3.1. Productividad:

Es la relación que existe entre la cantidad producida y la cantidad de recursos productivos empleados para su obtención. Para cada nivel de producción hay asociada una utilización de los recursos productivos.

3.2. Eficiencia productiva:

La eficiencia de la producción de puede alcanzar desde el punto de vista técnico y desde el económico. Se produce con eficiencia técnica cuando se obtiene el máximo partido, en términos de unidades producidas, a los recursos productivos disponibles. Se alcanza la eficiencia económica seleccionando la alternativa más barata entre las combinaciones técnicas eficientes. A la hora de producir, la eficiencia debe tener presentes aspectos de responsabilidad social o ambiental:
1. La gestión de la calidad (mejora del producto o los procesos).
2. La seguridad e higiene (dirigidos a proteger la salud de los trabajadores y a mejorar sus condiciones de trabajo). 3. El respeto al medio ambiente.

3.3. Los costes de la empresa:

El coste de la producción es el valor de los recursos productivos usados para fabricar un bien o un servicio. En relación con la cantidad producida, podemos distinguir entre:

Costes fijos:

aquellos que no varían al cambiar la cantidad producida.

Costes variables:

aquellos que dependen del nivel de producción. El coste total es la suma de los costes fijos y los costes variables. También podemos clasificar los costes en función de si se pueden o no asignar directamente al producto:

Costes directos:

se asocian directamente a la producción y se pueden asignar concretamente a cada producto.

Costes indirectos:

aquellos que afectan al proceso productivo en general o que son comunes a diversos productos y actividades.

3.4. El umbral de rentabilidad o punto muerto:

Dado un determinado precio de venta para un producto, una empresa puede calcular la cifra mínima de ventas que compensan todos sus costes, es decir, la que le permite no tener pérdidas. Dicha cantidad se llama punto muerto o umbral de rentabilidad.
Superado esto, la empresa empieza a obtener beneficios.
El punto muerto conjuga costes, ingresos, cantidades producidas y precios, de tal forma que es muy habitual su representación para así tener una visión global de estas magnitudes. El procedimiento es el siguiente:

Construcción de un diagrama de ejes:

en el eje vertical se representan los costes e ingresos, y en el horizontal la cantidad de producción.

Trazado de las rectas de costes:

los costes fijos se representan con una recta horizontal porque es una cantidad que no varía. La recta de costes variables es diagonal porque estos crecen conforme aumenta la producción.

Trazado de la recta de ingresos:

como el nivel de ingresos depende de la cantidad, la recta será diagonal, pero desde la intersección de los ejes, porque en un principio los ingresos son cero.

Obtención del punto muerto:

se alcanza donde se cruzan la recta de costes totales con la recta de ingresos, y se representa con Q. Por debajo de este punto se obtienen pérdidas y a partir del mismo se obtienen beneficios.

4. Valoración de las existencias:

Tanto en las empresas productoras como en las comerciales, el almacenamiento de los productos y mercancías supone:
1. Destinar una importante parte de sus recursos a existencias.
2. Que mientras la empresa no venda o use esas existencias, no recuperará lo que ha invertido en ellas.

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Costes de almacenamiento. Por ello, la dirección de la empresa debe conocer siempre el valor de los productos almacenados para planificar a corto plazo sus necesidades a tres niveles:

Productivo:

para ajustar producción y distribución.

Comercial:

para evitar la ruptura de stocks.

Financiero:

para conocer los recursos necesarios a la hora de realizar nuevos pedidos.

4.1. Valoración unitaria de existencias:

Se realiza según el precio de adquisición o según el coste de producción.

Precio de adquisición:

es el importe total de la compra, según la factura del proveedor, más todos los gastos que haya generado la operación.

Coste de producción:

es la suma del precio de adquisición de las materias primas u de los materiales consumidos en la fabricación, así como de la parte proporcional de costes no relacionados directamente con la fabricación.

4.2. Valoración conjunta de existencias:

Cuando no es posible valorar individualmente las existencias, la normativa vigente propone dos métodos:

Criterio PMP:

consiste en sumar el valor total de las existencias y dividir el resultado entre el número total de unidades.

Criterio FIFO:

con él, todas las partidas de existencias conversan el precio con el que entraron en el almacén y, en el momento de la venta, salen primero las unidades pertenecientes a las remesas más antiguas. Por otro lado, conviene saber siempre la cantidad y el valor de lo almacenado. Para ello, el control de los productos numerosos y poco diferenciados se ejerce mediante el llamado libro de almacén y sus correspondientes fichas de almacén. La mecánica de las fichas de almacén es sencilla. Cada fila se asocia con una operación de entrada o salida de existencias con el correspondiente desglose en unidades y precio unitario. La última columna refleja el valor real actualizado de las existencias en almacén después de cada una de las transacciones. Al ser de control interno, no interesa el precio de venta al exterior.