El sistema nervioso

El sistema nervioso humano está formado por dos sistemas: el sistema central, que preside las funciones de relación: movilidad y sensación; y el sistema gran simpático, que engloba las funciones puramente vegetativas: digestión, circulación, excreción, etc.Ambos sistemas están íntimamente unidos por medio de fibras nerviosas, por lo que el sistema central da a todo el conjunto una perfecta unidad anatómico fisiológica. El sistema gran simpático funciona con independencia de nuestra voluntad a pesar de sus comunicaciones con el sistema central.El sistema central está formado por varios órganos: el encéfalo, que comprende el cerebro, el cerebelo y el bulbo raquídeo; y la médula espinal, desde la que salen los nervios que van a parar al resto del cuerpo.Podemos destacar tres bloques funcionales básicos del cerebro, imprescindibles para cualquier función física:

Bloque regulador del tono y de la vigilia

El estado de vigilia es imprescindible para que los procesos psíquicos se realicen plenamente

Cuando dormimos, no podemos realizar actividades psíquicas orientadas. Para ello, es indispensable un tono óptimo de la corteza cerebral. Pavlov decía que si pudiésemos ver el sistema de excitación en la corteza de un hombre o animal, podríamos ver una mancha que representa el punto de excitación óptima, sin la cual resulta imposible una actividad normal. Esa mancha de excitación óptima se pierde y extingue al pasar al estado de sueño. En 1949 se descubre que existe una formación nerviosa especial que regula gradualmente el estado de la corteza cerebral, modificando su tono y manteniendo su estado de vigilia. A esta formación se le denominó formación reticular. Existen dos sistemas reticulares: ascendente, que acaba en el neocórtex; y descendente, que dirige a las formaciones cerebrales que se encuentran debajo. Ambas partes de la FR garantizan el cambio del tono cortical; además, ambas son las responsables de la activación de la atención. Existen dos tipos de atención: involutaria, común a todos los animales; y la atención voluntaria, selectiva y sostenida que sólo produce el ser humano, gracias a los lóbulos frontales del cerebro. El estudio de la actividad de la FR demostró que es bloque provoca una reacción de arousal, eleva la excitabilidad, agudiza la sensibilidad y de este modo influye activamente sobre la corteza cerebral. Esta FR se describíó como inespecífica. Pero existen ciertos rasgos de especificidad en la FR, que nos permiten hablar de tres fuentes principales de activación de este bloque: los procesos metabólicos del organismo; la llegada al organismo de estímulos del mundo externo, que se manifiestan como reflejos de orientación: vigilia agudizada ante cambios de estímulos ambientales (reacción a la novedad, o habituación). Estos reflejos de orientación pueden manifestarse de formas muy diversas: vuelta de la cabeza, alerta y escucha, alteración de la respiración, etc.; y los planes, proyectos y programas que va formando a lo largo de su vida consciente. Pueden producirse fallos en la atención, ya sean de tipo emocional o fisiológico.

Bloque de recepción, elaboración y almacenamiento de la información

Este bloque está situado en los sectores convexos del neocórtex: regíón visual (occipital), auditiva (temporal) y cinestésica (parietal). Está formado por neuronas aisladas, distribuidas en seis capas, cuya función es analizar los minúsculos detalles de los estímulos periféricos y combinarlos en estructuras funcionales dinámicas. La base de este bloque lo constituyen las áreas primarias o de proyección que integran, en lo fundamental, neuronas de la capa aferente 4º, parte de las cuales poseen una alta especificidad, y sólo reaccionan ante estímulos muy particulares: calor, movimiento, líneas… Estas áreas primarias están rodeadas de áreas corticales secundarias, donde existe una menor especificidad y en la que las capas que actúan son la 2º y la 3º. Sus funciones son combinar las excitaciones, realizando así su función sintética. Las áreas terciarias (o centro asociativo) están formadas por las zonas operculizadas de los sectores corticales situados en el límite de la corteza occipital, temporal y postcentral. Su parte fundamental son las formaciones de la regíón parietal inferior, por lo que podemos decir que las áreas terciarias son formaciones específicamente humanas. La misión de las áreas terciarias consiste en pasar de las síntesis perceptivas directas a procesos simbólicos: operar con el significado de las palabras, con estructuras gramaticales, con sistemas numéricos… Cabe destacar tres leyes fundamentales que rigen el trabajo de las diversas partes de la corteza que constituyen este bloque:
1º Estructura jerárquica: Primaria, secundaria, terciaria.2º Especificidad decreciente: Primaria más específica, secundaria menos…3º Lateralización progresiva de funciones: hemisferio izquierdo dominante: realiza funciones verbales – lógicaBloque de programación, regulación y control de la actividad:
El objetivo de este tercer bloque es la organización de una tarea eficaz, consciente y dirigida a un fin. Ese objetivo lo cumplen los aparatos del tercer bloque situados en los sectores anteriores de los grandes hemisferios. La puerta de salida del bloque es la zona motora de la corteza, cuya 5º capa contiene las células piramidales de Betz, cuyas fibras van hacia los nervios motores de la médula espinal y de ella a los músculos. Sin embargo, la parte esencial del tercer bloque funcional son los lóbulos frontales, que están constituidos por pequeñas células granulares de las capas superiores de la corteza. Los sectores prefrontales de la corteza juegan un papel esencial en la regulación del estado de actividad.Cualquier actividad consciente constituye siempre un sistema funcional complejo y se realiza a base del trabajo conjunto de los tres bloques del cerebro, cada uno de los cuales contribuye a su realización. Para memorizar algo precisamos de los tres bloques funcionales del cerebro, aunque su participación en los procesos de memorización es desigual. Existen tres tipos de memoria: memoria sensorial, memoria a corto plazo y memoria a largo plazo.El sistema gran simpático está constituido por dos sistemas: el parasimpático, cuyas fibras nacen en los centros bulbares y craneales; y el simpático, cuyas fibras salen de la médula dorso-lumbar. Este sistema funciona con entera independencia de nuestra voluntad, a pesar de que los ganglios, intercalados en el recorrido de los nervios, están indirectamente ligados con el sistema central. Es por eso que a este sistema se le llama sistema autónomo o vegetativo, puesto que su función es inervar los órganos que realizan funciones vegetativas.El sistema simpático se localiza en dos cadenas de ganglios situados a cada lado de la columna vertebral. Este sistema desempeña todos los procesos de adaptación vegetativa ante el stress, reacción denominada de alarma. El mecanismo de stress se compone de varias fases: fase de alarma, fase de resistencia y fase de agotamiento.
El sistema parasimpático sale del sistema nervioso central a través de varios nervios centrales formando el nervio vago.La interacción de ambos sistemas crea una excitación o inhibición en un órgano determinado. Los dos sistemas no se oponen activamente el uno del otro.La influencia que diversos estados emocionales tienen en la salud ha sido estudiada por la Psicosomática. Una vivencia psíquica da origen a un proceso corporal, como el miedo. Existe una coparticipación entre los ganglios y los plexos vegetativos, que tienen un efecto funcional y emocional respectivamente