Portada » Latín » Cuales son los aspecto formales de la escritura
Fue el liberalismo del siglo XIX el que afirmó que en el Renacimiento se descubríó la naturaleza del hombre, su ideal de libertad de jerarquía y de pensamiento en reacción contra las teorías ROMánticas y contra la propaganda que se hacía de la Edad Media. Los hombres del Iluminismo del Siglo XVIII mostraron una gran afinidad con los hombres del Renacimiento, a los que consideraron irreligiosos (más que esto fueron antiescolásticos. Pero el Renacimiento comenzó en la Edad Media cuando el pensamiento filosófico presentó a la naturaleza como una cosa en sí y no como un símbolo de una realidad superior. En el Renacimiento se culmina este proceso cuando los ejes del pensamiento se separa de Dios para anclarse en la naturaleza. La unidad que la Edad Media había puesto en el Creador se transporta al creado. La armónía que hay en la Naturaleza toma su más fiel expresión en las matemáticas. Aparece una nueva estética basada en el pitagorismo. El número se convierte en el elemento prevalente en las artes y en la busca de las proporciones perfectas y en en el estudio de tres medias: la aritmética, la geométrica y la armónica. “Aquellos mismos números por los que un concierto de voces aparece agradabilísmo, son los mismos que llenan también los ojos y el ánimo de placer maravilloso” escribíó el humanista
Alberti. Tratamos de una escritura del Renacimiento que es casi pura imitación de la carolina de la Alta Edad Media. Se le da el nombre de humanística porque fue introducida y difundida por los humanistas del Siglo XIV y XV y porque fue la forma de expresión gráfica del movimiento cultural humanista. Es también denominada “antiqua” o antigua por contraposición entre la antigua carolina y la “modernidad” que en esos siglos se atribuían precisamente a las góticas. El término antiqua es una consecuencia de la terminología gráfica de todos los que practicaban con normalidad el arte de la moderna escritura gótica por oficio y necesidad en los siglos XIII y XIV. También ha sido llamada romana e itálica.
Fundamentalmente es un alfabeto minúsculo y es corriente por ello denominarla minúscula humanística. 1. EL FENÓMENO DESCONCERTANTE Hasta ahora el fenómeno normal en la Historia de la Escritura es que se pase de la escritura capital clásica a la nueva minúscula y de ésta, por ejemplo a la visigótica por tendencias gráficas, sin voluntariedad en sus inicios y por hechos culturales coetáneos. Las tendencias gráficas internas ( tajo de la pluma, ductus, ángulos, soportes) espontáneas, unas, artificiosas otras, conscientes y subconscientes, determinaban el desarrollo y evolución de las formas del alfabeto. Desde la introducción del alfabeto romano en el siglo VII antes de Cristo hasta el fenómeno de la escritura humanística en el ocaso del Siglo XIV, no hemos visto ningún empeño voluntario de pocas personas por retornar a un sistema de alfabeto latino con formas de pasado. En la Historia de la Escritura Latina hemos conocido hechos culturales externos al proceso de evolución gráfica. Aquéllos sólo impulsaban y ambientaban las tendencias de la escritura: la aparición de la literatura latina en los siglos de la República romana y la consolidación en el Imperio de Augusto (Capital clásica romana), la expansión del Cristianismo en el siglo III (sistema nuevo romano con unciales y semiunciales), las invasiones de los bárbaros (el particularismo gráfico de las escrituras llamadas nacionales) la revisión textual de los textos sagrados en la época carolingia (escritura carolina), la aparición de nuevos modos de lectura en las ciudades y las universidades (las góticas).
La escritura humanística tiene una aparición desconcertante en la Historia de la Escritura porque no son las tendencias gráficas sino los hechos culturales los que provocan el sistema escriturario. Se rompe la lógica de la evolución histórica de la escritura: -Se trata de un simple retorno voluntario a formas gráficas abandonadas y sustituidas (la escrituras de la clase carolina) al margen del grafismo del momento. Los humanistas hicieron viajes de estudio a bibliotecas de antiguos monasterios a buscar textos clásicos genuinos tal como los usaban los romanos y griegos. Entusiasmados los copiaron literal, figurada y formalmente. Pero estos códices no eran de los antiguos romanos, sino escritos por monjes y clérigos en minúscula carolina de los siglos IX a XII. -No fue una tendencia general en el mismo proceso gráfico de la escritura latina en sus formas góticas, usuales en libros y documentos. El retorno procede sólo de una elaboración reflexiva y voluntaria en Italia, en los siglos XIV y XV, por parte de dos personas, con nombres y apellidos, entusiasmadas por la escritura de los códices clásicos y antiguos: Poggio Bracciolini y Coluccio Salutati. Eran personas extrañas al núcleo de los que practicaban el arte de la escritura en chancillerías, monasterios y “stationes” universitarias sino personas de la cultura de las ciudades italianas. Es desconcertante también cómo esta escritura ha reconstituido en casi todo el mundo civilizado aquélla unidad gráfica romana de los siglos IV
y V. Las formas humanísticas redondas ( e itálicas (éstas para resaltar o subrayar), desde el Siglo XVI hasta hoy son las dominantes. Su penetración llega a culturas como la japonesa o la China. Con la máquina de escribir, en el Siglo XX, y con los ordenadores informáticas (Times new Román, Garamond…), productos occidentales, el predominio de la escritura humanística es mayor e incontestable. 2. EL FENÓMENO ITALIANO. En el Siglo XIV y en Italia la cancilleresca documental (gótica cursiva formata) pasó de los documentos a los códices o libros de lectura y estudio. Petrarca maldijo a esta gótica cursiva de libros como vaga, luxurians o lujuriosa, propia de pictores, de trazos artificiosos (artificiosis tractibus litteris) e inventada para cualquier cosa menos para leer (ad alium quam ad legendum inventa). El gran poeta de Italia anheló una letra cuidada y clara (castigata et clara), que fuera bien captada por los ojos (seque ultro occulis ingerens). Aplicó a la escritura antigua y más vetusta (Un códice de San Agustín en minúscula carolina, hoy en la Biblioteca Nacional de París) palabras tales como “majestad” (vetustioris litterae maiestas), sobriedad y decoro (omnis sobrius…Ornatu). Desde Petrarca la influencia de la minúscula carolina fue cada día más determinante en el desenvolvimiento de las escrituras librarías del segundo Trecento italiano. Los humanistas declararon ostensiblemente su desprecio hacia las formas angulosas y difíciles de la gótica que notarios, cancilleres y burgueses leían y escribían. Ésta representaba para los refinados bibliófilos la expresión del bárbaro pensamiento medieval. Con la adopción del antiguo alfabeto, redondo y agraciado con la estela del mundo clásico, respondieron desde el libro manuscrito a las exigencias de un nuevo gusto estético que se daba ya en todas las demás Artes desde la Arquitectura a la Pintura. Con el entusiasmo italiano por los códices antiguos, con la exigencia de una lectura clara, y con la conciencia de crisis en la escritura gótica, en la que los valores decorativos, pictóricos y rítmicos se habían impuesto a los escriturarios, expresivos y comunicativos, estaban abiertas las puertas a los modelos “recuperados”, luego, por Coluccio Salutati y Poggio Bracciolini (1380-1450) en que se distinguían todas las letras y no se fatigaba el ojo para identificarlas. Estos dos italianos son los que primero “reproducen” pura y llanamente la escritura carolina. Tanto que primera vista, muchas veces no es fácil distinguir una escritura carolina de una humanística redonda. Imitan la escritura y también reviven artificiosa y empachosamente el aspecto, hechura, formato, renglones y ornamentación de los códices antiguos. Poggio dio a la imitación pura y simple un estilo gráfico propio mediante el redondeo de las astas, el enriquecimiento de los remates triangulares y el redondeo de formas como la g. Poggio fue un renovador de las letras mayúsculas romanas. Estudió lápidas antiguas y creo un alfabeto estilizado que se imitó en las inscripciones de la época.Llega a su perfección en la segunda mitad del Siglo XV. La escritura humanística redonda reproduce el aspecto de la carolina de los siglos IX y X, aunque los humanistas introducen formas adquiridas en el sistema de las góticas: – La tilde sobre la i, que introdujeron las góticas, se aplica en la humanística. Igualmente la r en forma de 2 alterna con la r derecha. Igualmente la forma aguda de la U al principio de palabra. – La “a” es la uncial y la “d” lleva el asta recta y sin inclinación. – Los caídos o astas descendentes de la “p” y “q” rematan con tracillos o gracias oblicuos. Igualmente se añaden los tracillos a las astas verticales de f, m, n y s. – Los diptongos ae y oe: se escriben con la normalidad de la escritura clásica romana.. Forman ligadura los nexos ct, et, y st. -Las abreviaturas son raras . 3. EL ERROR HISTÓRICO DE LOS HUMANISTAS ITALIANOS. Los humanistas rebuscaban e inquirían en las viejas bibliotecas monásticas y catedralicias de la Alta Edad Media los textos clásicos en versiones genuinas de la Antiguo Imperio romano. Creyeron ingenuamente que los habían hallado en los códices escritos en escritura carolina de los siglos IX a XII. A esta escritura la llamaron antigua (antiqua). Sus formas más caligráficas fueron revividas en las copias lujosas de códices en el Siglo XV. Los paléógrafos han demostrado el craso y al mismo tiempo explicable error. 4. LA IDENTIFICACIÓN DEL HOMBRE HUMANISTA A TRAVÉS DE LA ESCRITURA. Todo el que se consideraba humanista se presentaba en la sociedad culta como poseedor de libros diseñados con una óptima caligrafía en “littera antiqua”. Florencia fue el foco de proyección de la minúscula humanística. Desde Florencia la humanística se difundíó por toda Italia, incluidos los Reinos de Nápoles y Aragón. Fue la escritura clara, bella y elegante en que se expresaron los mayores animadores del Humanismo en el Siglo XV y XVI. Sus formas y diseño gráfico estaban acordes con los gustos estéticos del Renacimiento: Poca decoración, mucha linealidad, mucha plasticidad y mucha
medida. – Fue una escritura elitista de hombres doctos con instrucción superior y perfecto conocimiento del latín clásico. No era la escritura normal de libros y documentos de sus coetáneos teólogos, médicos, filósofos o juristas. Se asentaba en libros de lujo para bibliófilos exquisitos, costosos y cuidados hasta en sus elementos más mínimos. La difusión social fue limitada a muy pocos por la función particular dedicada sólo a los códices clásicos que no entendían la mayoría de los lectores por la falta de una enseñanza escolar de ella y a pesar de ser usada en toda Italia. La difusión social la alcanzaría mediante el cincelamiento de sus formas para las prensas de la imprenta, nacida en la segunda mitad del Siglo XV.. Los códices litúrgicos seguirán en la gótica textual y los mercaderes, notarios y escribientes de chancillerías siguen usando la gótica cursiva más o menos formada. 5. LA MAL DENOMINADA HUMANÍSTICA CURSIVA O ESCRITURA ITÁLICA. En el Siglo XV, entre 1412-1440, aparece la mal denominada “humanística cursiva”, porque no es un tratamiento con ductus cursivo de la humanística redonda. Por eso, Giorgio Cencetti prefirió la denominación de escritura itálica (Esto es itálica). Es una escritura que procede de la elaboración y tratamiento de la gótica notarial y cancilleresca italiana. Sus carácterísticas fundamentales son: -Elegancia -Sutileza y finura -Inclinación progresiva o hacia la derecha -Astiles y caídos largos. -ligaduras abundantes -nexo et=& -“a” redonda a -“e “ abierta en los dos trazos -“s” en un solo trazo -g abierta por abajo. Esta escritura se dio en la Secretaría de Breves de la Chancillería Pontificia, en la chancillería de los Sforza- Visconti y en libros de poco lujo. En la itálica, utilizada en cartas y documentos, y también en libros ordinarios y no de lujo, está el origen de la escritura manuscrita de Europa y América en la Edad Moderna, a excepción de los países alemanes que se anclaron en la gótica. La escritura itálica, transmitida a través de la escritura inglesa, es la que aprendemos hoy en los colegios y la que empleamos en la escritura manuscrita de uso diario en apuntes y notas de clase. Los trazos de la i, m, n, y u se reducen a una sucesión de trazos ondulados en festón o en arco. El gusto por la caligrafía se ha mantenido hasta hoy en países como Inglaterra. Escritura e imprenta. Los maestros calígrafos Con la invención de la Imprenta la escritura a mano dejó de ser el medio único de conservación física y difusión de la cultura. El manuscrito perdíó su importancia en la composición de un libro. En los años 1450-1500 Italia fue la mayor productora de libros impresos. La imprenta italiana renunció a los caracteres de textura góticas de Gutemberg y adoptó la elegante y humanista redonda “antiqua”. Se crean para la Imprenta tipos aislados, letra por letra. Su trazado es más rígido, menos sinuoso y con astas más marcadas con gracias que los que se daban en los manuscritos humanísticos. Todavía hoy la humanística redondo o antiqua pervive en los caracteres de imprenta de libros, periódicos, ordenadores, y anuncios de publicidad. En 1499 Aldo Manuzio usó en su imprenta la escritura itálica, grabada en metal por el boloñés Francisco Griffo sobre un modelo cursivo de calígrafo humanista Nicolo Niccoli. Por eso a la Itálica se le llamó también en su época escritura grifa .Hoy en los ordenadores cambiamos la fuente de la Garamond o la Times, ambas redondas, a cursiva, itálica o grifa. En la Edad Moderna los libros manuscritos perdieron el protagonismo. Siguieron casi exclusivos en libros litúrgicos como Misales y Graduales. Las formas gráficas de la Imprenta absorbieron la caligrafía de los libros. La escritura a mano, hasta la aparición de la máquina de escribir en los finales del Siglo XIX que es una imprenta individual, se redujo a la escritura escolar, a la preparación de originales de imprenta, a los documentos notariales y cancillerescos. Las grafías individuales toman un mayor protagonismo en los documentos manuscritos y degeneran muchas veces en la ilegibilidad, porque se leen más por intuición que por conocimiento de sus formas. Cuandos Gutemberg inventó los tipos metálicos movibles alrededor de 1450 los escribientes ya no eran necesarios para hacer libros. Durante un tiempo sobrevivieron escribiendo los títulos de los libros impresos e inscribiendo letras iniciales en color. Esto resultaba más económico que crear un tipo metálico para imprimir, por ejemplo, una sola letra roja en una página. Además siguieron haciendo libros manuscritos para eclesiásticos y nobles. Una vez la gente aprendía a leer quería luego aprender a escribir; así que los amanuenses se sen maestros se convirtieron en maestros calígrafos. Se imprimen manuales de caligrafía con modelos impresos en madera grabada, que producen cuadernos en masa que los maestros emplean en las escuelas. Los modelos impresos se caracterizan por el individualismo y capricho de cada calígrafo. No obstante sus fuentes de inspiración está en las escrituras de los humanistas italianos del Siglo XV. El sistema de impresión en hueco se inventó al mismo
tiempo. Se grababa la imagen de cada letra con un punzón afilado o buril sobre una placa de cobre. Esta técnica proporcionaba unas líneas y letras perfectamente controladas y definidas, con gran finura técnica. No tenían nada que ver los cuadernos de caligrafía grabados con madera a los grabados en cobre. La impresión en cobre o calcografía no permitía reproducir perfectamente la escritura hecha con pluma de tajo amplio, la pluma que hacía gruesos y finos sólo con cambiar la dirección de la misma y los cambios de empastes de tinta, finos y gruesos, son muy bruscos. En cambio., con las plumas de punta fina y afilada es necesario presionar la pluma para hacer un grueso, y no apretar para producir un fino. Las placas grabadas en cobre permitían mejor estas escrituras con pluma fina. ESCRITURA Y NACIONALISMOS La penetración del humanismo en la Europa occidental fue la causa de la expansión de los tipos de letra humanísticos, y la resistencia indujo a alemanes, rusos y turcos al aislacionismo de los alfabetos fraktur o gótico, cirílico y arábigo.En 1928, Turquía adoptó oficialmente el alfabeto latino y se prohibíó publicar libros en caracteres árabes. Los turcos poseyeron una elegante caligrafía árabe y por ello se demoró la introducción de la imprenta hasta el año 1729. Más gradual fue la eliminación de la gótica fraktur en el mundo de habla alemana. La razón original del predominio de la letra gótica en Alemania es la preponderancia en los siglos XVI y XVII de los escritores teológicos sobre los humanistas. La teología de la Universidad de Colonia y la de los luteranos de la Universidad de Witemberg influyeron en este predominio que llega hasta el Siglo XIX. Antes de la revolución luterana se usaba la itálica en Alemania. Ésta en los momentos críticos de formación de una cultura propia, del esfuerzo por identificar una tradición nacional y la consolidación de una confesión religiosa de la Reforma protestante versus la Contrarreforma tridentina, rechazó la escritura humanista como romana, como propia de otra religión y nacíón. Los primeros en rebelarse contra el monopolio del gótico fueron los científicos, literatos, autores y técnicos alemanes. La ciencia, la técnica y la literatura eran cada vez más internacionales. No podían poner puertas al mar y durante el Siglo XIX imprimieron todos sus libros en la escritura romana, la antiqua, asequible al mundo occidental. Hubo un intento de implantar un alfabeto mitad gótico y mitad romano. La conversión definitiva fue impuesta. Los nazis sostuvieron dos teorías contradictorias: Primero, la gótica era la escritura nacional y la genuina expresión de la raza aria y, luego, con la visión práctica del Nuevo Orden de Europa, Hitler decretó el 3 de Enero de 1941 que “el llamado tipo gótico era un invento judío y que por tanto, en adelante sería el tipo Antiqua la escritura normal del pueblo alemán”. S. H. Steimberg dice que fue lo único bueno que hizo Hitler por la civilización alemana. La expansión de la escritura latina se detuvo en las fronteras de la antigua Uníón Soviética. El alfabeto cirílico se convirtió en señas de identidad en el régimen estalinista, a pesar de los intentos en contra de Lenin. En 1957 el Consejo de Estado de China decidíó la supresión de 30.000 caracteres chinos y sustituirlos por las 30 letras del alfabeto latino, adaptadas a la fonética China. En 1561, la reina Isabel I de Inglaterra ordenó el cincelado de tipos de imprenta en “escritura insular irlandesa” para las ediciones anglicanas del Nuevo Tesstamento y del Catecismo. Lejos de convertirlos a la religión anglicana, los irlandeses convirtieron su letra en una poderosa arma contra Inglaterra. Con una escritura sumamente decorativa, pero poco legible, estos caracteres conservaron de una manera activa y eficaz la literatura nacional irlandesa. La supervivencia de la lengua catalana debe mucho a que las primeras prensas se instalaran en Cataluña. Allí en catalán se imprimieron poemas a la Virgen (1474) y una traducción de la Biblia (1478).