Portada » Biología » Ecosistemas: Dinámica, Biodiversidad y Conservación
Un ecosistema es un sistema formado por la interacción entre una biocenosis o comunidad y unos factores abióticos o físicos del medio. Este sistema está autorregulado por las múltiples relaciones tróficas que se establecen dentro de él y que permiten un máximo aprovechamiento y reciclaje de los recursos.
Un ecosistema modelo es cerrado para la materia y abierto para la energía, capaz de autorregularse y permanecer en equilibrio dinámico a lo largo del tiempo. El ser humano rompe este equilibrio en su provecho, imponiendo su propio control.
La biocenosis de un ecosistema está constituida por las poblaciones de todas las especies que lo habitan. Población es el conjunto de individuos de la misma especie que vive en un lugar determinado y que mantiene intercambio genético.
Se refiere al conjunto de factores que impiden a una población alcanzar el potencial biótico. Estos factores pueden ser tanto bióticos como abióticos y regulan la capacidad reproductiva de una población de manera limitante. Estos factores pueden representar tanto recursos (como agua, refugio, alimento) como la interacción con otras poblaciones.
La resistencia ambiental está definida por factores que impiden que la población alcance su máximo potencial biótico:
Según sean los valores del potencial biótico (r) distinguimos dos estrategias reproductivas:
Los abióticos ya fueron estudiados en el tema anterior, pero es interesante mencionar aquí algunos conceptos. Cada especie responde de manera distinta a las variaciones de los factores de su biotopo, definiéndose así:
De acuerdo con esto se definen otros dos conceptos:
Es un modelo estabilizador, ya que se basa en un bucle de retroalimentación negativo.
Las poblaciones de depredador y presa evolucionan oscilando según un ciclo definido que se repite hasta que una de las dos especies desaparezca. Si hay abundancia de presas, un poco después aumenta la población del depredador hasta que la población de la presa empieza a escasear. Al poco tiempo, al no haber presas suficientes, la población de depredadores disminuye.
La gráfica presenta fluctuaciones, pero entre una gráfica y otra se observa una diferencia temporal, debido al diferente tiempo de respuesta de cada población estudiada. Se encuentra en equilibrio dinámico.
Un hecho bastante frecuente es el que un depredador se alimenta de distintas presas, con lo que su supervivencia queda asegurada al no depender exclusivamente de la abundancia de una única especie.
Relación binaria en la que un individuo, el parásito, resulta beneficiado a expensas del otro, el hospedante, que es perjudicado.
Dos tipos:
Este modelo es similar al de depredador-presa. La diferencia es que mientras el depredador se mantiene del capital (las presas), el parásito lo hace de los intereses, sin acabar con la víctima, porque supondría también su fin. En el diagrama causal, los encuentros no alteran la TM del hospedante.
Dos organismos de distintas especies se asocian para vivir en comunidad, obteniendo beneficio mutuo.
Sus poblaciones se mantienen más o menos estables, variando solo como consecuencia de factores ambientales.
Relación entre los individuos de una o más especies que, al utilizar un mismo recurso (alimento o territorio), no pueden coexistir. La competencia intraespecífica es más fuerte que la interespecífica, pues se tienen requerimientos idénticos, de modo que solo sobreviven los individuos mejor dotados de la población.
La competencia interespecífica contribuye a organizar y estructurar los ecosistemas, de modo que la especie mejor adaptada desplazará a las demás (principio de exclusión competitiva).
Conjunto de circunstancias, relaciones con el ambiente, conexiones tróficas y funciones ecológicas que definen el papel desempeñado por una especie de un ecosistema.
Si dos especies comparten un mismo nicho en el ecosistema, una de ellas será desplazada.
Si dos especies comparten el mismo nicho en ecosistemas muy alejados geográficamente, se denominan especies vicarias (canguro, bisonte y la vaca). Se distinguen dos tipos:
Biodiversidad es la riqueza o variedad de las especies de un ecosistema y la abundancia relativa de los individuos de cada especie.
Al comparar dos ecosistemas, es más diverso el que tiene un mayor número de especies y, además, tiene un mayor número de individuos por especie.
Un ecosistema más diverso es más estable debido al gran número de relaciones causales establecidas entre las especies.
De la Conferencia de Río, de 1992, parte la idea de que la biodiversidad engloba:
Desde que apareció la vida en la tierra, hace aproximadamente 3.500 millones de años, la extinción de las especies ha sido un fenómeno natural, producido principalmente por dos tipos de factores:
El Índice Planeta Vivo (IPV) muestra, mediante un indicador numérico, cómo ha cambiado la biodiversidad de la Tierra en los últimos 35 años.
Los factores directos que impactan y amenazan a las especies son cuatro:
Se llama sucesión ecológica al conjunto de cambios producidos en los ecosistemas a lo largo del tiempo.
La madurez ecológica es el estado en el que se encuentra un ecosistema en un momento dado del proceso de sucesión ecológica.
Comunidad clímax es la que representa la máxima madurez de un ecosistema, en equilibrio con el medio.
Regresión es el proceso inverso de evolución de un ecosistema provocado por causas naturales o por la acción humana. Se trata de un rejuvenecimiento.
Los cambios que se observan en los ecosistemas son:
La tala y quema de árboles provoca diferente grado de daño dependiendo de la intensidad con que se produzca y del tipo y estado del suelo. La deforestación con fines agrarios ha aumentado con el tiempo, sobre todo con los nuevos métodos de la agricultura mecanizada. La agricultura tradicional dejaba árboles y arbustos en las lindes y como setos, plantaba frutales… La agricultura mecanizada arrasa toda la vegetación autóctona.
La recuperación es más fácil en bosques templados que en los tropicales por existir más materia orgánica al descomponerse más lentamente.
La recuperación era más fácil tras el abandono cuando el entorno no había sido totalmente deforestado. Ejemplo: la dehesa.
Constituyen un factor fundamental, particularmente en la Península Ibérica y zonas de clima similar.
El fuego origina un rejuvenecimiento de los ecosistemas y, tradicionalmente, se ha usado para general pastos. Tras el incendio aparecen especies pirófilas, como las jaras, y desaparece el humus, dejando el suelo expuesto a la erosión y dificultando la regeneración del bosque.
La sucesión va a llevar más o menos tiempo según sean:
El mayor peligro para la biodiversidad en la actualidad, por la frecuencia, es la intensidad y generalización del fenómeno de invasión o contaminación biológica.
Las especies invasoras compiten y desplazan a las autóctonas por quitarles el alimento, parasitarias o contagiarles enfermedades, causando el declive de las poblaciones locales con profundas modificaciones del ecosistema.
El concepto de «bioma» fue propuesto por el ecólogo vegetal norteamericano Clements en 1916.
Un bioma es una comunidad de plantas y animales con formas de vida y condiciones ambientales similares e incluye varias comunidades y estados de desarrollo. Se nombra por el tipo dominante de vegetación.
Sin embargo, el complejo biológico designado bajo el término de bioma engloba también al conjunto de organismos consumidores y detritívoros del ecosistema. El conjunto de todos los biomas viene a integrar, por último, la biosfera. Según la latitud, los biomas terrestres que podemos encontrar en el planeta son: