Portada » Filosofía » El Mito de la Caverna y la Filosofía de Platón
Se han perdido las lecciones de la academia de Platón, su obra científica, pero nos quedan sus diálogos, conversaciones imaginarias entre personajes conocidos de la época. Las obras platónicas hablan de la sociedad, de la psicología, de la historia y sobre todo son literarias.
Los diálogos de Platón suelen tener una estructura similar: el personaje principal es Sócrates y a través de él expone sus ideas y pensamiento. Al principio se presenta la cuestión que se va a tratar. Después con preguntas y respuestas se demuestra la falsedad de algunas opiniones y finalmente mediante la mayéutica se conoce la verdad.
Las obras de Platón se dividen en:
La República es el primer libro de pensamiento político de occidente. Su temática es la educación del joven para ser un buen gobernante, para que conozca el bien supremo, la virtud, la justicia y el bien común. Es un ensayo para formar el gobernante adecuado y justo para el país.
De los X libros de la República nos interesan los libros VI y VII. En ellos Glaucón, discípulo de Sócrates le pregunta a este, ¿qué es el bien? En el libro VI se narra el mito del Sol y el de la Línea Dividida. En el libro VII nos narra el de la caverna, al que pertenece el texto a comentar.
La alegoría de la caverna es el mito más importante y conocido de Platón. Sirve para explicar preguntas relacionadas con el conocimiento y también tiene que ver con la ontología, la antropología, la ética y la política.
El mito de la caverna nos explica que el ascenso de la caverna al aire exterior simboliza el ascenso desde lo sensible hasta lo inteligible. Platón describe así nuestra situación frente al conocimiento. Los prisioneros de la caverna sólo ven las sombras de los objetos, igual que nosotros vivimos en la ignorancia. Sólo la filosofía puede liberarnos y permitirnos salir de la caverna al Mundo de las Ideas.
Platón nos pide imaginar a unos prisioneros que están en el fondo de una cueva desde que son pequeños, atados de pies y de manos y con unos grilletes en el cuello y no pueden moverse. Los prisioneros sólo ven la pared del fondo de la cueva. Detrás de ellos hay un fuego y entre el fuego y los esclavos hay un camino con un tabique o una pared. Por detrás de esa pared pasan unas personas que llevan unos objetos que representan animales, árboles y objetos artificiales y hablan entre ellos. En la pared del fondo de la caverna se proyectan las sombras de los objetos que llevan los individuos. Así, los prisioneros creen que las sombras que ven y el ruido de las voces que oyen son la auténtica realidad.
Hay dos partes:
Supongamos que a uno de los prisioneros le liberan y obligan a levantarse, darse la vuelta, mirar hacia la luz y mirar hacia el camino. El prisionero no sería capaz de identificar las cosas que habían provocado las sombras que veía antes y creería que las sombras son la auténtica realidad. Y si se le forzara a mirar hacia la luz le dolerían los ojos.
Si suponemos que a la fuerza se le obliga a salir al exterior sentiría dolor y no podría percibir nada. En el mundo exterior primero miraría las sombras, después los reflejos de las personas y de los objetos. Luego las personas y los objetos. A continuación observaría la noche y las estrellas. Por último vería el sol en sí. Al recordar la caverna y a sus compañeros sentiría felicidad y los compadecería.
Si bajara y ocupara su sitio de nuevo no podría diferenciar bien las sombras, los demás lo harían mejor que él, se reirían de él y dirían que por haber subido se le han estropeado los ojos.
Si intentara desatarlos y llevarlos arriba lo perseguirían y lo matarían.
El texto a comentar se centra en el dualismo epistemológico.
Platón establece dos grandes niveles de conocimiento en función de los grados de ser.
La filosofía de Platón también trata otros tema como son:
Platón concebía la realidad dividida en dos ámbitos, el Mundo de las Ideas, auténticamente real porque es eterno, inmutable, fiel a sí mismo, idéntico, incorruptible… Y el Mundo Sensible que es el que percibimos por los sentidos y que es corrupto, sujeto al cambio, a la destrucción, donde las cosas hoy son de una manera y mañana de otra.
El dualismo establecido entre el Mundo de las Ideas y el Mundo Sensible se traduce entre cuerpo y alma. El hombre es un compuesto de cuerpo y alma en el que el cuerpo es la cárcel del alma. Esta unión es accidental y transitoria.
El alma es inmaterial e inmortal y su lugar es el Mundo de las Ideas (Mundo Inteligible) y sin ella el cuerpo estaría sin vida y sin movimiento.
El cuerpo es material, mortal, imperfecto y pertenece al Mundo Sensible. Mientras el alma se encuentra unida al cuerpo aspira a volver al Mundo de las Ideas
Con respecto a la ética, Platón intenta averiguar en qué consiste el Supremo Bien. Según Platón, la vida feliz es una mezcla equilibrada de placer y sabiduría y el bien absoluto para Platón es la contemplación de las Ideas.
Mediante la práctica de la virtud se accede al Supremo Bien y a la suprema felicidad.
Con respecto a la política Platón considera al hombre como un ser social por naturaleza y para él la sociedad se origina para satisfacer mejor las necesidades humanas. Cualquier modelo social necesita organización y estructura. Considera que el individuo perfecto sólo puede vivir en un Estado perfecto.
Para ello establece su modelo en el que cada una de las clases sociales que componen el estado tiene su correspondencia con las partes del alma humana.