Portada » Historia » Diferencia entre nobleza y burguesia
En el siglo XIX la sociedad estamental dio paso a una sociedad de clases, en la que la jerarquía social se organizaba alrededor de la riqueza. En la cima de esta estructura social estaban las clases altas, una alianza entre la vieja nobleza y la nueva burguesía enriquecida, que monopolizaron el poder político o económico, y los cargos públicos. Por debajo había unas reducidas clases medias y una gran masa con poco poder económico.
– LA VIEJA ARISTOCRACIA: Aunque perdió su hegemonía, la alta nobleza del Antiguo Régimen siguió teniendo gran poder e influencia durante todo el siglo. Esta vieja nobleza salió bien parada de la revolución liberal, pues la mayor parte mantuvo su patrimonio o lo engrandeció con la compra de bienes desamortizados. La viejo nobleza se sumó a una nueva nobleza titulada, que vino a formar la nueva élite cortesana desde el reinado de Isabel II, estrechamente vinculada a la burguesía de los negocios.
La burguesía fue una clase social de perfiles difusos; por esa razón, hoy se prefiere hablar de “burguesías”, en plural, y de “mentalidad burguesa”. El signo distintivo estaba en que las burguesías se dedicaban a los negocios, a ganar dinero, y se definían por el “espíritu de empresa o de negociante”, además de poseer grandes patrimonios. En esta clase social se incluían banqueros, industriales, comerciantes importantes, grandes terratenientes, altos cargos del Estado. La mayoría vivía en Madrid o Barcelona en las formas o pautas sociales tendían a imitar a la aristocracia. Hubo pues una confluencia de intereses entre nobleza y burguesía. La “conciencia burguesa” tiene como elemento de cohesión los negocios y el dinero. Podemos dividirla en cuatro grandes grupos:
. La burguesía dedicada al comercio.
. La burguesía industrial: Surgida sobre 1840 en la ciudad de Barcelona, con trazos que la identifican: el liberalismo conservador y la defensa del proteccionismo.
. La burguesía financiera: Se dedicaba a las inversiones especulativas, como la construcción ferroviaria, el comercio de esclavos, la bolsa o la propiedad inmobiliaria.
. La burguesía agraria: Formada por los “labradores ricos”, beneficiados por la desamortización, dentro de la cual hay una escala de grandes y medianos propietarios. Nutrían el grupo de los caciques desde el reinado de Isbel II. Carecían de espíritu de empresa, de mentalidad capitalista y, por lo tanto, de mentalidad burguesa.
Un grupo en crecimiento, pero aún con poco peso demográfico en el siglo XIX, era el de las clases medias, o, como se les chamaba en la época, “clases productivas”. La frontera social de este grupo era difusa.
. La clase media rural estaba formada por labradores propietarios medianos, no terratenientes.
. La clase media urbana, más numerosa e influyente, la integraban comerciantes, dueños de talleres, funcionarios, profesionales liberales, profesores, periodistas, clero y rentitas.
Constituyeron un grupo muy influyente en el país durante el siglo XIX, porque formaban la administración, tanto local como estatal, y en gran medida controlaban los servicios básicos y la actividad productiva. Fue un grupo con gran compromiso político.
Su papel fue esencial en la construcción del Estado liberal y en la evolución política y socioeconómica.
– EL CAMPESINADO: La mayor parte de la población durante el siglo XIX vivía en el medio rural en tareas vinculadas al campo. Dos de cada tres personas vivían en el campo o trabajaban en él. Hubo pocos cambios durante este siglo en su forma y composición de vida, aunque desde la década de 1870 se inició un lento éxodo rural hacia las ciudades industriales o de servicios. La llamada “reforma agraria liberal” dio como resultado la privatización masiva de la tierra o el desplazamiento de muchos campesinos que cultivaban tierras con bajas rentas. El prototipo mayoritario de campesino era el jornalero, sobre todo en el sur (Extremadura, Andalucía, Castilla la Mancha, Murcia), donde predominaban el secano y la gran propiedad (latifundios). Los jornaleros trabajaban parte del año, debido al ritmo de las tareas agrícolas, lo que producía un paro estacional. A esta circunstancia se añadía la necesidad de trabajar toda la familia, los bajos ingresos, los horarios de sol a sol y unas condiciones de vida penosas.
En las regiones del norte abundaban los pequeños y medianos propietarios, en el sur una oligarquía agraria controlaba la propiedad de la tierra y la sociedad rural en su conjunto.
– LAS CLASES BAJAS URBANAS: Aunque la población urbana era escasa, su papel fue fundamental en la organización social. La mayor parte de estos grupos se dedicaban al sector servicios, pero también sobrevivió un importante número de artesanos en los talleres, tras la desaparición del sistema gremial. Otro sector que cobró importancia fueron los obreros industriales.
Éstos se concentraban en pocas ciudades, como Barcelona. Las condiciones laborales y de vida de los obreros eran muy duras: Jornadas laborales entre 10 y 15 horas diarias, trabajo sin contratos, despido libre y ausencia se seguridad social y cobertura de paro.
7.4- LOS MARGINADOS: Conformaban un variado mosaico con ele elemento común de que no formaban parte del sistema productivo. Vivían de la caridad o quedaban a su suerte y delinquían o medicaban. Eran los pobres de solemnidad, que suponían el 4% de la población en lugares como Andalucía y Extremadura.