Portada » Magisterio » El Aprendizaje del Espacio y el Tiempo en Educación Primaria
Conocimiento de los comportamientos humanos.
Interdisciplinar.
Historia, Arte, Geografía, Demografía, Antropología Cultural, Ciencia Política, Sociología, Economía, Literatura, Filosofía, Música, etcétera.
Aprendizajes imprescindibles, planteamientos integradores, aplicación de saberes adquiridos. Permite integrar los aprendizajes en diferentes situaciones y contextos, orientan el aprendizaje.
Es preciso mantener coherencia con los documentos institucionales y debe pensarse y ajustarse al perfil del grupo, con actividades adecuadas, ricas en oportunidades de aprendizaje variadas, recursos y los objetivos lo suficientemente claros y coherentes con los contenidos como para poder evaluar el grado de consecución.
Se desarrolla con amplitud un tema y tiene una duración entre una semana y un mes. Se inscribe en la programación del aula y es elaborada por el propio profesor.
Es la forma en que el alumno procesa la información que tiene que estudiar.
Conjunto de decisiones programadas con el fin de que los alumnos obtengan determinados conocimientos o habilidades.
Uso concreto que se le hace de las metodologías, de los procedimientos y de las técnicas de trabajo como medio para la construcción activa de los aprendizajes, todo orientado a la consecución de una meta y de un fin.
Conjunto de acciones ordenadas y orientadas para el desarrollo de una capacidad.
Se refiere a todo lo que nos rodea y a diferentes conceptos en distintas disciplinas (Espacio físico, geográfico o exterior). En la percepción del espacio y en el período correspondiente a Educación Infantil y primer curso de Educación Primaria existen tres elementos importantes que dificultan y condicionan la evolución y son inherentes al niño en esa etapa evolutiva.
Dependiendo del entorno cultural en el que se mueve el niño y el estadio de desarrollo cognoscitivo en el que se encuentra, podemos hablar de un espacio subjetivo (11 años).
La Organización Espacial tiene dos componentes: la orientación (se desarrolla en el espacio perceptivo, figurativo o sensorial y es donde se aprenden las relaciones espaciales topológicas) y la estructuración (se desarrollan en el llamado espacio representativo, operativo o intelectual y es donde se aprenden las relaciones proyectivas y euclidianas).
El aprendizaje de la noción temporal presenta más dificultades que la adquisición de la noción espacial debido a la dificultad de ser captado por los sentidos y la experiencia.
Elementos que pueden ser utilizados como estructuras de apoyo para el desarrollo de las actividades propuestas.
Conjunto variado de medios, instrumentos, materiales y estrategias especiales de enseñanza-aprendizaje que, empleados y desarrollados adecuadamente, dentro y fuera del aula, contribuyen a elevar la motivación y mejorar el ambiente de las situaciones de aprendizaje.
Son la base del aprendizaje por descubrimiento, de la observación directa, la exploración y la investigación en el medio. Imprescindible para el conocimiento del medio. Conocer estos recursos significa disponer de una gran capacidad y variedad de posibilidades para trabajar dentro o fuera del aula.
De saberes o formas culturales cuya asimilación y apropiación por parte de los alumnos y de las alumnas se considera esencial para su desarrollo y socialización. Constituyen la respuesta que una sociedad da en un momento histórico dado a la gran cuestión de cómo y con qué culturalizar a la generación joven.
Deben abarcar todos los aprendizajes que los alumnos deben alcanzar para desarrollarse en todas las capacidades: cognitivas, afectivas, de inserción social, morales, etcétera, que han marcado la educación. Por ello, es preciso estimular comportamientos, adquirir valores, actitudes, habilidades de pensamiento, además de conocimientos.
Su función es obtener información para reflexionar y replantear las acciones de manera que sean lo más adecuadas posibles al aprendizaje de los alumnos. Se interesa igual tanto por los resultados obtenidos como por los procesos seguidos. No se debe concretar tan solo en la calificación final, sino que debe ser continua, formativa, de modo que permita constatar el aprendizaje de los alumnos y el propio proceso de enseñanza.
Son indicadores sobre los aprendizajes que deben conseguir los alumnos. Lo deseable es elaborar criterios centrados en el grupo de aprendizaje y la persona, que se adapten a la situación personal, social, cultural, que se contextualicen y ajusten a la realidad del alumno y grupo-clase.
Las técnicas deben ajustarse a la metodología, a las diferentes situaciones de aprendizaje y a los contenidos que se van a aprender. Las actividades de evaluación deben ser coherentes con los objetivos planteados, deben partir de ideas y conocimientos previos de los alumnos y permitir distintos ritmos en su consecución, de manera que cada alumno pueda seguir su propio proceso.
La evaluación, entendida como un proceso sistemático y riguroso, debe reunir las siguientes condiciones: objetiva, formativa, interactiva, continua y personalizada.
La evaluación, entendida como un proceso sistemático y riguroso, debe ser continua y para ello debe estar integrada en las actividades cotidianas del aula.
La evaluación, entendida como un proceso sistemático y riguroso, debe ser continua y para ello debe ser formativa y para ello ha de realizarse de manera continuada y no reducirse a exámenes y controles.
Los contenidos deben abarcar todos los aprendizajes que los alumnos deben alcanzar para desarrollarse en todas las capacidades: cognitivas, afectivas, de inserción social, morales, etc.
Para ello debemos generar conocimiento, estimular comportamientos, adquirir valores, actitudes y habilidades de pensamiento.
En cuanto a la aprehensión del tiempo: