Portada » Lengua y literatura » Crisis ideologica del romanticismo
El romanticismo es un movimiento social y cultural que se desarrolla en la primera mitad del siglo XIX y supone una revolución estética e ideológica. Respecto a la sociedad de la época, cabe destacar que pasa de ser de tipo estamental a ser una sociedad de clases, donde la nobleza es desplazada por la burguesía que pasa a ser la nueva clase dominante (se crea una protesta contra el mundo burgués debido al triunfo de esta). Por tanto, es la riqueza la que otorga los derechos: a mayor poder económico, mayor poder político. Esto desemboca en unos intereses económicosque junto a las ocupaciones producidas por la Revolución Francesa da lugar al desarrollo de los nacionalismos; un sentimiento de los pueblos hacia su historia, cultura, etc. Desde el punto de vista político, el liberalismo mantiene presentes algunas de las ideas de la ilustración como las libertades individuales y la soberanía popular, donde el poder reside en el pueblo.
Los temas del Romanticismo están relacionados con la concepción romántica del mundo. Surge un nuevo sentimiento de no plenitud, donde la fugacidad de la vida es planteada con angustia surgiendo una obsesión por la muerte; que dependiendo del talante religioso del poeta provocando una desesperación para el ateo o un misticismo para el creyente. El desacuerdo con el mundo crea rebeldía y contradicciones pues el romántico busca una felicidad imposible y choca inevitablemente con la realidad, produciendo una huida hacia lugares más exóticos. El idealismo, una corriente filosófica que destaca en el pensamiento romántico europeo genera una exaltación del ‘yo’, reflejando el conflicto entre la sociedad y el individuo; y creando un sentimiento de superioridad en el artista frente al mundo que lo rodea. Esta exaltación supone un individualismo y una importancia de la intimidad en la temática del poeta.
Otro tema que toma importancia en el Romanticismo es la naturaleza, que se adapta a los estados de ánimo del poeta; pudiendo mostrarse melancólica u oscura (surge un gusto por la noche), reflejando la angustia y la obsesión por la muerte. No obstante, la libertad se superpone a la soledad, dejando a un lado paisajes desolados.
Para el romántico la literatura consiste en transformar la sociedad plasmando sus ideales y sus sentimientos personales. Por un lado, los sentimientos personales del autor, como la melancolía o la soledad por una felicidad imposible, crean una rebeldía ya comentada anteriormente en el autor; y un amor que rompe fronteras y barreras políticas, pero que en ocasiones pueda dar lugar al desengaño. Por otro lado, el pasado histórico del autor, ya sea nacional o regional, hace que la inspiración se busque en la Edad Media, así como en personajes literarios como don Quijote o don Juan. Se aprecia de este modo la novela histórica de las leyendas y romances.
La exaltación del ‘yo’, donde el artista es el héroe, hace que este se sienta superior al mundo, aislándose en busca de una soledad egocéntrica. Los conflictos sociales, basados en las desigualdades, presenta personajes marginados, pero libres como son los bandoleros, mendigos…
=>Se pretende una renovación artística basada en el rechazo de las reglas clásicas y en la exaltación de la imaginación; las tendencias estéticas son opuestas a las del Neoclasicismo.
La estética romántica, muestra formas inquietas, dinámicas y distorsionadas, pues es una estética basada en dramatismo y la intensidad emocional, y no en la elegancia clásica o buen gusto. La pasión por la libertad hace que se rechacen modelos y se proclame la inspiración y el genio individual, y se mezclan géneros, tonos y estilos; de tal forma que en una misma obra podrán mezclarse la prosa y el verso o lo trágico con lo cómico.
La literatura romántica rompe los límites de la realdad; sus obras llenas de misterio y elementos sobre naturales crean una fantasía en la que podemos encontrar personajes de origen desconocido, milagros, pesadillas, etc. La naturaleza refleja el estado de ánimo del héroe, pudiendo ser salvaje, turbulenta o pesimista.
Ha de comentarse también el estilo retórico, donde el lenguaje puede llegar a ser exagerado, con abundantes adjetivos, palabras esdrújulas, signos de interrogación y exclamación… No obstante, el vocabulario era populista en escenas costumbristas llenas de color.
La naturaleza refleja el estado de ánimo del héroe, pudiendo ser salvaje, turbulenta o pesimista. Ha de comentarse también el estilo retórico, donde el lenguaje puede llegar a ser exagerado, con abundantes adjetivos, palabras esdrújulas, signos de interrogación y exclamación… No obstante, el vocabulario era populista en escenas costumbristas llenas de color.
Es el género más adecuado para expresar la actitud romántica, la rebeldía ante el mundo y la expresión de los sentimientos más íntimos. Los temas poéticos son la libertad, los sentimientos, entre los que destaca el amor; lo sobre natural junto con lo exótico y legendario, y la muerte. Al igual que en la estética romántica, se produce una intención renovadora, donde aparecen nuevos ritmos acentuales, se alteran estrofas de distintas medidas… Predomina de nuevo la libertad de expresión, pero se respeta el lenguaje, que es culto y retórico.
Podemos distinguir dos tipos de poesía: la épica o narrativa y de tono heroico que recoge sus temas de la tradición, la historia o la leyenda; y la poesía lírica, que es la expresión emblemática del Romanticismo ya que en ella confluyen los conflictos interiores del poeta. Podemos exaltar a Espronceda, que escribió tanto poesía narrativa (‘El Estudiante de Salamanca’) como lírica (‘La canción del pirata’ entre otras) ; a Bécquer junto a sus obras en prosa (‘El Monte de las ánimas’) y en poesía (‘Rimas’); y a Rosalía de Castro (‘Follas Novas’)
Destacan varios géneros, entre los que encontramos:
La novela histórica, que trata de temas situados en la Edad Media. Puede ser liberal, adaptando temas de la historia de España con un talante crítico (destacando obras de Larra y Espronceda); o moderada, que exalta los valores tradicionales. Destacan en este último Gil y Carrasco. –
Son una descripción inmovilista de una realidad social típica, sin desarrollo dramático. De breve extensión, el cuadro de costumbres busca temas de actualidad y acude a un lenguaje popular y expresivo para generar gracia.
Donde aparecen por primera vez ensayos, poemas y relatos cortos. Los escritores románticos usan el periódico como un medio para transmitir sus ideas de progreso. Se caracteriza por una prosa directa y un tono didáctico.
Cabe hacer una mención a José de Larra, uno de los románticos españoles más destacados que reflejó la corrupción política que vivía España. Su prosa es llana, clara, directa e irónica, y su estilo está lleno de juegos de palabras y paradojas que ponen el lenguaje al servicio de una clara intención crítica.
Está enlazado con el Teatro del Siglo de Oro, muy del gusto del público romántico y despreciado por los neoclásicos. Su temática estaba basada en un amor imposible más allá del bien y del mal. Le acompañan el azar, que alimenta al héroe romántico, la libertad, la venganza y la rebeldía política. La intención del drama romántico no es educar, sino llegar a los sentimientos del espectador; emocionarle y/o hacerle sufrir.
Los personajes, que en caso del héroe, es misterioso, valiente y busca una felicidad inalcanzable, pero tiene un destino inevitablemente desgraciado. La heroína que lo acompaña es dulce, inocente y una amante apasionada.
El teatro romántico se caracteriza además por su rechazo a todas las reglas; siendo la libertad el principio artístico más importante. Gracias a ello, podemos encontrar una mezcla de elementos trágicos y cómicos, de prosa y verso,… Se termina también con las unidades de tiempo y lugar; el número de actos varía y se usan efectos que intensifiquen el clima trágico y que puedan producir sorpresa, horror u otro tipo de emociones en el espectador. Destaca también el uso de un lenguaje retórico.