Portada » Historia » Discurso de Federico Etxebarria, Replicación del ADN, El Intruso de Blasco Ibáñez, Transcripción y Traducción Genética, Mutaciones, Generación del 27, Ley de Abolición Foral y el Primer Batzoki: Un Recorrido por la Historia y la Biología
El 9 de diciembre de 1893, durante la Restauración y la industrialización de Vizcaya, Federico Etxebarria, director de la Liga Vizcaína de Productores y empresario vasco, pronunció un discurso en un *meeting* de protesta contra los tratados de comercio en el Centro de Negocios de Vizcaya, en Bilbao. El objetivo principal era protestar ante el gobierno para evitar la aprobación del tratado hispano-alemán. La naturaleza del discurso es político-económica, ya que se aboga por el proteccionismo para la industria.
La idea principal es la oposición al tratado comercial hispano-alemán, considerándolo «absurdo» y «funesto», y la defensa del proteccionismo. Las ideas secundarias se centran en las consecuencias negativas del tratado:
La industrialización, proceso de mecanización e industrialización, transformó las sociedades agrarias en industriales. En España, se basó en la industria textil catalana y la siderurgia vizcaína. La siderurgia, tras un primer intento fallido en Marbella (Asturias) por falta de financiación, se asentó en Vizcaya. La industrialización en Vizcaya se vio favorecida por la cercanía al Nervión, la riqueza minera y la proximidad a puertos para el comercio con Inglaterra. La burguesía invirtió en nuevas empresas y en la mejora de los procesos industriales. Se produjo la llegada de los altos hornos y la instalación del convertidor Bessemer, así como la construcción del ferrocarril, tranvías aéreos y el primer tendido eléctrico. Otros sectores como la industria metalúrgica, el ferrocarril, el sector bancario y la construcción naval crecieron espectacularmente.
La fuerte competencia de la industria europea, con más de medio siglo de funcionamiento, complicaba el desarrollo de la siderurgia en Vizcaya y otros sectores en España, que además tenían que afrontar la llegada de productos importados a precios más bajos. Durante la Restauración, el proteccionismo fue muy solicitado por burgueses y oligarcas para proteger la producción nacional, a diferencia del librecambismo, que promovía el comercio internacional y la eliminación de aranceles.
Durante el siglo XIX, la economía española estuvo protegida por altos aranceles. En 1869, Figuerola implementó una política librecambista, reduciendo los aranceles industriales pero protegiendo los productos agrarios. El sistema canovista estableció un régimen arancelario en 1891, que benefició a la siderurgia vizcaína, convirtiéndola en líder en la producción de hierro y acero.
La replicación del ADN es el proceso mediante el cual, a partir de una molécula de ADN progenitora, se sintetizan dos moléculas idénticas, con la misma secuencia que el ADN original.
La replicación comienza en un punto de inicio denominado OriC. Se inicia cuando una helicasa reconoce una secuencia específica de nucleótidos. Se forma una estructura llamada burbuja de replicación, con una dirección definida. La ADN polimerasa solo puede trabajar en dirección 5′-3′. Para completar la replicación, se eliminan los cebadores; para ello, se utiliza la ADN polimerasa, que actúa como exonucleasa y elimina los fragmentos del cebador anterior.
La ADN polimerasa es la enzima principal encargada de colocar los nucleótidos complementarios y formar las nuevas hebras. Necesita un fragmento con un extremo 3′ libre para comenzar a añadir nucleótidos de ADN. Estos nucleótidos son sintetizados por una enzima llamada ARN primasa. Las enzimas solo se desplazan en sentido 3′-5′. La ADN ligasa es la enzima encargada de unir los fragmentos de ADN mediante enlaces fosfodiéster.
«El Intruso», publicado en Valencia, ciudad natal del autor, en 1904, durante el reinado de Alfonso XIII, fue escrito por Vicente Blasco Ibáñez, escritor costumbrista, periodista y político. El tema central es la descripción de la vida de los mineros de Vizcaya. La naturaleza de la obra es social, ya que expone la situación de la clase obrera. Se trata de un texto público, destinado a un público amplio. Es una fuente histórica secundaria, ya que es una interpretación del escritor sobre hechos reales.
La idea principal es presentar las condiciones de vida de los trabajadores de las «montañas mineras». Las ideas secundarias describen estas condiciones:
Finalmente, el autor lamenta la falta de derechos que los trabajadores nunca llegarán a conseguir, porque siempre habrá alguien dispuesto a trabajar en el lugar de aquellos que «abandonaban la brecha».
Debido a la alta demanda de mano de obra, mucha gente, sobre todo de Castilla, emigraba a Vizcaya en busca de trabajo. Vivían en malas condiciones en los albergues de la empresa, cerca de donde trabajaban. Además, estaban obligados a comprar en las tiendas de la empresa para la que trabajaban. Los obreros solían vivir hacinados en la margen izquierda, cerca de las fábricas, y sufrían una gran explotación. El movimiento obrero tardó en llegar y, cuando lo hizo, fue liderado por los socialistas. Su principal forma de lucha eran las huelgas. La primera y más importante fue la de 1890, en la que pedían la reducción de la jornada laboral y la eliminación de la obligación de comprar en las tiendas de la empresa. La jornada laboral se redujo, pero la otra demanda no fue satisfecha.
La importancia del texto reside en que, a pesar de ser una novela y, por tanto, subjetiva, consigue plasmar la terrible situación que vivían los mineros día a día. La novela nos acerca a la realidad de los obreros. Poco a poco, el movimiento obrero fue cobrando fuerza y se siguieron realizando huelgas, aunque estas no tuvieron mucha repercusión debido al turnismo de los partidos, ya que lo que prometía un partido, el otro no lo cumplía.
La transcripción es el proceso por el cual, a partir del ADN, se genera ARN. Se pasa de una secuencia de bases nitrogenadas del ADN a una secuencia de bases nitrogenadas del ARN. Se realiza porque el ADN no puede utilizarse directamente para la síntesis de proteínas.
Características de la transcripción:
Elementos necesarios para la transcripción:
Fases de la transcripción:
Las mutaciones son cambios de distinto tipo que se producen en el ADN.
Las mutaciones se clasifican según diferentes criterios:
Un agente mutagénico es cualquier factor externo o interno que aumenta la probabilidad de mutaciones en el ADN. Estos agentes pueden provocar cambios en la estructura del ADN, alterando la información genética.
Ejemplos de agentes mutagénicos: radiación (como la ultravioleta), sustancias químicas (como el tabaco), factores biológicos y virus.
La traducción es el proceso de síntesis de proteínas que se lleva a cabo en los ribosomas, a partir de la información contenida en el ARN mensajero (ARNm), que es, a su vez, una copia de una secuencia de ADN.
En la traducción participan los tres tipos de ARN:
La Generación del 27 surgió en los años 20 y fue un grupo de intelectuales que se reunieron en el Ateneo de Sevilla para conmemorar el tricentenario de la muerte de Góngora. Constituyeron una auténtica generación literaria. Entre sus miembros se encuentran poetas como Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Federico García Lorca, Vicente Aleixandre y Luis Cernuda, entre otros.
La Ley de Abolición Foral se aprobó el 21 de julio de 1876, al comenzar la Restauración y al finalizar la Tercera Guerra Carlista. Se firmó en el Palacio Real. Cuatro días después, se publicó en la Gaceta de Madrid (el equivalente al actual BOE). Fue redactada por las Cortes conservadoras y firmada por Alfonso XII, hijo de Isabel II, y por Antonio Cánovas del Castillo, presidente del gobierno y artífice de la Restauración. El tema principal es la abolición de los fueros de las Provincias Vascongadas. Su naturaleza es jurídico-legal, ya que afecta a otras leyes. Estaba destinada a la nación, y especialmente a los afectados: los habitantes de las Provincias Vascongadas.
La idea principal es anular los fueros en las provincias vascongadas, ya que sus habitantes debían cumplir los «deberes […] de todos los españoles». Las ideas secundarias son, en primer lugar, la eliminación de la exención militar, estableciendo que tendrían que cumplir «el cupo [que les] correspondiera»; en segundo lugar, la supresión de la exención fiscal, indicando que tendrían que «pagar […] los impuestos». También se mencionan leyes anteriores que intentaron eliminar los fueros.
Los fueros, originarios de la Edad Media, existían en toda España. Con la llegada del Antiguo Régimen, los fueros fueron desapareciendo con los Decretos de Nueva Planta, quedando solo los fueros de las Provincias Vascongadas y Navarra. Con la llegada de los liberales, se aprobó la Constitución de 1812, que iba en contra de los fueros, ya que el artículo 8 establecía la igualdad fiscal. Sin embargo, los fueros se mantuvieron debido a la corta duración de la Constitución. Posteriormente, estalló la Primera Guerra Carlista entre liberales y absolutistas; estos últimos defendían los fueros. En 1837, se aprobó una nueva Constitución que también iba en contra de los fueros. Al finalizar la guerra carlista, con el Abrazo de Vergara, los absolutistas aceptaron a Isabel II y los liberales negociaron con las Cortes el mantenimiento de los fueros, promesa que se materializó en la Ley de Confirmación Foral del 25 de octubre de 1839. En 1841, Espartero negoció la eliminación de los fueros con Navarra mediante la Ley Paccionada, pero no lo consiguió con las Provincias Vascongadas. En 1844, Isabel II devolvió los fueros. Al finalizar la Tercera Guerra Carlista, los liberales buscaron eliminar los fueros de las Provincias Vascongadas, lo que dio lugar a esta ley.
A modo de conclusión, tras esta ley surgieron los Conciertos Económicos, que pretendían regular los impuestos que las provincias vascas debían pagar al Estado. Debido al desacuerdo de la población con los Conciertos, surgió el nacionalismo vasco, liderado inicialmente por Sabino Arana. La importancia del texto reside en el fin del régimen foral y en la estrategia de Cánovas para eliminar los fueros y establecer los Conciertos Económicos, respetando la autonomía de las Provincias Vascongadas.
El primer Batzoki euskaldun se inauguró el 14 de julio de 1894, durante la Restauración y un año antes de la fundación del PNV, en Bilbao, cuna del nacionalismo vasco. Fue fundado por Sabino Arana, ideólogo del nacionalismo vasco y fundador del PNV. El tema principal es el establecimiento de una serie de normas para el centro recreativo Batzoki. Su naturaleza es jurídico-política, ya que establece una serie de normas y presenta la ideología política del futuro partido. Estaba destinado a los interesados en el nacionalismo vasco, es decir, a un público específico.
La idea principal es establecer los estatutos del primer Batzoki, que se define como un «centro recreativo». Las ideas secundarias incluyen el lema del nacionalismo vasco y los planes de futuro. El lema «Jaungoikoa eta Lagi-zaŕa» (Dios y Leyes Viejas) refleja la importancia de la religión y los fueros. Respecto a Dios, se explica que es lo más importante. Respecto a los fueros, se indica que son las leyes tradicionales. También se mencionan las costumbres, la raza y el idioma. Finalmente, se anuncia la creación de «sub-batzokis» y la intención de crear una asociación, «Bizkai-Batzar», que sería el futuro PNV. Respecto a la organización, se nombran una serie de zonas con las que se pretende formar una confederación que comparta «lengua, costumbres, raza…».
Es significativo que el Batzoki se creara antes que el PNV. El objetivo era crear un espacio donde la gente pudiera compartir ideas y valores. Se pretendía crear una asociación que gestionara todos los batzokis, llamada «Bizkai-Batzar», que finalmente se convirtió en el PNV.
Sabino Arana tenía la intención de hermanarse con aquellos territorios que «encajaban» con Vizcaya y compartían historia, costumbres, religión y raza. Esto hacía referencia a los territorios vascos peninsulares y del sur de Francia. El lema «Jaungoikoa eta Lagi-zaŕa» tiene una gran importancia. Proviene de los carlistas. Sin embargo, el lema de Sabino Arana enfatizaba la preeminencia de Dios sobre los fueros. La religión estaba por encima de lo político para Sabino, quien se caracterizaba por una ideología fuertemente tradicional y religiosa. En cuanto a los fueros, pensaba recuperarlos, pero, al ser costumbres, consideraba que podían modificarse según la época. Además, defendía la independencia, a diferencia de Cataluña, que pedía autonomía. Para Sabino, el idioma vasco (euskera) era muy importante; lo estudió, creó una gramática y lo difundió. También daba gran importancia a la raza, considerando que se estaba perdiendo debido a la industrialización y a la llegada de inmigrantes («maketos»), que traían consigo diferentes costumbres y eran menos creyentes. Esto hacía que Sabino Arana se opusiera, en cierta medida, a la industrialización, que también consideraba que alteraba el paisaje rural tradicional de Vizcaya.