Portada » Español » Diferencias y Estilo en Don Quijote: Análisis Comparativo de las Dos Partes
Las dos partes de Don Quijote de la Mancha presentan diferencias sustanciales. En la primera, titulada El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, se incluyen poemas al inicio y al final, a diferencia de la segunda parte, titulada El ingenioso caballero Don Quijote de la Mancha.
Estructura y Narrativa:
Entorno y Tono:
Estilo y Recursos Literarios:
La segunda parte es considerada literariamente más perfecta. El ritmo es más firme, el estilo más seguro, y recursos como la ironía, el perspectivismo, la parodia y el humor alcanzan su máxima expresión. Desaparecen las descripciones extensas y hay menos acción. En la primera, el héroe está en proceso de construcción y la realidad es deformada por su locura; en la segunda, el lenguaje es más firme y uniforme, y las aventuras están influenciadas por el conocimiento literario de las precedentes.
Don Quijote es una parodia del género caballeresco en todas sus facetas, desde la estructura y las aventuras hasta los recursos técnicos y estilísticos.
Dinamismo y Movimiento:
Característico del Barroco, se observa un constante ir y venir de los personajes. Para mantener el interés, se anuncian aventuras mediante signos externos como ruidos y voces, utilizando oraciones breves que aportan sensación de movimiento y rapidez.
Perspectivismo:
Lo que por un lado es ficción, por otro es presentado como hecho histórico, con la intervención del historiador Cide Hamete Benengeli. La existencia de múltiples autores (Cervantes, Cide Hamete) permite un juego de perspectivas o visiones en relación a los personajes, la acción y el entorno. Las historias interpoladas aumentan este efecto.
Libertad del Creador:
Se manifiesta en la vaguedad o imprecisión en algunos detalles, como la incertidumbre sobre el nombre del hidalgo. Los personajes actúan y evolucionan como resultado de su propia libertad, sin determinismos.
Interpolaciones:
En la primera parte, buscan dar amenidad a la narración y representan la literatura dentro de la literatura, contribuyendo a la verosimilitud de los personajes de la historia central.
Ironía:
Presente en todas las situaciones y registros del lenguaje utilizados por los personajes, incluyendo vocablos coloquiales, juegos de palabras y la creación de nombres humorísticos. El registro culto imita lo literario, siguiendo la parodia, con rasgos cortesanos, caballerescos u oratorios.
Diálogo:
Uno de los mayores aciertos expresivos de la obra.
Otros Recursos:
La carta (misiva amorosa o satírica), el eufemismo, la hipérbole, la perífrasis, y recursos connotativos como la metáfora, la metonimia, la comparación, así como citas referentes a la historia, la mitología, la Biblia y la literatura.
El propósito de Cervantes era desacreditar la autoridad y popularidad de los libros de caballerías mediante una parodia burlesca, satirizando estas novelas que servían de escapatoria frente a una realidad histórica cada vez más crítica.
Influencia del Entremés de los Romances:
Abarca los primeros seis capítulos y el principio del séptimo, ofreciendo un amplio cuadro de la vida española.
Aparición del Falso Quijote:
Estimuló a Cervantes a publicar la segunda parte en 1615.
Ficción de la Fuente Histórica:
Cervantes finge recoger datos de los archivos de la Mancha. Al agotarse los documentos, encuentra el original árabe de Cide Hamete Benengeli, traducido por un morisco, lo que le permite hacer comentarios sobre la supuesta fuente y mantener un distanciamiento irónico, recurso común en muchos géneros renacentistas.
Erasmo, partidario de una literatura grave y didáctica, criticó las novelas de caballerías desde un punto de vista moral y estético. Consideraba que incitaban a la sensualidad y propugnaba una literatura verosímil. Los libros de caballerías, en su afán de presentar nuevas aventuras, se volvían cada vez más fantásticos, con un estilo pomposo, vacuo y arcaico, como imita Cervantes en Don Quijote.
En Don Quijote se observan ataques a la inverosimilitud y las mentiras de estas novelas. La influencia de Erasmo se advierte no solo en la crítica a los libros de caballerías, sino también en la ironía, el gusto por los refranes y la visión de la locura humana, inspirada en el Elogio de la locura.