Portada » Geografía » Desarrollo y Desigualdad Global en el Siglo XXI
La globalización implica un mundo interconectado, con la difusión de modelos culturales y sociales a nivel global y una creciente interdependencia entre países. Este proceso, sin embargo, no afecta de manera uniforme a los movimientos de población a nivel planetario, al menos en el plano legal. La forma en que se lleva a cabo la globalización tiende a favorecer a los países más ricos y a perjudicar a aquellos en vías de desarrollo.
Las causas que impulsan la globalización se encuentran en:
Uno de los indicadores que mide la desigualdad en el desarrollo es el predominio de un sector económico sobre otro. Por ejemplo:
La desigualdad entre países también se mide mediante:
Estos indicadores revelan que la riqueza se concentra cada vez más en un menor porcentaje de la población mundial, mientras que la pobreza se extiende en el Tercer Mundo, afectando a un porcentaje cada vez mayor de la población. Algunos países, como China, experimentan un alto crecimiento económico, pero aún se encuentran en vías de desarrollo y su población tiene un nivel económico bajo.
Ejemplos de países intermedios del Segundo Mundo son Brasil, Filipinas, Indonesia y Tailandia. Los países más pobres se localizan en el África subsahariana, Asia meridional y del sudeste, y América Central y Andina.
Desde finales del siglo XX, los países ricos concentran el poder político y económico en tres áreas principales:
Existen también potencias regionales con influencia en zonas específicas:
Los países ricos se caracterizan por:
Los países pobres o en vías de desarrollo representan las tres cuartas partes de la humanidad. Se caracterizan por:
Las causas de la desigualdad se pueden dividir en:
Las migraciones o movimientos de población son causados principalmente por los desequilibrios Norte-Sur, es decir, las grandes diferencias en el nivel de vida entre países ricos y pobres. Estos desplazamientos tienen un alcance global, con millones de personas migrando largas distancias. Los movimientos de población son aún mayores entre países cercanos con grandes diferencias en el nivel de vida, como la migración de mexicanos a Estados Unidos o de marroquíes y argelinos a España.
Las migraciones pueden tener consecuencias positivas como:
Durante el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, se produjo una gran migración europea hacia Estados Unidos, Iberoamérica, Australia y África. A partir de mediados del siglo XX, el flujo migratorio se invirtió, con la llegada de población de África, Asia y América a Europa. En España, este cambio se produjo a partir de 1973-1975, lo que contribuyó al aumento de la natalidad, la población activa y la diversidad cultural.
Las ayudas a los países en desarrollo son insuficientes y provienen principalmente de Estados e instituciones internacionales, complementadas por las ONG. Se busca mejorar la situación de la infancia, la asistencia médica y la educación. La ONU ha creado organismos para coordinar la ayuda al desarrollo y ha convocado conferencias internacionales como la Cumbre del Milenio (2000) y la Conferencia de Monterrey (2002). La Cumbre del Milenio se centró en la paz, los derechos humanos y el desarrollo, mientras que la Conferencia de Monterrey buscó promover una globalización más equitativa. En 2005, se realizó una nueva cumbre para evaluar el progreso, concluyendo que los avances han sido lentos e irregulares debido a la falta de voluntad política por parte de los países más poderosos.