 cortaron la posibilidad de diálogo. En Irán los elementos reformistas rechazaron la posibilidad de enfrentamiento con Estados Unidos, e incluso se produjeron contactos diplomáticos para un acercamiento.
Con el 11-S se centró la mira en Sudán y Afganistán y el atentado contra las Torres Gemelas en 1993 fue el primer aviso del terrorismo yihadista. Estados Unidos estaba centrado en combatir Sudán, gobernado por el Frente Islámico Nacional (FIS). Al Qaeda perpetró atentados contra intereses norteamericanos en África, a los que Washington reaccionó bombardeando sus bases en Sudán en 1999. Saddam continuó sus incumplimientos de la ONU, con escaladas de tensión que llevaron a la Guerra de Irak de 2003.
Las turbulencias económicas vinculadas a las dos crisis del petróleo y el consiguiente aumento del desempleo y el proteccionismo dejaron a los gobiernos de la CEE con pocas ganas de profundizar en el proyecto europeo. El Acta Única Europea (1986) introdujo una serie de reformas institucionales y amplió el frente de actuación de la Comunidad en materia de cooperación tecnológica y medioambiental, así como el compromiso con una unión monetaria y un mercado único.
El colapso soviético incrementó el europeísmo como el mejor antídoto contra la resurrección del nacionalismo revanchista y militarista en el continente. Los líderes de la Comunidad declaración de manera unánime su apoyo a la reunificación de Alemania. El impulso conferido al proceso europeo se concretó con la firma del Tratado de la Unión Europea en Maastricht en 1992.
En 1993 nacía la Unión Europea. En 1995 el Tratado de Schengen suprimía el control de pasaportes en las fronteras internas. En 1999 nacía el euro y tres años más tarde se convertía en la moneda de la mayor parte de los países miembros de la UE.
Ante la aparente estabilidad con Tito, el odio entre naciones era grande. El país está organizado de manera federal en seis repúblicas (Serbia, Croacia, Bosnia Herzegovina, Eslovenia, Macedonia y Montenegro). La muerte de Tito en 1980 y los nuevos líderes prepararon para el estallido.
En 1987 los comunistas serbios eligieron a Milosevic, que pretendía privar de autonomía Kosovo y poner a Serbia como líder de Yugoslavia. En 1990, tras las elecciones en todas las repúblicas, los comunistas sólo mantenían el poder en Serbia y Montenegro. Tras la negativa de Milosevic a la presidencia rotatoria de Yugoslavia por parte de un croata, Eslovenia y Croacia declararon unilateralmente su independencia, reconocida por la Comisión Europea, precipitando en 1992 la Guerra de Bosnia.
En Bosnia y Herzegovina, no se quería formar parte de una Yugoslavia serbia, mientras que los serbo-bosnios y los bosnio-croatas soñaban con la integración de sus comunidades. El presidente bosniaco de Bosnia Herzegovina se negó, y en 1992 declaró la independencia de manera unilateral. La minoría serbobosnia declaró la independencia de la República Serbia de Bosnia y Herzegovina, y los bosnio-croatas hicieron lo propio creando Herceg-Bosnia. Resultando una guerra civil caracterizada por las limpiezas étnicas. Las milicias serbobosnias junto el ejército yugoslavo, consiguieron victorias, expulsando y exterminando las comunidades bosniacas y croatas¸enfrentado entre si en la frontera con Croacia.
Sin llegar a un acuerdo, las Naciones Unidas aprobaron el despliegue de la UNPROFOR para garantizar el suministro de agua y alimentos a Sarajevo, sitiada desde el inicio de la guerra. Se declararon embargos y se condenó la limpieza étnica. Esto solo aumento la debilidad bosniaca, ya que los ejércitos croata y yugoslavo no dudaban en proveer y apoyar a sus aliados. Las milicias bosniacas se vieron empujados a depender de Estados islámicos, con muyahidines (serían clave años después en el terrorismo internacional).
La ONU estableció medidas, sin embargo UNPROFOR fue humillada al ser capturadas tropas propias y los cascos azules presenciaban impotentes la violación de los derechos humanos.
En 1995 el ejército croata, rearmado y reorganizado, lanzó una ofensiva fulminante, expulsando a las tropas serbias.
Clinton optó por la fuerza. Croatas y bosniacos llegaron a un entendimiento provisional y se realizaron desde OTAN bombardeos a las posiciones serbobosnias. Milosevic se avino a negociar.
En 1995 se llegó a un acuerdo definitivo, por el cual Bosnia-Herzegovina se dividía en dos mitades: la bosniaco-croata y la serbo-bosnia. La OTAN y Rusia desplegaría en una misión de paz conjunta, IFOR, luego definida es KFOR.
En 1999 en la provincia serbia de Kosovo, de nuevo la política ultranacionalista de Milosevic llevó a una guerra civil, cortada por la OTAN. La desintegración de Yugoslavia había dejado en evidencia la incapacidad de la UE para evitar un baño de sangre, y su total dependencia militar de Washington.
La Rusia de los noventa y “el extranjero próximo”
El mandato de Boris Yeltsin estuvo marcado por la inestabilidad y el empobrecimiento. Con la liberalización económica, los precios subieron de forma astronómica y los sueldos bajaron. La campaña de privatizaciones de empresas públicas benefició solo a la clase dirigente.
La ineficiencia del nuevo modelo económico, crimen organizado y el alto costo social de la liberalización generó inseguridad y frustración.Yeltsin trató de llevar esto con una política cada vez más autoritaria y nacionalista y con el uso de la fuerza para aplastar el fallido golpe de Estado en 1993.
En 1893 Yeltsin firmaba con Bush el Tratado START II, para disminuír el arsenal nuclear de ambas potencias y aceptó en 1996 el proyecto de la OTAN Partnership for Peace, iniciando la expansión de la OTAN hacia el Este.
En los 90 se abrió la opinión de que Rusia debía recuperar su papel de gran potencia. La debilidad rusa limito su capacidad de influencia en los países del antiguo Pacto de Varsovia y las repúblicas bálticas, encaminadas hacia su ingreso en la UE y la OTAN.
La inestabilidad y gran variedad en el Cáucaso Norte, dio pie en 1994 a la Primera Guerra de Chechenia. Los insurgentes detuvieron la desastrosa ofensiva rusa, y Yeltsin tuvo que retirar sus tropas. Chechenia se mantuvo virtualmente independiente. Con el triunfo de Putin, Chechenia esta desde el 2000 bajo el control de administraciones pro-rusas.
Estabilidad e inestabilidad en el mundo en desarrollo
Asia oriental y meridional tras la Guerra Fría
El crecimiento económico chino volvió a acelerarse a partir de 1991, a pesar de la desigualdad, el Partido Comunista Chino se mantuvo. Llevó a cabo una posición conciliadora en cuanto su política exterior (normalización de las relaciones con Vietnam, enfriar la crisis entre Corea del Norte y EEUU, mejora de relaciones con la India…
La amenaza de una guerra comercial entre los EEUU y China permaneció abierta. El resultado fue la negativa de Washington a apoyar la candidatura china a la Organización Mundial de Comercio hasta 1999.
India inició también una época de expansión económica. Se llevó a cabo una apertura económica, a pesar de ello algunos sectores cruciales para el desarrollo (sanidad, enseñanza primaria, la red de transportes…) no recibieron la atención debida. En 1998 realizó su primera prueba nuclear, seguida por Pakistán,estableciendo restricciones a la venta de armamento y tecnología entre ellas.
Vietnam y Estados Unidos iniciaron la normalización de sus relaciones bilaterales.
Indonesia y Filipinas iniciaron la recuperación de la democracia. Sri Lanka, sumida en una larga guerra civil, y en Birmania, una junta militar pro-china reprimió con dureza la revuelta de las minorías étnicas.
Luces y sombras en el África negra
El final de la Guerra Fría abrió esperanzas de estabilización y democratización pero que pronto se verían frustradas.
Sudáfrica sufrió durante las dos décadas el apartheid. La larga lucha contra la opresión racista lo encabezó el Congreso Nacional Africano (CNA). Las negociaciones entre blancos y negros se iniciaron con la liberación de Nelson Mandela, veterano dirigente del CNA, con su propósito de una transición democrática. En 1994 se celebraron las primeras elecciones abiertas con victoria del CNA y Nelson Mandela se convirtió en presidente.
En Ruanda, hubo revueltas por los asesinatos de tutsis. En 1990, el Frente Patriótico de Ruanda, un ejército de refugiados tutsis, entró en el país. Siendo necesaria la intervención de tropas francesas, para finalmente terminar compartiendo el poder. En 1994 volvieron los genocidios de grupos paramilitares hutus contra sus rivales tutsis. El gobierno restableció la convivencia entre ambos en 2003.
En el Congo se desarrolló entre 1996 y 1997 la Primera Guerra para derrocar a Mobutu, con apoyo de Ruanda y Uganda. La Segunda Guerra del Congo, Guerra Mundial africana, Gran Guerra de África o del Coltán se produjo al intentar expulsar las tropas ruandesas y ugandesas, con el alzamiento de los sectores contrarios al nuevo presidente. Se alcanzó la paz en 2003 pero la situación es débil y siguen surgiendo movimientos guerrilleros.
En el cuerno de África hubo una guerra entre el Gobierno de Etiopía y la región de Eritrea, que acabó con la independencia de ésta en 1993, así como guerras civiles en Uganda y Somalia, y sangrientos enfrentamientos militares en Sierra Leona y Liberia.
El auge del fundamentalismo islámico y el conflicto árabe-israelí
El éxito de la revolución iraní y el eco de la guerra de Afganistán provocaron el crecimiento de partidos islámicos movimientos fundamentalistas.
En Irán se buscó una liberalización económica y un acercamiento a países moderados. Sin embargo el poder religioso evitó estas reformas.
En Argelia, los sectores islamistas y la oposición del Ejército dieron origen a una guerra civil. Creándose asociaciones políticas en lugar de la definición de Argelia como Estado socialista. En 1991 el Frente Islámico de Salvación consiguió una victoria aplastante en las elecciones. El ejército se adueñaría del poder, declarando ilegal a este y persiguiendo a sus miembros. Comenzaron ataques terroristas , ante los que se adoptaron medidas para apaciguar el conflicto.
En Afganistán, las diferencias étnicas y religiosas estallaron con la caída del Gobierno comunista en 1992. Las fuerzas islamistas fueron incapaces de establecer un régimen estable, y se produjo una nueva guerra entre los distintos grupos de combatientes. En 1998, los talibán controlaban el 85% de Afganistán, establecieron un régimen islámico radical, con fuertes medidas ante las mujeres (burka, la sharia..), provocando la enemistad de otros países islámicos, el rechazo de la comunidad internacional y el aislamiento del régimen, que se convirtió en refugio y campo de entrenamiento de reclutas terroristas.
En cuanto al conflicto árabe-israelí, el final de la Guerra Fría era esperanzador, dándose los Acuerdos de Oslo de 1993. Se creaba una Autoridad Palestina para el gobierno de Cisjordania y Gaza durante cinco años. La OLP liderada por Arafat reconocía el derecho a la existencia de Israel, pero se incrementó la división interna entre los palestinos, iniciada con Hamás (1998).
En 1995 el primer ministro israelí fue asesinado, las elecciones siguientes fueron para Netanyahu que manifestó su resistencia a cumplir lo pactado. No se llegó a un acuerdo sobre el estatuto de Jerusalén ni se resolvió el problema de los refugiados palestinos.