Portada » Geografía » El agua: un recurso vital para la vida y su gestión
El agua es un recurso limitado, puesto que la cantidad disponible viene condicionada por su desigual distribución en el espacio y en el tiempo. Cerca de dos millones de personas viven en países que sufren estrés hídrico. Los problemas que presentan con relación al agua como recurso son el aumento en su consumo y su escasez. Las prácticas agrícolas y las actividades industriales y urbanas, así como el aumento de la población y la mejora en la calidad de vida en la sociedad, hacen que se incrementen los requerimientos del agua.
Mejorar eficiencia en el uso del agua, repartir de forma solidaria el agua disponible, introducir nuevas tecnologías en las industrias, aplicar políticas hidráulicas que se basen en eficiencia, ahorro, reutilización y reciclado del agua.
Los océanos aportan agua líquida que se convierte en vapor, los continentes aportan agua líquida que se convierte en vapor, la atmósfera aporta vapor que se convierte en agua líquida (precipitaciones).
El agua disponible destinada a cubrir las necesidades del ser humano se localiza en los continentes en estado líquido. Para disponer de mayores cantidades de agua dulce y con ello lograr mayor eficiencia, se han construido presas y embalses, se controla la explotación de acuíferos y se realiza la recarga artificial, recolección del rocío, trasvases y desalación. En un futuro se plantean la cobertura de presas y la generación de lluvia artificial.
Urbanos (cubren necesidades del hogar, comercio o servicio público), industriales (refrigerante, materia prima, receptor de vertidos), agrícolas (riego), energético (refrigerar en centrales nucleares y producir electricidad), navegación y ocio, usos ecológicos (mantener equilibrio de ecosistemas acuáticos y conservar su biodiversidad).
Cantidad de agua que requieren los usuarios para satisfacer sus necesidades.
Cantidad de agua desplazada desde un recurso natural.
Parte del agua extraída y destinada a los usuarios.
Parte del suministro que se utiliza de manera efectiva.
Pretende la ordenación de los usos del agua, el aumento de la eficiencia de los mismos y el aporte de soluciones de carácter técnico cuando no existan otras posibilidades para hacer frente a las demandas.
Cambios en sistemas de riego, mejora en las prácticas de gestión de agua, reutilización del agua residual depurada para el riego.
Empleo de instalaciones de bajo consumo, adopción de los precios del agua, aplicación del paisajismo xerófilo, planificación urbana, reutilización de las aguas residuales domésticas, educación ambiental.
Construcción de embalses, trasvases, actuaciones sobre los cursos de los ríos, desalación del agua del mar o salobre (procedimiento de filtración mediante membranas: mecanismo de alta presión, la separación de agua y sal se realiza a través de membranas semipermeables que permiten el paso de agua, obteniéndose agua desalada), control de explotación de acuíferos.
El agua es un bien nacional, un recurso escaso por lo que es necesaria una planificación de la política hidráulica. La administración central es responsable de los problemas de cantidad y calidad de las aguas. Se encarga de la redacción del Plan Hidrológico Nacional. El Consejo Nacional del Agua es un órgano consultivo que puede proponer, entre otros, líneas de investigación tecnológica para conservar, recuperar, tratar y economizar el agua. En 1926 nacieron las Confederaciones Hidrográficas de Cuenca (organismos gestores). En 1991 se crea un nuevo organismo llamado Dirección General de Calidad de las Aguas, cuyo objetivo es preservar y restaurar la calidad del medio hídrico. La planificación hidrológica en España hace hincapié en los siguientes objetivos: aumentar la disponibilidad del agua, proteger la calidad del agua, racionalizar los usos del agua y conseguir que los españoles satisfagan sus demandas de agua.
Entre sus objetivos destacan: lograr el buen estado del dominio público hidráulico y de las masas de agua, gestionar la oferta de agua y satisfacer las demandas de agua presentes. Para lograr sus objetivos, se propone la coordinación de los distintos planes hidrológicos de cuenca y medidas como la desalación de agua de mar, reutilización y depuración de aguas residuales, canalización de agua de lluvia, reposición artificial de aguas subterráneas, etc.
Conjunto formado por el relieve, el agua, los seres vivos y las construcciones antropogénicas.