Portada » Historia » Diferencia entre liberales moderados y exaltados
11.3 Fernando VII: absolutismo y liberalismo. La emancipación de la América
Hispana.
El reinado de Fernando VII (1814-1833) se divide en 3 etapas:
El sexenio absolutista (1814-1820):
Finalizadas las guerras napoleónicas, en Europa se inicia un periodo conocido
Como la Restauración, por el cual los monarcas absolutos recuperaron sus tronos para
Restablecer los regímenes absolutistas. España no fue ajena a este proceso.
Nada más regresar Fernando VII a España tras el Tratado de Valençay (1813),
Recibió el apoyo de algunos sectores absolutistas deseosos de restaurar el viejo sistema,
Como el general Elio, y un grupo de diputados absolutistas que habían participado en las
Cortes de Cádiz que le presentaron el llamado Manifiesto de los Persas, en el cual le
Pedían que anulase toda la obra legislativa de aquellas cortes y restableciera el orden
Anterior. Así Fernando VII decidió finalmente por un decreto en Valencia por el cual
Ordenó suprimir la Constitución, aunque se comprometía a convocar unas cortes
Ordinarias. Así Fernando VII entró en Madrid como rey absoluto, e inició la persecución
De los liberales.
El país estaba deshecho por la guerra, paralizada su economía y la hacienda en
Bancarrota, pues además se había iniciado la emancipación americana que perjudicó al
Comercio. El descontento se extendió entre los liberales, muchos de ellos tuvieron que
Exiliarse, otros, organizados a través de sociedades secretas como la Masonería,
Conspiraron contra el gobierno y la camarilla con la que Fernando VII consultaba los
Asuntos y tomaba las decisiones, más que con los propios ministros. Algunos antiguos
Guerrilleros como Espoz y Mina, y militares como Porlier, tramaron pronunciamientos
Militar, pero fueron descubiertos y ajusticiados sus cabecillas. Finalmente triunfó en
1820 el levantamiento del comandante Rafael de Riego que estaba al mando de las
Tropas que concentradas en Cabezas de San Juan (Sevilla) debían zarpar hacia América
Para evitar su independencia. De esta forma Fernando VII se vio obligado a jurar la
Constitución de 1812, reflejándolo en la célebre frase: “Marchemos francamente y
Yo el primero por la senda constitucional”. De esta manera se retornaba a la
Legalidad de las Cortes de Cádiz, rota por el Golpe de Estado de 1814.
El trienio liberal (1820-1823).
Esta época supuso el primer ensayo de gobierno constitucional. El gobierno
Liberal restableció la situación anterior a 1814 continuando la obra emprendida por las
Cortes de Cádiz: supresión de los mayorazgos, de los gremios y de las aduanas
Interiores, libertad de creación de industrias, abolición de la Inquisición,
Restablecimiento de las libertades políticas y de los ayuntamientos constitucionales.
Pero entre los liberales surgieron diferencias en torno a la profundidad y el ritmo
Que debían alcanzar las reformar, terminando en una escisión entre:
Doceañistas o moderados: partidarios de un proceso reformador paulatino que
Estableciera una monarquía con soberanía compartida con unas cortes
Bicamerales.
Exaltados o veinteañistas: partidarios de la soberanía nacional y el sufragio
Universal para formar una sola cámara.
Desde 1822, en Cataluña, Galicia, Navarra y el norte del antiguo Reino de
Valencia se crearon zonas controladas por insurrectos, partidarios del
Absolutismo, instalando una regencia absolutista en la Seu d’Urgell.
El fin del régimen liberal llegó con el apoyo que las potencias
Absolutistas de Europa prestaron a Fernando VII. Un ejército de casi cien mil
Hombres, los “Cien mil Hijos de San Luis”, invadió el territorio español al mando
Del Duque de Angulema. Sin encontrar apenas resistencia, llegaron hasta
Cádiz, donde se había retirado el gobierno. De esta manera, Fernando VII
Pudo restaurar el absolutismo en 1823.
La década ominosa (1823-1833)
Se inició con una dura persecución de los liberales que se exiliaron masivamente
A Francia e Inglaterra. Pero el rey eligió a algunos ministros moderados como Cea
Bermúdez y Martínez de la Rosa, para que llevaran a cabo alguna reforma, pues era
Necesario estimular la economía hundida por la guerra, la emancipación de las colonias,
Y la ruina de la hacienda.
Estas tímidas reformas no satisficieron a nadie, las conspiraciones liberales
Continuaron y algunos de sus dirigentes fueron ejecutados: Rafael de Riego, el
Empecinado, Torrijos o Mariana Pineda. Los absolutistas por su parte, se fueron
Agrupando en torno al hermano del rey Carlos María Isidro, que esperaba heredar el
Trono, pues Fernando VII ya viudo, no tenía descendencia. Las perspectivas cambiaron
Cuando contrajo un nuevo matrimonio con María Cristina de Nápoles con quien tuvo
Una hija, lo cual provocaba un problema sucesorio. Por la ley Sálica, introducida por los
Borbones en el Siglo XVIII, no podían reinar las mujeres, pero Fernando VII después de
Muchas intrigas y tensiones en la corte, la abolió con una Pragmática Sanción que
Restablecía la tradición castellana por la que podía, si no había ningún hijo varón,
Heredar una mujer. Así la pequeña Isabel quedó como heredera con solo tres años al
Morir el rey. Los carlistas no aceptaron este desenlace y se levantaron en armas
Provocando una Guerra Civil.