Portada » Ciencias sociales » Debate sobre la cultura animal y humana
Si definimos la cultura como la información transmitida entre cerebros mediante aprendizaje social, también los animales tienen cultura. Existen diferencias anatómicas, bioquímicas y genéticas entre el ser humano y los animales. Las tres características anatómicas fundamentales de la especie humana son:
1. La posición erecta (bipedismo) 2. La habilidad manual (manipulación y fabricación de instrumentos) 3. El desarrollo del cerebro (en tamaño y en complejidad). Estas diferencias hacen posible la cultura humana.
Aunque la idea de la ‘cultura’ animal apareció tan solo hace unos 50 años, los científicos han estado observando el comportamiento social de los animales durante siglos. Aristóteles fue el primero en probar el aprendizaje social con las canciones de los pájaros. Darwin también fue el primero que sugirió lo que se llegó a conocer como el aprendizaje social al intentar explicar la transmisión de un modelo de comportamiento adaptativo por medio de las abejas.
La nivelación entre lo humano y lo animal que pretenden las teorías biologicistas de la cultura tiende a ignorar la enorme diferencia existente entre la vida humana y la vida animal. La cultura se asienta en lo natural y, por eso, tan erróneo sería reducirla a lo natural como separarla tanto de la naturaleza que se convierta en incompatible ella. Podemos hacer algunas consideraciones:
El ser humano es un animal peculiar, ya que en él la naturaleza biológica se transciende a sí misma mediante el lenguaje, la técnica, el arte, la moral, el derecho y la religión. Estos productos culturales nos distancian de otros animales. La cultura hace posible la transmisión de las experiencias humanas y hace posible la innovación, por lo que se trata de un nuevo modo de adaptación por invención, diferente del biológico. Mientras que las culturas de otras especies animales se basan exclusivamente en la imitación y otros procesos de aprovechamiento, las culturas humanas no se basan solo en el aprovechamiento sino, también, en cooperar. El Homo Sapiens está adaptado para actuar y pensar cooperativamente en grupos culturales hasta un grado desconocido en otras especies. Los seres humanos son el paradigma de las especies culturales. A diferencia de sus parientes más próximos, los grandes simios, los seres humanos se han diseminado por todo el planeta. Dondequiera que van, inventan artefactos y prácticas comportamentales nuevas para lidiar con las exigencias del medio ambiente local.
La herencia cultural de los seres humanos cuenta con el lenguaje. El ser humano es un animal de símbolos, “homo significans”, hacedor, portador y soportador de símbolos. Para muchos autores, su capacidad más radical es la de simbolización, de ahí que se lo haya considerado como un animal simbólico y hermenéutico.
Las diferencias fundamentales entre la “cultura animal” y la cultura humana residen en la complejidad de los conocimientos adquiridos, en la complejidad de las producciones culturales y en la capacidad de acumulación y transmisión de los productos culturales. En los animales podemos hablar de un tipo de sociedad y de comportamiento; en los seres humanos hablamos de cultura, los animales independientemente del lugar llevarán el mismo tipo de comportamiento mientras que el ser humano es diferente en cada continente, país o incluso familia.
Algunos autores, como Scheler, señalan que en la cultura se hallan incorporados valores humanos, ante los que la naturaleza es indiferente.
La definición clásica de cultura de E. Tylor se refiere, exclusivamente, al conjunto de producciones que llevan a cabo los seres humanos en un contexto social y que configuran su realidad más inmediata. Así, la cultura es “Aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las ciencias, el arte, el derecho, la moral, las costumbres y todos aquellos hábitos y actitudes que el ser humano adquiere en cuanto miembro de una sociedad”.
Las culturas son tradiciones y costumbres, transmitidas mediante un proceso de aprendizaje, que rigen las creencias y los comportamientos de las personas de una sociedad. El rasgo fundamental de las tradiciones culturales es que se transmiten mediante el aprendizaje y no por herencia biológica. La función de la cultura es garantizar la supervivencia y facilitar la adaptación de las personas en ese entorno. Cada cultura muestra una visión del mundo como respuesta a la realidad que vive un grupo social.
La cultura, según Barbara Miller, define la antropología cultural como aquella disciplina que estudia a los humanos contemporáneos, la cultura como modos compartidos de pensamiento y comportamiento y tiene las siguientes características: