Portada » Arte » El Barroco: Arte, Arquitectura y Urbanismo en el Siglo XVII y XVIII
El término *»barroc»**, utilizado para describir la cultura artística europea de los siglos XVII y XVIII, ha evolucionado a lo largo del tiempo. En el siglo XVIII en Francia, adquirió un sentido estético negativo, siendo considerado por Rousseau como una»armonía confus». Durante el siglo XIX, esta valoración peyorativa se mantuvo, asociando lo barroco con lo excesivamente complicado, recargado y opuesto a las normas clásicas del Renacimiento.
El Barroco abarcó diversas formas de arte, incluyendo arquitectura, escultura, pintura, música y literatura. Como expresión cortesana, se utilizó para glorificar a los príncipes absolutos, reflejando su deseo de esplendor a través de proyectos monumentales. La Corte española de los Austrias Menores y la corte de Luis XIV en Francia son ejemplos de cómo el arte barroco se empleaba para emocionar al pueblo y legitimar el sistema político vigente.
Durante el barroco, Roma papal renovó la iconografía católica e impuso el gusto por las composiciones aparatosas, mientras en Países Bajos y regiones protestantes surgió un arte más secular. Se distinguen dos etapas: el barroco pleno con figuras como Bernini, y el Rococó hasta 1750 en cortes centroeuropeas. En urbanismo, se destacaron grandes plazas y monumentos, así como proyectos de embellecimiento urbano como remodelación de calles y construcción de parques.
Las características principales del Barroco en la arquitectura y el urbanismo incluyen:
* Ornamentación exuberante como esculturas, relieves, columnas salomónicas, cornisas curvadas y detalles dorados
* Uso de la luz y la sombra (chiaroscuro)
* Dinamismo y movimiento mediante el uso de líneas curvas, formas ondulantes y fachadas cóncavas y convexas
* Teatralidad y espacios emocionales, con el objetivo de conmover y conmocionar al espectador
Francesco Borromini (1599-1667), arquitecto barroco italiano nacido en Suiza, trabajó en Roma durante los papados de Inocencio X y Alejandro VII. Reconocido por su enfoque innovador, experimentó con formas arquitectónicas no convencionales, desafiando las normas tradicionales. Aunque menos influyente en urbanismo, dejó su huella en Roma durante el Barroco, inspirando a otros con su estilo dinámico y asimétrico, así como su uso magistral de la luz y la sombra.
Sus obras maestras incluyen la Iglesia de San Carlo alle Quattro Fontane, con su planta elíptica única y fachada ondulada construida entre 1638 y 1646, y la Galería Spada, terminada en 1636 que presenta una ilusión óptica de perspectiva forzada mediante la manipulación inteligente de elementos y luz.
Gian Lorenzo Bernini (1598-1680), destacado arquitecto, escultor y pintor italiano del período barroco, dejó un legado perdurable en Roma. Conocido por integrar escultura y arquitectura de manera única, concebía el espacio público de manera holística, enriqueciendo el tejido urbano con sus obras.
Su contribución más notable al urbanismo es la Plaza de San Pedro en el Vaticano, construida entre 1656 y 1667. Caracterizada por columnatas elípticas, crea un efecto de apertura hacia la Basílica de San Pedro, siendo un punto de encuentro monumental y teatral.
Otra obra emblemática es la Fuente de los Cuatro Ríos en la Plaza Navona, construida entre 1648 y 1651. Integró la fuente con esculturas alegóricas de los principales ríos del mundo, convirtiéndola en un punto focal para la vida social y cultural de Roma. Bernini demostró cómo el arte y la arquitectura pueden enriquecer la experiencia humana en el entorno urbano.
Tanto Borromini como Bernini comparten el estilo barroco en sus obras, caracterizado por la dramatización, dinamismo y exuberancia. Ambos fueron innovadores en sus respectivas disciplinas, experimentando con formas no convencionales y desafiando las normas establecidas. Utilizaron hábilmente la luz y la sombra para crear efectos dramáticos, destacando formas arquitectónicas y escultóricas.
Sin embargo, existen diferencias entre ellos:
* Borromini se centraba principalmente en la arquitectura, mientras que Bernini destaca también como escultor y pintor, lo que le permitió un enfoque más integral en sus proyectos.
* Borromini tendía hacia una estética más compleja y elaborada, mientras que Bernini mostraba un estilo más dinámico y emotivo en sus esculturas.
* Borromini destacó en el diseño de edificios individuales, mientras que Bernini dejó su huella en la creación de espacios públicos y monumentos urbanos.
Las creaciones de Borromini y Bernini sentaron los cimientos para el desarrollo de la arquitectura barroca en Europa y más allá. Su enfoque innovador en el diseño de edificios y espacios públicos, así como su habilidad para integrar la escultura y la arquitectura de manera cohesiva, han sido objeto de estudio y admiración por generaciones de arquitectos y diseñadores.
A pesar de tener estilos y enfoques distintos, compartían una pasión por la experimentación y la búsqueda de la excelencia artística, llegando así un legado duradero que sigue siendo objeto de admiración y estudio en la actualidad. Sus exploraciones con formas geométricas, manipulación de la luz y la sombra, y creación de espacios emocionales y dinámicos, han sido adaptadas por arquitectos y diseñadores contemporáneos.
Además, sus contribuciones al urbanismo de Roma durante el Barroco han dejado una marca indeleble en el paisaje urbano de la ciudad. Lugares emblemáticos como la Plaza de San Pedro y la Plaza Navona continúan siendo puntos de referencia importantes y lugares de encuentro para residentes y visitantes de Roma.