Portada » Historia » El Estado, la Nación y el Estado de Bienestar: Evolución y Retos
El estado es una estructura institucional que tiene dos tipos: genéricos y modernos. Este está conformado por cuatro rasgos:
El estado genera las instituciones que van a organizar la sociedad y se convierte en la máxima institución de la relación política porque es el que genera las normas que van a regir en la comunidad.
La nación es una población arraigada a un territorio, y para que haya nación es imprescindible que haya una homogeneidad cultural, un vínculo que se mantenga en el tiempo entre las personas, ya sea cultural como en Alemania o político como en Francia.
Los estados son incuestionables porque hay leyes y pueden ser uninacionales, plurinacionales o de grupos étnicos.
El estado moderno surge en la época de la monarquía absoluta en el siglo XVI. La función histórica de esta era crear el estado moderno y para ello implica la homogeneidad de la población a través de la educación, la exclusión de las confesiones religiosas y la construcción de una administración eficiente.
Construcción compleja que, a través de distintas políticas sociales, propone una distribución de rentas.
Surge por la crisis del estado liberal. Recibe el nombre de estado social, democrático y de derecho. Ese estado mínimo no ha funcionado y hay que apostar por un estado máximo, es decir, un estado que no solo cubra las tres funciones, sino que preste todos aquellos servicios que la ciudadanía muestre como necesidades. Quiere cubrir todas las necesidades de los ciudadanos y eso hace que el estado de bienestar se convierta en un estado inventor. El estado debe intervenir en el gasto privado mediante servicios sociales y tipos de interés, y por otro lado, el estado debe intervenir en el gasto público mediante los servicios sociales y el capital social.
La primera creación del estado social surge en Alemania, ya que allí surge el concepto del estado social con un propósito conservador y materialista que lo materializa Bismarck en los años 1890. Se configura el primer sistema de protección social de carácter contributivo, de carácter meritocrático, de prestaciones registradas y fomentando el mutualismo, donde los trabajadores autofinancian su trabajo y la implicación de las organizaciones sindicales en la gestión de sistemas de protección.
Bismark quería hacer frente al movimiento obrero, ya que este era muy autoritario, y su planteamiento crea burocracias que acaban asumiendo las energías del movimiento obrero y lo incorpora a la gestión de políticas sociales.
El problema es que el estado gasta más de lo que ingresa y esto, a la larga, tiene un poder de hundimiento. A raíz de esto, empieza a surgir una privatización y externalización de la gestión y los servicios públicos.