Portada » Filosofía » Definición de educación en ciencias sociales
Esta filosofía tiene como principales representantes a Sócrates, Platón y Aristóteles; esta suele
dividirse según la problemática de la que se ocupa en sus etapas, hay cinco periodos:
Periodo cosmológico (filosofía de la naturaleza): la filosofía trata de hallar el
principio que explica el origen de la naturaleza.
Periodo antropológico (filosofía del ser humano): el ser humano empieza a
reflexionar sobre sí mismo y se inicia con Sócrates y los sofistas, que se ocupan de la
conducta del hombre y de su vida en sociedad.
Periodo de los grandes sistemas: con Platón y Aristóteles esta llega a su plena
madurez y todo el pensar filosófico llevará de alguna manera su sello. Estos dos
pensadores se ocuparon de todos los grandes temas como el ser, la política, la ética…
Periodo helenístico (filosofía ética): se sitúan dos corrientes: epicureísmo y
estoicismo. El interés de los filósofos se centra en cuestiones éticas.
Periodo religioso (neoplatonismo): representa la última etapa de la filosofía antigua.
Su rasgo carácterístico es la expresión de un fuerte sentimiento místico. El
neoplatonismo nacíó en Alejandría en el siglo II d. C. Su fundador y principal
representante es Plotino.
Protagonizado por el cristianismo, islamismo y judaísmo.
El cristianismo es un sistema de vida que tiene como modelo a Cristo y la salvación. En los
primeros siglos de su existencia entra en contacto con la filosofía griega y da a una síntesis de
filosofía y cristianismo: la filosofía medieval. Su temática principal es la relación entre razón y
fe. Supuso un cambio en la manera de plantearse la realidad:
Tiene lugar la creencia en verdades sobrenaturales que tiene su origen en Dios.
El conocimiento se da a través de la fe.
El objetivo del conocimiento es la salvación.
Dios como único ser necesario.
La filosofía medieval se divide en dos corrientes:
Patrística: destaca Agustín de Hipona.
Escolástica: tiene lugar la crisis de la escolástica donde los campos teológicos y
filosóficos se dividen.
El Renacimiento representa los albores de la Edad Moderna. Se desarrolla entre los siglos XIV y
XVI. Asistimos al paso de la filosofía medieval a la moderna, se produce un giro humanista.
Tras el Renacimiento se entra en la Edad Moderna cuyo principal estímulo externo lo
constituyeron las matemáticas y la física. El conocimiento humano es el protagonista y hay
cuatro sistemas:
Racionalismo: intenta solucionar problemas sobre el conocimiento humano. Para los
racionalistas, el conocimiento de la realidad se debe a derivarse de ideas innatas,
conocidas por la razón y el punto de partida del conocimiento.
Empirismo: es la experiencia sensorial, entendida como el conjunto de sensaciones
que el sujeto recibe a través de la percepción externa e interna. Destacan Locke y
Hume.
Criticismo de Kant: este autor evita el dogmatismo y escepticismo. De esta forma logra
una síntesis entre ambas corrientes, pero a la vez la supera con el criticismo. Su gran
preocupación fue investigar los límites del conocimiento humano, así como averiguar
si la metafísica es un saber científico o no. Después aplica su método crítico a la moral.
Idealismo alemán: sobresale Hegel con su filosofía de la historia.
Suele denominarse así a la compleja actividad filosófica desarrollada en los siglos XIX, XX y XXI
no solo en Europa sino también en América. Hay varias aportaciones:
Positivismo de Auguste Comte: rechaza la metafísica y cree en un saber positivo y
científico como base de una nueva organización político-social.
Marxismo: representa una segunda reacción radical al idealismo. La obra de sus
máximos representantes, Karl Marx y Friedrich Engels, adquiere un gran significado
en el ámbito de la economía, política y organizaciones sociales. Trata sobre todo de
transformar la realidad.
Existencialismo: reivindica la peculiaridad de la existencia individual. Otorga prioridad
a la existencia frente a la esencia y la razón. Destacan Kierkegaard, Sartre y Camus.
Filosofía analítica: considera que los errores de pensamiento son errores lingüísticos y
centra su atención en el análisis del lenguaje. Máximos representantes son
Wittgenstein y Russel.
Neopositivismo: no acepta metafísica porque no hay más conocimiento auténtico el
que proporcionan las ciencias experimentales. Principal pensador es Carnap.
Escuela de Fráncfort: se propone una reflexión crítica de la sociedad posindustrial. Sus
componentes son Adorno, Marcuse y Habermas.
Posmodernismo: es un pensamiento que expande la filosofía hacia los múltiples
espacios culturales. Representante es Derrida.
La filosofía es una “escuela de libertad”: hace instrumentos intelectuales para
comprender conceptos fundamentales como la justicia y libertad.
La filosofía responde a la necesidad que tiene la ciudadanía de un número de nociones
filosóficas y morales mínimas. Están destinadas a fomentar el respeto de la
personalidad humana.
La filosofía dentro de un ámbito intercultural, es una escuela de solidaridad humana
que sirve como base para un mejor entendimiento.
La filosofía es una forma de abordar los problemas universales de la vida y de inculcar
a las personas una manera de pensar independiente.
La actividad filosófica permite a cada persona aprender a pensar por sí misma.
La educación filosófica prepara a cada uno para asumir sus responsabilidades frente
los grandes interrogantes contemporáneos.
La filosofía es un saber radical que se caracteriza por intentar hallar la raíz de las cosas.
Principales funciones:
Función lógica: fomenta el desarrollo de la inteligencia lógica y del pensamiento, que
enseña a pensar bien.
Función orientadora: piensa en los mundos posibles, es decir, en el que podría ser y
ayuda a vivir libremente.
Función crítica y autocrítica: analiza los diferentes discursos e indica los prejuicios.
Función antropológica: nos presenta los esfuerzos del ser humano por encontrar el
sentido de la vida.
Función social: puede ayudarnos a denunciar injusticias y mistificaciones.
Los filósofos antiguos insistían en el carácter desinteresado de la filosofía y nace de la
admiración.