Portada » Filosofía » Descartes: Método, Cogito, Dios y la Realidad – Análisis Filosófico
Descartes se muestra insatisfecho con su formación, excepto con las matemáticas. Considera que la única garantía de verdad es el método, y solo encuentra verdad en las matemáticas. Afirma que la razón es única, por lo tanto, el saber es único y debe haber un solo método para alcanzar la sabiduría. Propone cuatro reglas:
El objetivo de Descartes es encontrar verdades absolutamente ciertas. Para ello, emplea la duda metódica, rechazando cualquier idea de la que sea posible dudar. Presenta tres motivos de duda:
De la duda radical surge la primera certeza: «Pienso, luego existo». Esta verdad es indudable, incluso ante la hipótesis del genio maligno. La existencia del sujeto pensante es la primera verdad por ser clara, distinta y resultado de la intuición. Descartes concluye que es una res cogitans, una cosa que piensa.
Siendo imperfectos, tenemos la idea de perfección, que debe provenir de un ser perfecto: Dios.
Las perfecciones que no poseemos deben provenir de un ser más perfecto, que es Dios.
La idea de un ser perfecto implica su existencia, ya que la existencia es una perfección.
Dios, al ser perfecto y veraz, garantiza la verdad de nuestras ideas claras y distintas.
Dios, al ser perfecto, no permitiría que nos engañemos sobre la existencia del mundo. Descartes identifica tres sustancias: Dios, el yo (res cogitans) y las cosas materiales (res extensa). Las cualidades de la res extensa se dividen en primarias (objetivas) y secundarias (subjetivas).
Descartes propone un dualismo entre alma y cuerpo, dos sustancias distintas e independientes. Utiliza la metáfora del piloto y el barco para ilustrar su interacción.
Las pasiones son percepciones que afectan al alma pero no se originan en ella. Son involuntarias e irracionales, y su valor depende del uso que se les dé.
La libertad reside en la voluntad del alma, que puede afirmar o negar las ideas del entendimiento. La libertad es la máxima perfección del hombre.