Portada » Historia » Eje cronológico de la primera Guerra Mundial
Desmonomamiento de I-O y aprovechamiento
F detiene a A, para no atacar R
Alemania intentar romper frente a occ
.Británicas intentar romper frente a occ
Alemania firmo este tratado
18870-1914- muerte de GI sube al trono GII con la política mas agresiva
A rápida victoria a F para luego atacar R
organización internacional basada en L14 del presidente Wilson
En la segunda mitad del Siglo XIX la situación política de los Estados europeos era muy diversa:
● Los países con sistemas políticos autoritarios, como Alemania y el Imperio
austro-húngaro, tenían monarquías en las que el rey concentraba casi todos los poderes, y
Parlamentos, aunque estos no podían oponerse a las decisiones del monarca. Había una
gran diversidad étnica y cultural, y la población carecía de la mayoría de los derechos.
● Los países con regíMenes liberales, como el Reino Unido o Francia, fueron
consolidando su sistema político, afianzando la división de poderes y reconociendo
nuevos derechos, como la libertad de expresión y de asociación.
● El Imperio ruso estaba gobernado por una autocracia, en la que el zar concentraba
todos los poderes y era la máxima autoridad religiosa. En el Imperio había una gran
diversidad étnica, a los que la política zarista impuso la lengua y cultura rusas.
● En Estados Unidos se produjo una gran expansión territorial y los nuevos territorios
fueron colonizados por pobladores blancos. Los Estados del sur eran esclavistas, mientras
que los Estados del norte habían abolido la esclavitud. En 1860 fue elegido presidente
Abraham Lincoln y, al año siguiente, comenzó la guerra de Secesión (1861-1865), que
terminó con el triunfo de los Estados del norte y la esclavitud fue abolida.
● Japón dejó de ser un país feudal con una economía agraria y se convirtió en un país
industrializado y occidentalizado. Se inició la era Meiji, en la que Japón se occidentalizó.
El imperialismo
El imperialismo implicaba la extensión del dominio de un país sobre otros. El país que
conquistaba era la metrópoli, y los territorios conquistados, las colonias. Se debíó a varios
factores: económicos, en busca de lugares en los que obtener materias primas baratas y vender
sus productos; religiosos, en los que la labor misionera de la Iglesia católica y protestante tuvo
gran importancia; políticos, por las exigencias estratégicas de las grandes potencias; e
ideológicos, debido a que los occidentales creían que la raza blanca era superior y pensaban que
tenían la misión de civilizar a esos otros pueblos.
El Imperio británico fue el mayor de la época. Tenía colonias por todo el mundo, de las cuales
la más importante fue la India. El Imperio francés fue el segundo más importante, con grandes
territorios en África. La expansión colonial produjo conflictos entre las potencias. Para
solucionarlos se reuníó la Conferencia de Berlín, en la que las principales potencias se repartieron
el continente africano. Se establecieron tres formas fundamentales de dominio: colonias (bajo
soberanía y administración de la metrópoli), protectorados (la política exterior era controlada
por la metrópoli y la interior por las autoridades nativas) y concesiones (territorios
independientes de los que los colonizadores obténían ventajas comerciales).
La colonización sentó las bases de una administración y una organización política modernas,
pero las fronteras se trazaron sin tener en cuenta las diferencias de las poblaciones autóctonas,
ocasionando graves conflictos tras la descolonización. Las metrópolis explotaron los recursos
naturales de las colonias en su propio beneficio y las poblaciones nativas fueron desposeídas de
sus tierras. Se convirtieron en mano de obra barata y no se beneficiaron de las infraestructuras
construidas. Los colonizadores ocuparon los niveles más altos de la sociedad colonial y los
indígenas fueron marginados. Se dio una crisis de las culturas autóctonas.
En el último tercio del Siglo XIX y principios del xx se formaron en Europa dos bloques militares,
la Triple Alianza y la Triple Entente. Los intereses coloniales y las ambiciones en los
Balcanes acabaron provocando la Primera Guerra Mundial.
Tras su unificación, Alemania se convirtió en la gran potencia gracias a Bismarck. Este ideó un
sistema de alianzas (Alemania, Austria y Rusia, y más tarde Italia) que tenía como objetivo aislar
a Francia y mantener el equilibrio en los Balcanes. Tras la dimisión de Bismarck en 1890, se
inició la Paz Armada, en la que las potencias europeas se agruparon en los dos bloques
militares: la Triple Alianza (Alemania, Austria e Italia) y la Triple Entente (Francia, Rusia y Reino
Unido). El temor mutuo llevó a una carrera de armamentos. Las cuestiones coloniales fueron una
fuente continua de problemas. El Imperio otomano se desmoronaba, y Austria y Rusia
pretendían aprovechar esta situación para aumentar su poder en la zona.
El 28 de Junio de 1914, el heredero del Imperio austro-húngaro, el archiduque Francisco
Fernando y su esposa fueron asesinados durante una visita oficial a Sarajevo (Bosnia). El Imperio
austro-húngaro declaró la guerra a Serbia. Alemania declaró la guerra a Rusia y a Francia. El
Reino Unido declaró la guerra a Alemania. Así estalló la Primera Guerra Mundial y nuevos países
se fueron sumando al conflicto: el Imperio otomano y Bulgaria se unieron a los Imperios
centrales (Alemania y Austria-Hungría); e Italia, Rumanía, Grecia, Estados Unidos, China y
●
. Los alemanes pretendían derrotar rápidamente a
Francia para atacar después a Rusia, pero fracasaron en la batalla del Marne. Rusia lanzó
una ofensiva sobre Alemania.
Las tácticas defensivas de los ejércitos
superaban sus capacidades ofensivas, por lo que los frentes se estabilizaron. Ante la
estabilidad de los frentes principales, los aliados atacaron zonas secundarias. En paralelo,
se desarrolló el conflicto naval. La flota británica bloqueó Alemania, que contraatacó con
la guerra submarina.
El estallido de la Revolución bolchevique supuso la retirada de
Rusia del conflicto. Estados Unidos entró en la guerra a favor de los aliados y les dio una
gran ventaja.
Los alemanes firmaron en 1918 la paz
con Rusia mediante el Tratado de Brest-Litovsk. Trasladaron sus tropas al oeste y Francia
respondíó con un ataque en todos los frentes. Los Imperios centrales se rindieron:
primero Turquía, después Austria y finalmente Alemania, tras la abdicación del káiser
Guillermo II. El 11 de Noviembre de 1918 se firmó el armisticio entre Alemania y los
aliados, que puso fin a la guerra.
La Primera Guerra Mundial tuvo importantes consecuencias. Hubo grandes pérdidas
demográficas y materiales y, para sufragar los gastos de la contienda, muchos países se
endeudaron. Se firmó la Paz de París, el conjunto de tratados firmados por los países vencidos, en
los que los países vencedores (Estados Unidos, Francia, Reino Unido e Italia) les obligaron a
aceptar duras condiciones. Se buscaba impedir el resurgimiento de Alemania como gran potencia
y mantener aislada a Rusia para evitar el «contagio» revolucionario al resto del mundo. Se creó la
Sociedad de Naciones para mantener la paz y resolver los conflictos entre países mediante
negociaciones.
A principios del Siglo XX, Rusia seguía anclada en el Antiguo Régimen con la monarquía absoluta
de Nícolás II. Aunque existía un Parlamento, la Duma, sus poderes eran muy limitados. No había
libertades políticas ni derechos de las personas, y los opositores eran perseguidos con gran
dureza. Su economía seguía siendo fundamentalmente agraria, manteniendo la estructura feudal.
A finales del Siglo XIX se inició una tímida industrialización y crecíó el proletariado. Existían
distintas fuerzas políticas clandestinas opuestas al zarismo: el Partido Socialista Revolucionario,
el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso de ideología marxista (mencheviques y bolcheviques) y
el Partido Constitucional.
Las masas populares, descontentas, se dirigieron al Palacio de
Invierno en San Petersburgo para mejorar sus condiciones de vida. La respuesta de las
autoridades fue violenta y se saldó con muchos muertos y heridos (Domingo Sangriento).
Los campesinos y obreros se agruparon en sóviets (consejos o asambleas populares) y el
zar se vio obligado a hacer algunas concesiones, pero pronto incumplíó sus compromisos
y volvíó a gobernar sin contar con la Duma.
Las derrotas de la Primera Guerra Mundial
crearon un gran malestar que provocó huelgas y manifestaciones. Estalló una huelga
general, se creó un Gobierno provisional y el zar abdicó. Se formaron sóviets por todo el
país, controlados por los bolcheviques. Este doble poder (Gobierno provisional y sóviets)
creó una gran inestabilidad política. Lenin, líder de los bolcheviques, planteó la retirada
de Rusia de la guerra, la redistribución de la tierra, el control de las fábricas por los
comités de obreros, la autonomía para las nacionalidades y la entrega del poder a los
sóviets.
Los sóviets se apoderaron de los puntos estratégicos de la
capital, asaltaron el Palacio de Invierno y detuvieron al Gobierno provisional. Así triunfó
la revolución. Se creó el primer Gobierno bolchevique, presidido por Lenin.
Los partidarios del zarismo y los
defensores del sistema liberal intentaron acabar con la revolución. Los
contrarrevolucionarios crearon el ejército blanco, y los bolcheviques, el ejército rojo. Se
enfrentaron en una Guerra Civil (1918-1921), que terminó con la victoria de los
bolcheviques. Se adoptó una política económica conocida como «comunismo de guerra».
Los bolcheviques pasaron a denominarse Partido Comunista y se instauró una férrea
dictadura comunista.