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Se trata del preámbulo del Decreto de Desamortización de bienes inmuebles
Que han sido desvinculados y expropiados por el Estado a las órdenes religiosas
Y conventos disueltos el año anterior, publicado en la Gaceta de Madrid el 21
De Febrero de 1836, es decir, entre los dos procesos desamortizadores que
Formaron el Decreto que aquí se defiende, el primero el 19 de Febrero y el
Segundo el 8 de Marzo. En este momento nos encontramos en la regencia de María
Cristina de Borbón ante la minoría de edad de Isabel II.Y el presidente del
Gobierno es Mendizábal Es un texto político e ideológico de fuente primaria. Su
Temática es política y económica.El autor es Juan Álvarez de Mendizábal.
Empresario y político liberal de origen gaditano que en Julio de 1835 fue
Nombrado ministro de Hacienda del moderado Conde de Toreno y en Septiembre,
Tras las sublevaciones de las Juntas Revolucionarias contra el Estatuto Real,
Fue nombrado presidente del gobierno hasta Mayo del 36, período en el que
Aprobó la desamortización. En Agosto del 36, tras la “sargentada”, volvíó como
Ministro de Hacienda de la mano del presidente Calatrava hasta Agosto de 1837
Período en el que se aprobó la Constitución de 1837.El receptor teórico es la
Regente Mª Cristina, aunque también tiene un carácter público al publicarse en
La Gaceta de Madrid, el Boletín Oficial del Estado de la época.
Fisiocratas
Del XVIII como G. Jovellanos, B. Ward o P. Campomanes ya apuntaban que la
Amortización de bienes raíces era causa estructural del atraso económico
Español.La primera desamortización la ordenó Godoy en plena Guerra de la
Convencíón con el objeto de amortizar deuda y conseguir recursos para la
guerra.
El resultado fue la pérdida del dinero en la guerra y la reducción del
Auxilio social de la Iglesia.Durante la Guerra de Independencia tanto José I
Como la Cortes de Cádiz elaboraron leyes desamortizadoras que quedaron sin
Efecto con la vuelta de Fernando VII.En el Trienio Liberal se suprimieron los
Bienes monacales pero de nuevo Fernando VII ordenó su devolución. Esto motivó
Que numerosos inversores pasaran al bando liberal .La desamortización de
Mendizábal se enmarca en plena Guerra Carlista. Se hizo en dos fases, en
1836 los bienes del clero regular masculino y en 1837 los del femenino. Además
Se aprobó el fin de los señoríos y su conversión en propiedad privada.Posteriormente,
En la Regencia de Espartero en 1841, se desamortizaron los bienes del clero
Secular. En 1844 y con Narváez en el poder se acabaron las subastas buscando la
Paz con la iglesia mediante el Concordato de 1851.La culminación del proceso
Desamortizador se produjo en 1855, durante el denominado Bienio Progresista
(Ley de Desamortización General del ministro Madoz) cuando se subastaron entre
Otras propiedades, las tierras de los municipios.
Con los gobiernos progresistas se inició la liberalización de la
Agricultura en base a tres medidas: la disolución del régimen señorial, la
Desvinculación y supresión de los mayorazgos y la desamortización.Las
Circunstancias que explican las medidas del gobierno son la necesidad de recaudar
Fondos para financiar la guerra carlista que había comenzado hacía tres años;
Sanear la considerable deuda nacional; el creciente anticlericalismo por el
Apoyo de amplios sectores de la iglesia al carlismo; la presión de los
Inversores del Trienio y por último y no menos importante, crear una masa de
Propietarios afines al liberalismo beneficiados por el reparto de las tierras.Y
Que activarían la producción agrícola.Mendizábal decretó la disolución de las
órdenes religiosas, excepto las dedicadas a la enseñanza y la asistencia
Hospitalaria y, a continuación, procedíó a realizar la incautación de sus
Propiedades. Estos bienes eran tasados y vendidos en subasta pública al mejor
Postor. De media las pujas en la subasta subían hasta un 220% lo que los hizo
Inalcanzables para los campesinos. El 20 % se pagaba al contado y el resto con
Deuda devaluada lo que beneficiaba aún más a la burguésía. En total resultaron
Vendidos el 62% de los bienes. Para el diputado coetáneo Florez Estrada se
Trató de una oportunidad perdida. Se podrían haber arrendado las tierras a los
Campesinos y a medio plazo dárselas en propiedad. Con las rentas obtenidas
Podrían conseguir los recursos para pagar la deuda. Pero Mendizábal no buscaba
La “justicia social” sino ganar una guerra y beneficiar a una clase social, la
Burguésía.
La Iglesia perdíó sus propiedades y sus fuentes
De financiación (censales-treudos, diezmos) provocando la reducción de su ayuda
Social. En 1845, buscando el acuerdo con la Iglesia, el Estado accedíó a la
Contribución de Culto y Clero por la que se comprometía al mantenimiento de la
Iglesia.La deuda del Estado, 14.000 millones, se redujo en 4.500 de los que 500
Fueron en efectivo y el resto en títulos de deuda pública. Además, al pasar
Esas tierras antes exentas de impuestos, a manos privadas, aumentaron los
Ingresos de la Hacienda. La producción agraria no aumentó ya que al no haber
Industrialización no hubo éxodo rural quedando en el campo gran cantidad de
Jornaleros y no se invirtió en maquinaria. Se pusieron en producción numerosas
Tierras marginales cayendo la productividad y provocando gran deforestación.
Pero tal vez la peor consecuencia fue que la burguésía invirtió en el campo lo
Que podría haber invertido en la industria.En el sur se reforzó el latifundio
Al convertirse los derechos señoriales con la ley de 1837 en propiedad privada
Y los antiguos siervos pasaron a ser jornaleros sin derechos. El campesinado
Fue así uno de los grandes perjudicados por el liberalismo lo que explica, en
Parte, su paso al carlismo en el norte y, más tarde, al anarquismo en el sur.
La Desamortización, ha sido por tanto juzgada a veces como la gran ocasión
Perdida para la modernización y reparto más justo de la tierra, lo cual se
Retomará en 1932 cuando el gobierno de Azaña impulse el proyecto de Reforma
Agraria.Políticamente la desamortización contribuyó a implantar la revolución
Burguesa desde arriba, siguiendo el modelo prusiano. Los nuevos propietarios
–antigua nobleza y burgueses inversores y especuladores- formarán la nueva
Elite política cuyo objetivo será hacer de España “el granero de Europa”.