Portada » Arte » El Arte Islámico: Historia, Arquitectura y Decoración
El Islam, religión nacida en Arabia y predicada por Mahoma, ha dado lugar a un arte ecléctico que refleja influencias bizantinas, romanas y persas. Destacan especialmente la arquitectura, la ornamentación y la orfebrería.
La arquitectura islámica se caracteriza por:
Las mezquitas, casas de oración musulmanas, presentan diversas tipologías. Una de ellas consta de un patio porticado (sahn) con una fuente (sabil) para las purificaciones. El alminar o minarete, torre desde donde se llama a la oración, puede ser cilíndrico o poligonal. La sala de oraciones (haram) se divide en naves separadas por columnas. El muro de la Quibla, orientado a La Meca, alberga el mihrab, un nicho decorado que constituye el espacio más sagrado. La macsura es el oratorio del califa, junto al mimbar, desde donde el imán dirige la oración. Otro tipo de mezquita, como la Mezquita Azul de Estambul, muestra influencia bizantina.
Las madrazas, escuelas teológicas, se organizaban en torno a un patio con iwans en sus cuatro lados. Un iwan es una sala rectangular con tres muros y un lado abierto. Las madrazas también incluían celdas para estudiantes y baños.
Los palacios se dividían en tres partes: el harén (residencia del señor y sus mujeres), el mexuar (zona de visitas) y áreas para fiestas y actos públicos.
Las ciudades musulmanas, de crecimiento espontáneo, presentaban trazados irregulares. La medina, centro cívico, albergaba el comercio y la mezquita principal. La mayoría de las ciudades estaban amuralladas.
Con capital en Damasco, destacan:
Trasladaron la capital a Bagdad, aumentando la influencia oriental. Destaca el minarete de la mezquita de Samarra (Irak).
De la época tulónida, destaca la mezquita de Ibn Tulún en El Cairo.
Destaca la mezquita de Kairuán, con un minarete de tres cuerpos decrecientes, coronado por una cúpula.
Tras conquistar Constantinopla en 1453, la renombraron Estambul. Construyeron mezquitas como la de Solimán el Magnífico y la Mezquita Azul.
Destaca la mezquita de Isfahán.
El esplendor arquitectónico se inicia con Abderramán I y la Mezquita de Córdoba, con su doble arquería superpuesta de arcos de medio punto y de herradura, y capiteles de pencas. Del Califato destaca Medina Azahara (siglo X), ciudad-palacio amurallada de gran riqueza decorativa, hoy en ruinas.
Arquitectura menos grandiosa pero con una rica decoración barroca. Ejemplos:
Pueblos africanos que emplearon el ladrillo y la decoración con paños de sebka y mocárabes. Sevilla, centro artístico bajo los almohades, albergó la mezquita (hoy Giralda), de la que se conservan el Patio de los Naranjos y el minarete, construido en ladrillo, con paños de sebka y ventanas geminadas con arcos lobulados. También destaca la Torre del Oro, de planta poligonal.
Último reino musulmán en la península. Arquitectura profusamente decorada, con arcos de medio punto peraltados y bóvedas de mocárabes. Se introduce un nuevo tipo de soporte: columna con basa, fuste liso con collarinos, capitel cilíndrico o poligonal decorado, y un cuerpo cúbico con mocárabes. Destaca la Alhambra de Granada.