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31
MAY
2024

Derecho de los Títulos Valores: Concepto, Características y Clases

by estudiapuntes
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Derecho de los Títulos Valores. Concepto, caracteres y clases. La letra de cambio, el pagaré y el cheque


Carecemos en nuestro Derecho de una regulación para los títulos-valores en general, aunque sí existe normativa legal para determinados títulos-valores: letra de cambio, cheque, pagaré, obligaciones, etc.
Se trata de documentos esencialmente transmisibles, siendo obvio que los títulos-valores fueron concebidos para permitir la más rápida, fácil y segura circulación de bienes y derechos, en respuesta obligada a las necesidades del tráfico mercantil. La idea básica es que el título o documento (en suma, un papel) incorpora o representa un bien (p.ej., unas determinadas mercancías) o un derecho (un derecho de crédito o cobro, p.ej.), y que transmitiendo el título o documento a otra persona se transmite el bien o derecho que el mismo representa.
 Mas hoy la anterior teoría tradicional se ha visto en buena parte superada, pues los títulos o documentos llegan muchas veces a desaparecer, viéndose sustituidos por anotaciones contables o informáticas (las llamadas “anotaciones en cuenta”), llegando a faltar el documento o materia, “desmaterialización de los títulos”.
En cuanto a las posibles clasificaciones de los títulos-valores, vamos a limitarnos a citar las que siguen, con sus características fundamentales:

 

a) Títulos emitidos individualmente (efectos de comercio)

caso, por ejemplo, del cheque que una persona emite o firma para pagar la ropa comprada en una tienda; y

títulos emitidos en serie o en masa (valores mobiliarios)

supuesto, por ejemplo, de las múltiples acciones que emite una sociedad anónima cuando se constituye o aumenta su capital, o de las obligaciones que la expresada emite para financiarse (los obligacionistas que suscriben las mismas prestan dinero a la sociedad) 

b) Títulos nominativos

, en los que aparece el nombre del titular o propietario;

títulos al portador

, en cuyo caso el documento designa como su titular a quien posea el mismo en un momento determinado (para su transmisión basta, en principio, con la simple entrega del documento a otra persona); y

títulos a la orden

, que designan como su titular a una persona concreta o a otra que aquélla o los sucesivos titulares legítimos designen en el propio documento, transmisión por “endoso” que no precisa ser notificada al deudor (lo que sí sería necesario en la transmisión de los títulos nominativos)

 

c) Títulos cambiarios

, que incorporan un derecho de carácter pecuniario, teniendo que destacar la letra de cambio, el pagaré y el cheque;

títulos de participación

, en referencia a los derechos y poderes que su titular posee en el ámbito de una organización social, caso del accionista o propietario de acciones en una sociedad anónima; y

títulos de tradición o representativos

, que atribuyen a su poseedor el derecho a la entrega de unas determinadas mercancías, supuesto, por ejemplo, de los resguardos de almacenes generales de depósitos (el poseedor del título puede disponer o transmitir a otra persona las mercancías entregando o transmitiendo el título representativo de las mismas) 

 La ley Cambiaria y del Cheque de 16 de julio de 1985 regula la letra de cambio, el pagaré y el cheque. 

La letra de cambio

es un título-valor que incorpora una orden incondicionada (tal orden no puede quedar sometida a condición alguna), dada por quien lo emite (librador), a otra persona (librado), de pagar a su vencimiento una suma determinada a un tercero (tomador, tenedor o acreedor cambiario).
Librador es la persona que expide, emite, libra o gira la letra, firmando la orden de pago que la misma contiene (crea la letra).
Librado es la persona a cuyo cargo se libra la letra, persona a la que va dirigida esa orden de pago, pero que solo se obliga cambiariamente (esto es, en virtud de la propia letra; sin perjuicio de que esté obligado, p.ej., por el contrato de compraventa de unas determinadas mercancías) cuando haga la declaración en la propia letra de que acepta pagarla al vencimiento (aceptación) 
Tomador o tenedor es la persona que recibe la letra y a la que se ha de hacer el pago.
Es posible la letra a la propia orden (“a la orden del propio librador”, art4.a), en cuyo caso el tomador es el propio librador (caso, p.ej., de que el vendedor libre a su propia orden la letra contra su comprador-librado) 
También puede darse la letra al propio cargo (“contra el propio librador”, art. 4.b), siendo en este caso librador y librado la misma persona (supuesto, p.ej., del que recibe un préstamo y se obliga a devolverlo con sus intereses el día pactado, entregando al prestamista-tomador una letra de cambio, que él, prestatario, firma como librador y en la que, además, figura como librado). 
La letra tiene un modelo oficial timbrado (Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados), y es que para que las letras de cambio tengan eficacia ejecutiva han de extenderse en el papel timbrado que corresponda a su cuantía (de haber más de 6 meses entre la fecha de vencimiento y la de libramiento, el impuesto que habría de pagarse sería el que corresponda al doble del nominal de la letra). 

  • o La aceptación de la letra de cambio (arts. 25 y ss.)

    es la declaración incondicionada del librado contenida en la letra por la que asume la obligación de pagarla a su vencimiento. El librado al transformase en aceptante, se convierte en el obligado cambiario principal y directo. Pero el librado, en tanto no acepta la letra, no está obligado cambiariamente a su pago. El librado es libre para aceptar o no la letra, y ésta no precisa para su validez la aceptación por parte del librado. Es necesario que la declaración de aceptación conste en el título y deberá ir firmada por el librado en forma autógrafa (de su puño y letra). 

  • o El endoso (arts. 14 y ss.)

    es la declaración contenida en la letra y suscrita por su actual tenedor, llamado endosante, transmitiendo la misma a otra persona, denominada endosatario; éste, cuando recibe el documento, se convierte en su nuevo tenedor legítimo, adquiriendo todos los derechos resultantes de la letra de cambio (fundamentalmente el derecho a cobrarla a su vencimiento). El endoso se realiza por el tenedor de la letra (endosante), mediante una cláusula escrita en ella o en su suplemento (papel que se adheriría a la letra, en el caso de que ya no quedasen espacios en la misma), que ha de ser firmada por él, con indicación de que se pague 38 al endosatario o nuevo tenedor. Puede haber sucesivos endosos (cadena de endosos). 

  • o El aval (arts. 35 y ss.)

    es la declaración cambiaria en virtud de la cual una persona, el avalista, garantiza el pago de alguno de los obligados cambiarios, el avalado. Ha de indicarse la persona avalada, que normalmente es el aceptante (aunque no sea tan usual, podría ser avalado cualquier otro obligado cambiario, es decir, el propio librador o un endosante). El aval, como declaración cambiaria que es, debe figurar en la letra o en su suplemento (papel que se pega a la letra), siendo necesaria, por supuesto, la firma del avalista. 

 Se establece la solidaridad entre todos los obligados cambiarios (librador, aceptante, endosantes y avalistas) frente al último tenedor de la letra, pudiendo proceder el portador de la misma contra todas las personas antes mencionadas, individual o conjuntamente (art.57). Recordar, no obstante, que el aceptante es el principal obligado cambiario, y en relación con ello ha de señalarse que el pago por el librado extingue el crédito cambiario.

El régimen del pagaré (arts. 94 y ss.)

 resulta similar al de la letra de cambio, aunque mucho más sencillo. El pagaré contiene una promesa incondicionada de un sujeto a otro de pagar una suma determinada a su vencimiento.
Tenemos, de un lado, la persona que emite el pagaré (que sería el equivalente al aceptante de la letra), denominada “firmante” (y no librador), y, de otro, a la persona a la que se ha de hacer el pago (tenedor). Se aplican al pagaré las normas de la letra relativas al endoso y el aval. No hay modelo oficial, pero la ley establece unas especificaciones, los bancos entregan a las empresas un talonario de pagarés y a las personas les entregan un talonario de cheques. El banco paga el cheque con el dinero del librador, y si este no lo tiene el cheque será devuelto con unos gastos de cancelación.

En cuanto al cheque o talón (arts. 106 y ss.)

 es un documento que contiene una orden incondicionada de su librador a un banco o entidad de crédito (librado, en el que el primero ha de tener fondos depositados) de pagar a la vista de su tenedor legítimo una suma determinada. El banco o entidad de crédito ha entregado previamente al cliente el correspondiente talonario de cheques (contrato de cheque). El cheque es pagadero a la vista, es decir, en el momento de su presentación al cobro (aunque este posdatado). También son posibles en relación con el cheque las figuras del endoso (ahora bien, de ser el cheque al portador se transmitiría con su simple entrega o tradición) y el aval. 

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