Portada » Historia » El Congreso del Movimiento Europeo y las condiciones para la integración de España en Europa
Es un texto de naturaleza política, una fuente primaria y un documento público. El Congreso se celebró del 7 al 8 de junio de 1962 en Múnich, Alemania. España empezaba a notar los efectos del Plan de Estabilización aprobado 3 años antes, que permitiría a España alcanzar un notable desarrollo económico. Unos meses antes, el gobierno de Franco había solicitado iniciar conversaciones para entrar en el Mercado Común Europeo. Autor colectivo. En el Congreso participaron 118 delegados españoles de todas las tendencias políticas antifranquistas excepto los comunistas, dirigidos por Gil Robles y Salvador de Madariaga. La finalidad era denunciar el carácter dictatorial y antidemocrático del régimen franquista y dejar claras las condiciones que habría que exigir a España para que pudiera integrarse en las instituciones europeas. Va destinado a la opinión pública internacional y española, aunque en este último caso la censura franquista impidió su difusión.
El tema principal del texto es el de recoger las condiciones que las instituciones europeas deberían exigir a España para poder integrarse en lo que entonces se llamaba Mercado Común Europeo (MCE).
Los participantes en el Congreso enumeran dichas condiciones de acuerdo con la Convención Europea de los Derechos del Hombre y la Carta Social Europea, ambos de principios de los 50, que recogían los derechos sociales y políticos básicos de los ciudadanos europeos y que eran requisitos fundamentales para integrarse en dichas instituciones según lo establecido en el Tratado de Roma de 1957. Entre otras, establece la necesidad de tener instituciones plenamente representativas que aseguren un gobierno democrático, un sistema judicial independiente, el respeto a los derechos democráticos básicos (expresión, reunión, asociación…), la existencia de organizaciones políticas y sindicales y el reconocimiento de los derechos de las comunidades naturales. En el último párrafo, los firmantes confían en que la situación política en España evolucione de manera pacífica hacia un sistema democrático que permita la incorporación de España a Europa.
A comienzos de los 60, el abandono de la autarquía y el inicio del Plan de Estabilización supuso un cambio notable en las condiciones socioeconómicas del país, donde ya se notaban un aumento del desarrollo económico, del consumo y del bienestar general. A pesar de todo, el régimen no estaba dispuesto a reformar lo que pusiera en peligro su poder.
La primavera de 1962 había conocido un repunte de la conflictividad laboral con una huelga minera en Asturias que se extendió a otros sectores industriales y a otras provincias, lo que provocó que el Gobierno decretara el Estado de Excepción en Asturias, Bizkaia y Gipuzkoa. En estos acontecimientos jugó un papel importante Comisiones Obreras (CC.OO.), sindicato de inspiración comunista, los cuales, a pesar de no participar en Múnich, constituían la principal fuerza clandestina de la oposición. El PCE había abandonado definitivamente la lucha armada y adoptado una política de»reconciliación naciona» que pretendía derribar la dictadura mediante una huelga general política para lo que necesitaba una amplia alianza con todas las fuerzas democráticas y antifascistas. En estos años asistimos al nacimiento de un fuerte movimiento de protesta estudiantil. Es ahora cuando el régimen perderá definitivamente el control de la Universidad, que se convertirá en un foco de agitación constante. También ciertos sectores de la Iglesia habían iniciado su alejamiento del Régimen.
En definitiva, la oposición democrática estaba respondiendo a los cambios sociales, económicos y generacionales que se estaban dando en el país, mientras el Régimen se negaba a realizar ningún movimiento. En este contexto, en febrero de ese año el Gobierno español había solicitado formalmente a la CEE iniciar conversaciones para su adhesión. La petición fue rechazada. La Europa democrática cerraba las puertas a la España de Franco.
Este documento fue leído en el Congreso del Movimiento Europeo, pero no se incorporó a las resoluciones finales. Apenas tuvo repercusión en la prensa europea, pero en España fue un auténtico escándalo. Franco reaccionó con dureza y, según fueron regresando los participantes en el Congreso, a algunos se les negó la entrada en el país, otros fueron detenidos y encarcelados y algunos incluso deportados. La prensa del Movimiento organizó una campaña para desacreditar al Congreso y sus participantes, calificando a la reunión de»Contuberni» y se organizaron manifestaciones de apoyo a Franco. Esta reacción sí que provocó duras críticas en el extranjero e hizo que la solicitud de España estuviera abocada al fracaso. Franco destituyó al ministro de información Gabriel Arias Salgado e intensificó la represión, deteniendo y ejecutando al año siguiente al dirigente comunista Julián Grimau y creando el TOP. En cuanto a las relaciones con Europa, en 1970 se firmó el Acuerdo Preferencial que dio muchas ventajas a España en sus relaciones económicas con Europa, aunque habrá que esperar hasta 1985 para integrarse en la Comunidad Europea como miembro de pleno derecho.