Portada » Español » El Barroco Español: Crisis y Esplendor en el Siglo XVII
El siglo XVII fue un período de profunda crisis y pesimismo en España. El país entraba en un proceso de irreversible decadencia política, económica y social:
El estilo barroco se esmeró por explorar al máximo las posibilidades expresivas del lenguaje. Dependiendo de si se preocupaban por la forma o por el contenido, los escritores barrocos tenían como objetivo la creación literaria a través de artificios que dotaran al texto de un cierto grado de dificultad.
Los conceptistas se preocupaban más por el contenido. Buscaban la asociación ingeniosa de ideas, para lo cual utilizaban frases cortas, antítesis, paradojas, contrastes y paralelismos. Uno de los recursos más apreciados era la dilogía o juego de palabras (tanto en prosa como en verso). Francisco de Quevedo es el máximo exponente de esta corriente.
Los culteranos se preocupaban más por la expresión. Pretendían crear un mundo de belleza sensorial a través de un lenguaje estético, brillante y colorista. Predominaban las metáforas oscuras y difíciles de entender, el hipérbaton exagerado y los cultismos tomados del léxico latino. Esta corriente se desarrolló principalmente en verso, y su máximo representante fue Luis de Góngora.
Los temas del Renacimiento (amor, naturaleza y mitología) sufrieron la evolución que la actitud barroca imponía. El tema amoroso conservó las imágenes petrarquistas, pero el Carpe Diem adquirió tintes pesimistas. Predominaba el sentimiento de querer eternizar el amor, que prevaleciera más allá de la muerte. En Quevedo, la temática amorosa y mitológica se parodiaba.
La producción en prosa fue extensa y con una amplia variedad de géneros. Algunos géneros, como las novelas de caballerías, dejaron de cultivarse tras la publicación de El Quijote. Surgieron obras satíricas y festivas, prosa doctrinal y obras de crítica literaria.
Características:
El Buscón, de Quevedo, relata la desventurada vida de Pablos, hijo de un ladrón y una bruja. Viaja con don Diego a la Universidad de Alcalá, pero cuando se entera de que su padre ha muerto en la horca, regresa a Segovia para recoger la herencia. Es encarcelado, sale de allí sobornando al juez y vive diversas situaciones que lo llevan a América, donde no consigue prosperar.
Pretendía hacer una crítica despiadada y cruel de todos los sectores de la sociedad. Había una burla agria tanto de temas como la mitología y el amor, como de la vida política y literaria. La obra fundamental de este género son Los sueños, de Quevedo.
Buscaba la utilidad, dando un contenido didáctico; conseguir novedad en la expresión a base de artificios; y buscar la agudeza intelectual para que el lector desarrollara su ingenio.
En España, el teatro se convirtió en el género literario dominante del Barroco. El Barroco no solo fue un hecho literario, sino que se convirtió en un acontecimiento social del que participaban todas las clases sociales.
La obra dramática de Lope de Vega (1562-1635), y en especial la publicación en 1609 de su Arte nuevo de hacer comedias, junto con su fecundísima creación teatral, fijaron el esquema de la llamada Comedia Española.
Las obras se representaban en los interiores de ciertas casas. Estos patios se denominaban corrales de comedias y se convertían en una auténtica fiesta popular.
Se entiende por Barroco la evolución que sufre el arte renacentista que culmina en el siglo XVII, cuando las obras de arte se recargan con adornos superfluos y los temas se centran en el desengaño y el pesimismo.
Transcurre bajo los reinados de los últimos reyes de la casa de Austria: Felipe III, Felipe IV y Carlos II. Es una época de contraste: decadencia política y social, y florecimiento artístico.
El escritor pretende impresionar los sentidos y la inteligencia con estímulos violentos, de orden sensorial, sentimental o intelectual.
Nació en Córdoba en 1561. Su padre fue juez y poseía una biblioteca bien dotada. Su madre también era de Córdoba. Góngora era el apellido materno, que utilizaba en primer lugar porque le sonaba mejor. A los 15 años fue a estudiar a Salamanca y llegó a ordenarse sacerdote a los 50 años. Residió algún tiempo en Madrid como capellán de Felipe III. Cuando murió el rey, tuvo problemas económicos, se empeoraron sus enfermedades y regresó a Córdoba, donde tuvo enfrentamientos con Quevedo, defendiendo sus ideas literarias. Murió en mayo de 1627.
También escribió numerosos sonetos, en los que predominan las sátiras a sus enemigos, entre ellos Quevedo y Lope de Vega. En el siglo XX se estudió a fondo su obra, y poetas como Rafael Alberti y Federico García Lorca recibieron la influencia de la poesía de Góngora.
Utiliza un lenguaje elaborado, muy culto, lleno de metáforas originales.
Nació en Madrid en septiembre de 1580 y murió en Villanueva de los Infantes (Ciudad Real) el 8 de septiembre de 1645. Estudió en Alcalá de Henares y Valladolid. Participó en la política de su tiempo como consejero del duque de Osuna en Italia. Sufrió cuatro años de prisión en la cárcel de San Marcos de León. Tuvo dos grandes pasiones en su vida: la política y la literatura. Ambas le ocasionaron disgustos.
La personalidad literaria de Quevedo resulta muy compleja: se unen en él el moralista riguroso, el satírico de afilado ingenio, el lírico de pureza exquisita y el escritor político de ideas claras. En toda su extensa y lograda obra demuestra su increíble dominio de la lengua.
Culteranismo | Conceptismo |
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Corriente literaria que cultiva la forma de las palabras dejando en un segundo plano su contenido. Pretende crear un mundo de belleza, impresionando para ello los sentidos con los más variados estímulos de luz, color y sonido, y con un lenguaje ampuloso y culto. | Corriente literaria que profundiza en el sentido o concepto de las palabras. Se puede definir como una agudeza mental que da preferencia a las ideas con el fin de impresionar la inteligencia, o como el deseo de decir mucho con pocas palabras. |
Recursos | Recursos |
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Máximo representante | Máximo representante |
Luis de Góngora y Argote | Francisco de Quevedo y Villegas |
Renacimiento | Barroco |
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Exaltación del mundo y del hombre. | Desvalorización de la vida y de la naturaleza humana. |
Exaltación del presente. | Angustia ante la muerte y la caducidad de la vida. |
Optimismo vital. | Pesimismo absoluto. |
Existencia vista como goce y motivo de júbilo. | Existencia vista como desengaño y problemas. |
Mentalidad abierta. | Mentalidad dogmática y pragmática. |
Armonía y equilibrio en las artes y en la literatura. | Desequilibrio y desmesura. Gusto por los contrastes. |
Valoración de la belleza absoluta. | Estimación de lo feo y lo grotesco como valor artístico. |
Veneración y respeto hacia los escritores clásicos. | Intentan superar a los clásicos y, a veces, les pierden el respeto (se atreven a burlarse tanto de los clásicos como de los escritores renacentistas). |