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Prehistoria: Desde la aparición humana (fuera o no consciente de que estaba haciendo historia) hasta cuando aparece la escritura.
Se divide en las edades de Piedra, Cobre, Hierro y Bronce. La edad de piedra se subdivide en: periodo paleolítico (edad de piedra tallada) y neolítico (edad de piedra pulida).
Edad Antigua: Inicia con la aparición de la escritura, alrededor del año 3000 a. C. Y culmina con la caída del Imperio Romano de Occidente en el año 476 d. C.
Edad Media: Comprende desde la caída del Imperio Romano de Occidente hasta la caída del Imperio Romano de Oriente, a manos de los turcos, en 1453 d. C.
Edad Moderna: Abarca desde el año 1453 hasta a la Revolución francesa en 1789.
Edad contemporánea: Abarca desde 1789 a nuestros días. Aunque para algunos terminó con el final de la Segunda Guerra Mundial, en 1945. También es llamada mundo actual.
Historia universal: Busca encontrar semejanzas entre todos los pueblos, culturas y naciones, considerando unificar la vida económica, política, demográfica y cotidiana. Es de carácter sintético, dando prioridad a los grupos occidentales.
Historia nacional: Estudia el desarrollo de la idea de Nacíón y el fortalecimiento de los Estados Nacionales, desde su surgimiento, hace trescientos años. Esta orientación motiva el presente curso de Historia de México. Abarca los estudios del origen del pueblo hasta convertirse en Estado-Nacíón, por lo que profundiza en hechos históricos propios.
Historia regional: Considera el desarrollo entre estados, países o continentes. Estudia los Tratados de Libre Comercio o el ya desaparecido bloque comunista. También analiza la Alianza del Pacífico o la Comunidad Europea, entre otros temas.
corriente filosófica cuyo principal precursor fue Augusto Comte. En esta teoría nada debe darse por hecho ni hacerse suposiciones, todo debe ser comprobado.
Después del positivismo surge el historicismo.
El positivismo empezó a perder valor por no considerar las necesidades prácticas de lo que había sucedido. Se dedicaba a informar y cada vez se alejaba más de explicar, necesidad urgente en la sociedad del Siglo XIX. En cambio, el historicismo aparece con un pensamiento más humano al considerar la totalidad del hecho.
Surge a la par que el positivismo y el historicismo. El marxismo entiende la historia como una lucha entre clases: el gobierno contra los grupos de producción (patrón y obrero) y patrón contra obrero; y de esta lucha surge el progreso, el desarrollo de la sociedad.
consta de tres etapas, la inicial, representada por Marc Bloch y Lucien Febvre, señala una continuidad entre presente y pasado, incluye todas las disciplinas que pudieran aportar conocimiento sobre el pasado y busca obtener información más completa. La segunda fase “continuada”, con Fernando Braudel, considera como objeto de la historia a la geografía y afirma que la Historia está en movimiento. En el tercer periodo o “culminación”, Michael Focault centra la historia en las mujeres y hombres cotidianos, enfocándose en el hombre común y su mentalidad.
Poblamiento de América
Hace aproximadamente 520 años Cristóbal Colón descubríó América, pero a su llegada se encontró con que el continente Americano ya estaba poblado. Colón nunca supo el origen de los habitantes.
En la actualidad sabemos que, aunque su origen no está del todo determinado, se puede afirmar que la llegada del ser humano a América sucedíó hace alrededor de 40,000 años.
Se tiene la idea de que durante la época de las glaciaciones, grupos de cazadores cruzaron a América por el estrecho de Bering, provenientes de Asía. Otros investigadores sostienen que los primeros pobladores de América fueron fenicios provenientes de Kublai Khan.
Autóctono
Florentino Ameghino, en la década de 1880, aseguró que la vida humana surgíó en América del Sur, creando la teoría del origen autóctono. El investigador presentó varias pruebas, como herramientas de piedra y huesos que supuestamente databan 3.5 millones de años atrás.
Único
Con el argumento de que los rasgos físicos del hombre nativo de América son comunes en varios territorios americanos (el color de piel, el tipo de cabello, los pómulos salientes y la forma de los labios), se dice que se tiene un único origen: el mongoloide asíático.
establece que los seres humanos del norte de Asía llegaron a América y fueron los primeros pobladores. Gracias al congelamiento de los océanos fue posible que el nivel del mar bajara, dejando al descubierto grandes territorios de tierra, entre ellos el estrecho de Bering, por el que fue posible que los seres humanos cruzaran de Asía a América.
Los investigadores actuales han rechazado esta teoría porque se cree que las carácterísticas del nativo americano son una mezcla cuyo origen no solo es asíático. Además se dice que en la época en la que supuestamente los asíáticos cruzaron a América, aún no se había conformado la raza mongoloide.
Iniciada por Paúl Rivet, la teoría del origen múltiple propone, al igual que la anterior teoría, que el hombre llegó de Asía; pero también establece que, en menor cantidad, llegaron seres humanos de Oceanía, por el Pacífico, exactamente de Australia, Polinesia y Melanesia.
En 1943, el antropólogo alemán Paúl Kirchhoff, después de determinar las carácterísticas del entonces territorio nacional, propuso la existencia de un territorio representativo, al que llamó Mesoamérica, y posteriormente introdujo los conceptos de Aridoamérica y Oasisamérica.
Aridoamérica
Es un territorio seco, árido y con climas extremos, formado por extensas planicies y altas montañas con grandes dificultades para la agricultura a causa de la poca lluvia y humedad; además de contar con una vegetación escasa, de pastos bajos, matorrales, mezquites cactáceas, y coníferas y vegetación mixta en sus montañas. Se extiende desde lo que hoy es el sur de México hasta el sur de California, con territorios que hoy ocupa Arizona, Nuevo México, Texas; pasando por Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Durango, Zacatecas, Aguascalientes, San Luis Potosí, el norte de Hidalgo, Guanajuato, Querétaro, Jalisco y Sinaloa.
Fue su geografía lo que llevó a que nunca se formaran culturas trascendentes, pues sus habitantes formaban pequeños poblados nómadas, aislándose de los demás pero unidos en lazos familiares.
Aunque llegó a tener una organización social similar a la de Mesoamérica, nunca alcanzó su esplendor.
Su territorio se compónía por los actuales estados de Chihuahua y Sonora, en México; y Arizona, Utah, Nuevo México, Colorado, Nevada y California en Estados Unidos (Rivera y Rico, 2007). Su geografía se compónía por la sierra occidental en México y las grandes montañas Rocosas en Estados Unidos. Contaba con extensas planicies desérticas en Sonora y Chihuahua, por lo que su clima era árido y seco, pero con importantes zonas acuíferas como los ríos Bravo, Conchos, Yaqui y Sonora.
Mesoamérica
En Mesoamérica evolucionaron los más sobresalientes grupos prehispánicos que hoy configuran nuestro orgullo nacional. Su territorio ocupó lo que hoy son el estado de Oaxaca, el Istmo de Tehuantepec, el sur de Puebla, Michoacán, Guerrero, Jalisco, Colima Nayarit, parte de Zacatecas, Hidalgo, Estado de México, Distrito Federal, Tlaxcala, Querétaro; en Centroamérica abarcó Guatemala, Belice, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Costa Rica (Salinas, 2010).
Su geografía se compónía de bosques silvestres, cumbres nevadas, costas tropicales, selvas y grandes extensiones de litorales marinos, haciéndola rica en flora y fauna. La extensa cantidad de depósitos de agua le aseguraron tener zonas de siembra durante todo el año, por lo que su producción agrícola fue muy abundante, permitiendo una numerosa presencia humana; además de que fue la base de su economía y del desarrollo sociocultural y económico (Rivera y Rico, 2007).
La cultura olmeca es considerada la madre de las culturas mesoamericanas. Significa habitantes de la regíón del hule, nombre que los aztecas también usaron para todos los grupos que ocuparon Veracruz y Tabasco, aunque se desconoce el apelativo que ellos mismos se daban.
Su ubicación, de acuerdo a los lugares donde se encontraron indicios de su existencia, fue en la parte sur de la Llanura Costera del Golfo, entre los ríos Papaloapan y Grijalva. Abarcaban la mitad norte del Istmo de Tehuantepec, correspondiente al sureste de Veracruz y el poniente de Tabasco.
La economía olmeca se basaba en los productos agrícolas. Los comercializaban entre ellos y con otros pueblos vecinos. Su producción principal fue el maíz, el frijol, la calabaza y el cacao. Practicaban la caza, la pesca y la recolección. Establecieron rutas comerciales, de donde obténían materias primas de gran valor, como el hule.
Se sabe que los olmecas basaban su sociedad en la religión, haciendo de los sacerdotes una parte esencial
Los olmecas se dividían en tribus de cierto tamaño, las cuales dirigía un jefe único llamado Chichimeca. Este jefe era siempre el anciano más sabio. Le seguían en la jerarquía los sacerdotes, después los militares, los comerciantes y, por último, los trabajadores de oficios.
Su religión desarrolló todos los temas encontrados en los cultos posteriores. Tenían una religión politeísta. Sus dioses representaban el agua, el sol, los volcanes y otros elementos naturales. El dragón olmeca, una de las primeras expresiones de la Serpiente Emplumada (Florescano, 2003), es el Dios que más representaron en hachas de jade, aunque también existían las talladas con forma de serpiente, ave y jaguar.
Tallaron figuras humanas en piedra (algunas de tamaño monumental), otras más pequeñas de jade y otras con rasgos de jaguares.
La ciudad olmeca principal y más antigua es la de San Lorenzo, ubicada en la cuenca del río Coatzacoalcos en Veracruz. El inicio del florecimiento olmeca ocurríó en este sitio (Rivera y Rico, 2007).
La Venta, aseguran Rivera y Rico (2007), es el segundo centro ceremonial más grande de los olmecas, trazado en un eje norte-sur. Se ha encontrado un gran número de tumbas con ajuares muy ricos, cerámica, figurillas, cabezas colosales y tronos. Se cree que La Venta llegó a albergar hasta 18,000 habitantes. Sufríó una gran decadencia, por lo que se sufríó abandonos y saqueos por razones desconocidas.
Rivera y Rico (2007) mencionan que el centro ceremonial de Tres Zapotes fue el último en desarrollarse. Es el más conocido por su convivencia con grupos más actuales, aunque ya estaba en decadencia como cultura.
Dentro de las principales construcciones en Tres Zapotes, está una pirámide de 30 metros de atura y 128 metros de diámetro, la cual es de las pirámides más antiguas de México. En ella, se encontraron cinco monumentos que muestran caras sobrenaturales que en su iconografía las relacionan con las caras de una montaña. También hay varios altares, destacando uno que es cargado por un chamán.
Para sus esculturas, tomaron al hombre como figura principal, aunque se conjugaba con animales, en especial con el jaguar. Las esculturas más famosas son las enormes cabezas olmecas. Cada una de las 15 encontradas muestra rasgos faciales distintos, aunque comparten la boca con rasgos de leopardo; pesan entre seis y 25 toneladas.
Se cree que los olmecas fueron los primeros en desarrollar una escritura jeroglífica en Mesoamérica. Hacia el año 200, antes de nuestra, era desaparecíó esta cultura madre.
Teotihuacán, cuyo nombre lo asignaron los aztecas, significa ciudad de los dioses, está ubicada a 45 km al noreste del valle de México; es considerada la sede de la civilización clásica. Por su ubicación, a esta cultura le fue fácil mantener relaciones de parentesco, religiosas, comerciales y políticas con gran cantidad de pueblos, llegando a ser considerado el centro político, económico y religioso más importante de toda América. Dominó del centro del país hasta la zona maya.
Sus pirámides eran imponentes y su artesanía delicada. Por esto, se le consideraba la ciudad sagrada por excelencia. Construyeron las pirámides del sol y la luna con piedra volcánica convertida en arenilla proveniente de su localidad. Estas pirámides son de las más altas en Mesoamérica. La ciudadela estaba conformada por 14 edificios, entre los que se encuentra el de Quetzalcóatl.
Como escritura, usaban la pictografía. Su agricultura era la base de su alimentación, el comercio y el tributo. Cultivaban maíz, frijol, calabaza y Chile. Usaban avanzados métodos agrícolas como la irrigación por canales y contaban con minas de obsidiana, permitíéndoles fabricar objetos y comercializarlos con otros pueblos. También intercambiaban cerámica y otros productos.
Instalados al sur de Valle de Oaxaca y en el Istmo de Tehuantepec, los zapotecas vivieron hace 2,500 años. Los vestigios de su cultura se encuentran en la majestuosa ciudad de Monte Albán, con magníficas construcciones, campos del juego de pelota, tumbas y orfebrería. Su nombre, de origen náhuatl, significa habitantes del lugar de zapoteco, aunque se llamaban a sí mismos be’neza, que significa pueblo de las nubes.
Al igual que otros pueblos mesoamericanos, al principio de su jerarquía estaban los sacerdotes y guerreros, quienes eran celosos custodios de las ciencias; les seguían los comerciantes, después los técnicos y artesanos y, al final, los agricultores. Los aldeanos debían pagar tributo.
Tenía una economía basada en la agricultura; cultivaban maíz, Chile, calabaza, camote, tomate, cacao, mamey, zapote, piña y algodón.
Fueron magníficos artistas de la alfarería y el tejido. Utilizaron la escritura jeroglífica logofonética, considerada la base de otros sistemas de escritura.
Desarrollaron un calendario. Adaptaron a su estilo de vida el sistema numérico usado por los olmecas y mayas, y escribieron códices que narraban su estilo de vida. Además, desarrollaron un culto a los muertos.
Aunque eran politeístas, adoraban al Dios supremo Pije-Tao; otros de sus dioses eran Cocijo y Pitao Cozobi (Salinas, 2010).
Entre sus construcciones están Monte Albán y Mitla.
A causa de su extensión territorial, la cultura maya estaba dividida en tres áreas (sur, centro y norte), mismas que hoy ocupan los estados de Yucatán, Campeche, Tabasco, Quintana Roo, parte de Chiapas, Guatemala, parte de Belice, El Salvador y Honduras. Los mayas fueron de las culturas más sobresalientes entre los siglos III y IV d. C.
Su sofisticada escritura era una conjunción de ideogramas y signos fonéticos; fue de los sistemas de escritura más completos de Mesoamérica e hizo posible que dejaran escritos sobre medicina, historia, botánica, matemáticas y astronomía (Salinas, 2010).
Edificaron sus construcciones con madera y estuco. Destacaban los unifamiliares que habitaban padres e hijos y los multifamiliares para grupos consanguíneos de alta posición. La gente común habitaba palapas en los suburbios de la ciudad, siendo sus techos de palma (Rivera y Rico, 2007).