Portada » Historia » El forcejeo con la iglesia católica
Los últimos años del franquismo (1973-1975) se caracterizaron por la incapacidad del régimen para adaptarse a las demandas sociales, la interrupción del crecimiento económico, crisis internas y conflictos internacionales:
-La crisis energética de 1973 con la subida del precio del petróleo por la guerra árabe-Israelí, que aumentó el paro, la inflación y la conflictividad laboral, retrocedíó el turismo, retornaron los inmigrantes, llevaron a España a una crisis económica que ponía en riesgo las inversiones extranjeras que habían potenciado el desarrollo del país (Plan de Estabilización, 1959).
-La avanzada edad del dictador y la creciente presión de la oposición llevaron a la división del régimen en dos tendencias: los aperturistas (defendían reformas en un sentido democrático y parlamentario) y el búnker (contrarios a cualquier cambio). Franco nombró presidente del Gobierno a Luis Carrero Blanco para garantizar la continuidad del régimen pero, como fue asesinado por ETA, Carlos Arias Navarro le sucedíó.
-El clima de inestabilidad fue en aumento, se incrementaron las movilizaciones populares con frecuentes protestas obreras, estudiantiles y vecinales. Ante el fin evidente del régimen, la oposición constituyó la Junta Democrática para establecer un verdadero sistema democrático. También destaca el crecimiento de la oposición nacionalista en Cataluña y el País Vasco, además de algunos sectores del clero gracias a los aires aperturistas del Concilio Vaticano II.
-Por otro lado, el conflicto del Sáhara también jugó un importante papel, debido al inesperado proceso de descolonización africano para el que España no tenía preparado ningún plan de acción. Además, en 1975 Marruecos exigíó la entrega del Sáhara, y el rey Hassan II organizó la Marcha Verde (invasión pacífica del Sáhara). Ante el peligro de un conflicto bélico, el gobierno de Arias firmó el Acuerdo de Madrid, que supuso la entrega de ese territorio a Marruecos y a Mauritania.
El declive de la salud del dictador llevó a su muerte el 20 de Noviembre de 1975, confiando en que se continuaría su régimen instaurando una nueva monarquía en la que Juan Carlos de Borbón sería su sucesor. Sin embargo, con él murió el proyecto político e ideológico que había sustentado.
Tras ganar la Guerra Civil (1939), el general Franco implantó un régimen dictatorial personalista, autoritario y de base militar que duró hasta su muerte (1975). Se caracterizó por:
. Se suprimíó la Constitución de 1931 y con ella todas las garantías individuales y colectivas. Regía una ideología anticomunista, rígida y católica, que defendía la familia y la propiedad privada y que manipulaba y censuraba los medios de comunicación para hacer propaganda al régimen.
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Antiliberalismo, prohibíó todos los partidos políticos y sindicatos a excepción de los oficiales (FET y de las JONS). Franco concentraba todos los poderes: caudillo, Jefe de Estado, Presidente de Gobierno, Generalísimo de todos los ejércitos y jefe nacional del Partido.
Se abolieron los estatutos de autonomía y se marginó a la lengua y cultura propias de Cataluña, País Vasco y Galicia.
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Represión y persecución a la oposición de manera sistemática y planificada.
Los grandes pilares del régimen franquista fueron la Falange, la Iglesia Católica y el ejército, siempre fiel a Franco. La Falange, como partido único, controló la vida social y económica mediante instituciones (Frente de Juventudes, Sección Femenina y Organización Sindical). La Iglesia impuso el catolicismo en lo público y privado (Nacionalcatolicismo), y muchos dirigentes franquistas procedían de instituciones religiosas como el Opus Dei.
Para ganar el apoyo de las democracias occidentales el régimen trató de institucionalizarse, elaborando unas Leyes Fundamentales (Fuero de los Españoles y el del Trabajo, Ley de Principios del Movimiento Nacional, Ley de Referéndum, etc.) que establecían los principios ideológicos, los derechos fundamentales del individuo y la naturaleza, la organización del Estado y sus instituciones. Por ejemplo:
-Ley Constitutiva de las Cortes, cuyos miembros
(procuradores) eran nombrados desde el poder y tenían una función meramente consultiva.
–Ley de Unidad Sindical. Se organizaron los Sindicatos Verticales, que integraban en un mismo sindicato al patrón y al obrero de un mismo sector productivo (agrupados por ramas). Los altos cargos sindicales estaban controlados por falangistas (designación de arriba a abajo).
-El territorio español se estructuraba en municipios y provincias, a cargo de los alcaldes y gobernadores civiles, respectivamente, nombrados a dedo por el régimen.
En definitiva, estas medidas eran tan solo una fachada para ocultar la realidad del régimen: la férrea dictadura militar de Franco y el poder absoluto que mantuvo hasta su muerte.
1.- Señala los argumentos utilizados por la Asamblea General de la ONU para negar a España su ingreso en este organismo. (1p)
En Diciembre de 1946, apenas un año después del final de la II Guerra Mundial, la ONU rechazó el ingreso de España en este nuevo organismo surgido de las conferencias de paz. En el primer párrafo considera al régimen de Franco como “fascista”, señalando vínculos ideológicos con los regíMenes de Hitler y de Mussolini, de los que recibíó apoyo durante la Guerra Civil española. En el segundo párrafo, acusa a Franco de la ayuda que brindó a las potencias del Eje durante la II Guerra Mundial. A pesar de que en los inicios del conflicto el general declaró la neutralidad de España, tras las caída de Francia (1940), proclamó la no beligerancia favorable a las potencias del eje. El apoyo más significativo fue el envío a Rusia de más de 40.000 soldados españoles que lucharon frente a los nazis (la División Azul). Por último, la ONU argumenta que el régimen franquista no representaba al pueblo español, y que hasta que no se transformara en democracia no sería posible su ingreso.
2.- ¿Qué consecuencias tuvo esta resolución en las relaciones internacionales y cómo marcará la vida política del país hasta 1959?
La ONU recomendó a los países miembros la retirada de sus embajadores en España, que quedó aislada en el nuevo clima internacional y agravó la difícil situación que vivía el país. La política de autarquía de Franco se había planteado como una forma de alcanzar la autosuficiencia, pero se convirtió en una necesidad vital. El Estado intervino el mercado y raciónó los productos de primera necesidad.
Desde finales de los cuarenta, la situación cambió: de la lucha contra el fascismo se pasó a la Guerra Fría contra el comunismo, que se había expandido por toda Europa oriental. La hostilidad hacia la URSS provocó un giro en la posición del bloque capitalista en tiempos de histeria anticomunista; que Franco fuera heredero del fascismo adquiríó menor importancia frente a su marcado carácter anticomunista y el valor estratégico militar de la Península. En consecuencia, la ONU revocó las sanciones planteadas y retornaron los embajadores. Se produjo la normalización internacional de la dictadura y en 1953 se firmó el Concordato con la Santa Sede, que legitimó moralmente al régimen y España ingresó en la ONU (1955).
En 1959 se finalizó el periodo de crisis y comenzó la expansión económica gracias al Plan de Estabilización. Finalmente, el respaldo al régimen vino de la mano del presidente americano Eisenhower que ese mismo año visitó España
Hacia 1957, la economía española se encontraba en una situación de miseria, debido al agotamiento de las reservas del Banco de España, un gran déficit comercial, la alta inflación y el fuerte desequilibrio presupuestario. El régimen franquista comenzó a realizar cambios para reorientar su política económica que culminaron en el Plan de Estabilización de 1959, el cual pretendía sustituir la política intervencionista, proteccionista y autárquica anterior por una más liberal, aperturista y moderna.
En los años sesenta se pusieron en marcha los Planes de Desarrollo Económico Social para impulsar la actividad económica del sector público y ofrecer ayudas a los inversores privados. Con estos planes se pretendía conseguir el crecimiento del producto nacional, el pleno empleo, un mejor reparto de la renta y la integración española en la economía mundial. También estimulaban la iniciativa privada con ventajas fiscales y prevénían la creación de polos de desarrollo.
Como consecuencia, se dieron una serie de transformaciones:
se expandíó la industria y la construcción, se transformó la agricultura y se modernizaron los servicios (en especial el turismo). Pero este desarrollo económico vino acompañado de grandes desequilibrios regionales, seguía dependiendo de factores externos (importación, inversión extranjera de tecnología…) y escaseaban los recursos públicos.
se produjo un boom de la natalidad, un descenso de la mortalidad y, gracias a la rápida industrialización, se dieron movimientos migratorios muy importantes como el éxodo rural. Destaca la intensa emigración de mano de obra hacia Europa (1960-1970).
se modernizó la estructura social gracias al incremento de los salarios y la mejora del nivel de vida (cobertura sanitaria, pensiones de jubilación, disminución del analfabetismo…); de una sociedad básicamente rural y muy polarizada se evoluciónó al predominio de las clases medias urbanas. En los años sesenta se fue implantando una nueva mentalidad laica y de consumo capitalista que, gracias al turismo y la movilidad geográfica, introdujo el uso de electrodomésticos como la televisión o el coche a las familias, junto a nuevas modas y costumbres procedentes de Europa.
En resumen, esta etapa del franquismo estuvo condicionada por la apertura y el crecimiento económico y una modernización social que reforzaron el fin de la dictadura, que incapaz de adaptarse al cambio de la mentalidad y las transformaciones sociales.