Portada » Ciencias sociales » Derecho a la Vivienda, Educación y Cultura en Argentina: Desafíos y Soluciones
El acceso a una vivienda digna, tal como lo establece el artículo 14 bis de la Constitución Nacional, es un bien básico e irrenunciable para el ser humano. El déficit habitacional, que incluye factores como el espacio insuficiente, la falta de agua potable o sistemas sanitarios adecuados, representa un problema significativo que debe ser abordado mediante una acción política integral, con la colaboración del sector empresarial, el fomento del ahorro y el esfuerzo personal.
En Argentina, el déficit habitacional aumenta cada año, con aproximadamente 3.000.000 de viviendas ocupadas en condiciones precarias. Este fenómeno se concentra principalmente en sectores de recursos limitados, donde un 80% de las familias no pueden acceder a una solución habitacional sin la asistencia de un préstamo o subsidio.
Existen organismos como el Banco Hipotecario Nacional que implementan programas de vivienda y otorgan préstamos para la construcción. En 1972, se creó el Fondo Nacional de la Vivienda (FONAVI) con el objetivo de apoyar la construcción de viviendas, aunque su efectividad se vio limitada debido a que el Estado destinó sus fondos a otras emergencias. Además, existen otros organismos provinciales y municipales, como el Instituto Provincial de la Vivienda de Tucumán, que gestionan aportes del Banco Interamericano de Desarrollo y del FONAVI para el desarrollo de soluciones habitacionales.
El fin de la educación es la formación integral, armónica y permanente de la persona, en función de sus fines esenciales, su vocación y el bien común. Para alcanzar este objetivo, el individuo debe ser educado en diversas dimensiones:
El derecho a la educación en un estado democrático implica la libertad para:
Algunos de los principales problemas que enfrenta el sistema educativo argentino son:
La Constitución Argentina establece las siguientes previsiones en materia educativa:
Si bien Argentina ha logrado progresos significativos en la reducción del analfabetismo (del 80% en 1869 al 5,4% en 1980), el semialfabetismo sigue siendo un problema. Se considera semialfabetas a las personas mayores de 5 años que no han asistido a la escuela o que, habiendo asistido, no han logrado consolidar los conocimientos básicos de lectoescritura. Este fenómeno se relaciona con factores como la falta de apoyo familiar, situaciones económicas desfavorables y la mala nutrición.
El ser humano es el único ser vivo que no puede vivir sin cultura. La cultura abarca tanto aspectos materiales como inmateriales. Su origen reside en la capacidad de adquirir conocimientos y transmitirlos a las comunidades. Para conocer y valorar nuestra cultura, es fundamental comprender y apreciar nuestro pasado.
Nuestra identidad cultural se enriquece al interactuar con otras culturas. Los valores básicos que conforman nuestra identidad cultural son:
Estos valores son fundamentales para la consolidación de nuestra democracia.
La Nación se define como la comunidad de individuos unidos por el vínculo de una misma cultura, una concepción compartida del ser humano que se manifiesta en actitudes y costumbres. La nación plantea interrogantes relacionados con la soberanía, la identidad y la unidad nacional.
La cultura otorga a la nación su ser propio, su identidad y su soberanía fundamental. Es crucial revalorizar la importancia de preservar nuestra identidad y nuestros valores frente a las presiones externas. Esto se logra mediante el fortalecimiento de las fuerzas espirituales de nuestra cultura. Cabe destacar que una cultura nacional no implica una identidad uniforme, sino una rica diversidad que se nutre de las diferentes expresiones culturales que coexisten en el territorio.