Portada » Lengua y literatura » Cual fue el castigo q le dio la madre de angela cuando fue regresada por su esposo en la obra cronica de una muerte anunciada
El texto que se va a comentar pertenece a la novela
Crónica de una muerte anunciada (1981), cuarto capítulo, del autor Gabriel García Márquez que nació en Aracataca (Colombia) en 1928. Este escritor pertenece al grupo de narradores que impulsaron la narrativa hispanoamericana en los años 60, boom de esta novela. Desde los años cincuenta compagina su actividad periodística con la escritura de cuentos y novelas cortas. A su primera novela, La hojarasca siguió el reportaje novelado Relato de un náufrago, El coronel no tiene quien le escriba o La mala hora
. Todas ellas anticipaban el rico universo mítico- literario de su novela cumbre,Cien años de soledad (1967). Posteriormente continuó publicando obras geniales:
El otoño del patriarca, Crónica de una muerte anunciada (1981), El amor en los tiempos del cólera, etc. En 1982 fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura.
En los últimos años ha escrito sus memorias:
Vivir para contarla eHistoria de mis putas tristes.
El marco histórico cultural en el que se desarrolla la novela se caracteriza por la independencia de los países de Hispanoamérica durante la primera mitad del S. XIX, a excepción de Cuba en 1898. La situación política, social y cultural de cada uno de los países de América Latina en el siglo XX es distinta. Sin embargo, se puede hablar de una serie de circunstancias que compartes estos países y que explican muchos de los aspectos de su literatura.
El atraso económico y las desigualdades sociales han sido fuente de continuas tensiones. Como consecuencia de ello la inestabilidad política es uno de los principales problemas que sufren estas naciones, en las que se han ido alternando periodos democráticos, dictaduras represivas y legislaturas interrumpidas junto a movimientos revolucionarios. A todo ello hay que añadir el protagonismo de EEUU en la vida política de los países de América Latina.El rasgo social y cultural más importante es el mestizaje, es decir, convivencia de razas (amerindia, blanca, negra) y mestiza (mulatos, zambos y criollos).El mestizaje a está presente el la literatura hispanoamericana.
La cultura se caracteriza por la conjunción de tradición y modernidad.
El idioma oficial es el español que convive con otras lenguas como el quechua, el aimara, el maya o el guaraní.
Crónica de una muerte anunciada(1981) de García Márquez es una novela corta en la que se mezcla la crónica periodística y la novela policiaca. Abarca menos de veinticuatro horas, pero se remite a la infancia de sus protagonistas, y a su incipiente vejez. Es la culminación del período de renovación (alejamiento de la forma tradicional de narración, monólogo interior, saltos en el espacio y el tiempo, elementos irracionales y oníricos, procedentes del surrealismo), realismo mágico, experimentación de nuevas técnicas narrativas y la búsqueda de elementos extraordinarios en la realidad cotidiana.
El tema que presenta el texto objeto de comentario es la firme decisión de Ángela Vicario de recuperar a Bayardo San Roman por lo que, tras diecisiete años escribiéndole cartas a su amado, éste regresó junto a ella.Ángela Vicario decidió escribirle cartas a Bayardo San Román, pues tras ser una casada devuelta, creció su amor por Bayardo, al mismo tiempo que se acrecentaba la animadversión hacia su madre. Al décimo año, le escribió una carta vehemente, sin pudor, y siguió escribiéndole durante diecisiete años, hasta que un mediodía de agosto, mientras bordaba con sus amigas, regresó su esposo, ya mayor, con el mismo atuendo con que lo había conocido. Llevaba una maleta de ropa para quedarse y otra con las casi dos mil cartas que le había escrito Ángela.
Los personajes a los que se alude en el texto son:
Ángela Vicario, protagonista de la novela, obligada a casarse porque había sido educada para ello y desencadenante de la tragedia al acusar a Santiago Nasar de la pérdida de su virginidad, por lo que es devuelta a su familia por su marido, al descubrir que no era virgen. A partir de ahí, sufre una gran transformación y es dueña de su destino. Parece actuar de forma deshonesta respecto a Santiago Nasar, que muere siendo inocente.
Bayardo San Román es un ingeniero de trenes, bien vestido, muy atractivo. Tenía dinero, orgullo y consideraba que sus deseos siempre se cumplirían, tanto para conseguir la boda con Ángela como la casa del viudo Xius. Es el hombre seguro y dominante que, poco a poco, va conquistando a los habitantes del pueblo. Termina envejecido y volviendo con su mujer. En la obra aparecen muchos más personajes como los hermanos gemelos, Pedro y Pablo, que serían los asesinos.
Pura Vicario, la madre, citada en el texto. El padre, ciego, que había sido orfebre de pobres; las hermanas de Ángela, ya casadas. Santiago Nasar, protagonista, su madre, Plácida Linero, el autor-narrador, amigo del muerto y muchos otros personajes.
La acción en la novela transcurre en Aracataca, pueblo natal del autor y se hace referencia a Manaure y Riohacha. Toda transcurre en la plaza de un pueblo y las casas que están alrededor, con referencia a otros lugares (finca de Santiago Nasar). Se describe la casa de Santiago Nasar y la del viudo Xius, la de la familia Vicario, la plaza, el muelle, las calles, la tienda de Clotilde Armenta…En el fragmento se refiere a Ángela Vicario, por lo que el espacio se sitúa en la casa donde Ángela vivía con su madre, en un pueblo cercano al Caribe: “permanecía en el cuarto escribiendo cartas sin porvenir” “Un mediodía de agosto […] sintió que alguien llegaba a su puerta”.
El tratamiento retrospectivo es un rasgo de la novela de los años sesenta y la técnica más novedosa de esta novela. Todo ocurre en menos de veinticuatro horas, pero la novela no avanza cronológicamente, sino que aparecen numerosas analepsis y prolepsis, elipsis, etc. Aparte del día del crimen, el sumario se realiza doce días después; el tiempo de las entrevistas con los protagonistas y testigos, unos veinte años después y el tiempo del narrador que escribe la crónica, veintisiete años después. El tiempo es circular, como la estructura de la novela. En el fragmento se observan referencias temporales: “media vida”, “una madrugada de vientos”, “por el año décimo”, “diecisiete años”.Los hechos narrados en el fragmento ocurren muchos años después de los hechos principales del relato. El narrador de este fragmento es un narrador omnisciente que conoce todo acerca de los personajes. Sin embargo, los hechos a lo largo de la obra se reconstruyen desde varias perspectivas (el personaje secundario amigo de Santiago Nasar, el propio pueblo que relata sucesos al juez y al narrador o el narrador omnisciente que escribe para hacer una crónica con la información recabada ).
La primera personase usa en estilo directo: “En prueba de mi amor te envío mis lágrimas” de Ángela Vicario o la que pronuncia Bayardo San Román: “Bueno -dijo-, aquí estoy“. La prosa de García Márquez es sencilla, directa, aunque cargada de simbolismo. Mezcla el estilo periodístico y real con el estilo mítico heredado del realismo mágico. Se observa el uso de un registro coloquial: “muerta de risa”, “escribiendo sin cuartel”, que contrasta con el nivel literario de otras expresiones: “Dueña por primera vez de su destino, Ángela Vicario descubrió entonces que el odio y el amor son pasiones recíprocas”, antítesis con la que se destacan los sustantivos“odio y amor”. Se observa detallismo en las descripciones: “Llevaba la maleta de la ropa para quedarse, y en otra maleta igual con casi dos mil cartas que ella le había escrito. Estaban ordenadas por sus fechas, en paquetes cosidos con cintas de colores y todas sin abrir”. Además de la antítesis ya citada, se pueden señalar otros recursos literarios:
“más encendía las brasas de su fiebre”; “En prueba de mi amor te envío mis lágrimas”, de gran fuerza expresiva.
“Se volvió lúcida, imperiosa, maestra de su albedrío”… “Al principio fueron esquelas de compromiso, después fueron papelitos de amante furtiva, billetes perfumados de novia fugaz, memoriales de negocios, documentos de amor, y por último fueron cartas indignas de una esposa abandonada que se inventaba enfermedades crueles para obligarlo a volver”, recurso propio de la descripción. También se puede señalar polisíndeton:
“y volvió a ser virgen solo para él, y no reconoció otra autoridad que la suya”, que produce lentitud;
hipérbole que se produce al convertirse Ángela en escritora fiel durante diecisiete años: “una carta semanal durante media vida” o su consecuente “locura” entre risas y lágrimas y, finalmente, se observa una personificación:
“carta febril”.Se observa algún campo semántico de sentimientos: “odio”, “amor”, “rencor”, todos referidos a Ángela Vicario.Existen sustantivos concretos: “tripas”, “amigas”, “máquina”, “lágrimas” “cuerpo”…, por el carácter realista del relato. Sustantivos abstractos: “destino”, “odio”, “amor”, “rencor”, “servidumbre”.., ya que se alude a los sentimientos. Con relación a los adjetivos , se pueden destacar: “rencor feliz”, “casada devuelta”, “carta semanal”, “amante furtiva” , especificativos, que seleccionan y restringen el significado del sustantivo al cual acompañan.
Predominan las formas verbales en pretérito perfecto simple: “descubrió”,“dijo”, “reconoció” , “Escribió”, “fueron”, “cambiaron”, “consiguió”, “habló”…, acción teminada, ya que los hechos se narran muchos años después. También se usa el pretérito imperfecto: “Estaba”, “empezaba a caer”, “necesitaba”, “tenía”, “llevaba”,acción no terminada, usado para describir.En cuanto a las oraciones, aparecen simples como la que inicia el segundo párrafo: “Escribió una carta semanal durante media vida”, pero hay un predominio de las compuestas; “Una madrugada de vientos, por el año décimo, la despertó la certidumbre de que él estaba desnudo en su cama”, subordinada sustantiva de complemento del nombre; “Seis veces cambiaron la empleada del correo, y seis veces consiguió su complicidad”,coordinada copulativa. La variedad de oraciones aporta cohesión al texto.
La modalidad oracional usada en el texto es la enunciativa. También se observa la modalidad exclamativa en una oración, “¡Pero era él, carajo, era él!”, usada por Ángela Vicario para expresar la emoción que sintió al ver regresar a Bayardo san Román, enfatizada con el término vulgar “carajo”, que aparece también en otras obras de García Márquez como en el magnífico final de El amor en los tiempos del cólera.En el texto García Márquez nos deja ver uno de los temas de la obra: la pasión amorosa de Ángela que había sido obligada a casarse sin amor por interés. Como consecuencia se ve abocada a la soledad, que la hace reflexionar y sentir verdadero amor y una extraña pasión desenfrenada por Bayardo San Román, el hombre que siguiendo las directrices de una sociedad atrasada, machista e hipócrita, la había repudiado al conocer que no era virgen, al estilo de las obras dramáticas de Lope y Calderón en el S. XVII. La actitud de Ángela no responde a los moldes de una persona convencional. Esto nos hace plantearnos si ella realmente había asumido el papel que la familia y la sociedad le asignaban o simplemente había ocultado sus sentimientos a espera de tiempos mejores. En cualquier caso, su actitud no es recta ya que manda a la muerte a un hombre a todas luces inocente del crimen por el que lo asesinan los hermanos Vicario.En nuestros días no se concibe el hecho de que el honor familiar pueda provocar la infelicidad, el desamor o la muerte de una persona. El amor, considera la mayoría de la gente, tiene que estar por encima de todas las convenciones. Verdad es que si nos situamos en el entorno de la miseria rural en el que se desarrolla la obra, seguramente no pensaríamos de la misma manera, sino que aceptaríamos sin más la situación. Nosotros preferimos, como hace García Márquez con una velada crítica, rebelarnos contra la situación expuesta.Por otra parte, podemos manifestar nuestra extrañeza ante la actitud de Ángela Vicario, que se manifiesta como una persona inestable y caprichosa. El hecho de que al final de la obra se salga con la suya ofrece al fragmento un cierto tinte de novela rosa muy alejado del estilo de otros fragmentos de la novela, más violentos sin duda.Finalmente, es preciso destacar el elevado valor de la obra en general. El autor, fiel a su estilo, ha sabido expresar una realidad psicológica complicada sirviéndose con mucho acierto de un estilo en el que es capaz de mezclar matices de gran calidad literaria con escenas e imágenes prosaicas e incluso eróticas, como la escena del despertar.