Portada » Historia » Crisis del Antiguo Régimen en España (1808-1833): La Guerra de la Independencia
La crisis de 1808 está influida por tres factores: la crisis económica y social, la influencia de la Revolución Francesa y las conspiraciones palaciegas.
Debido a la máxima roturación de las tierras, su rendimiento disminuyó provocando crisis de subsistencias, hambrunas y epidemias. Este problema no se podía solucionar ya que las tierras estaban amortizadas en manos del clero, la nobleza o los ayuntamientos, y las tierras en venta eran caras.
Para evitar que la Revolución se contagiase a España se cerró la frontera, se expulsó a los franceses y se impuso la censura. Todas las potencias europeas declararon la guerra a Francia en las denominadas guerras de coalición, más aún tras el ajusticiamiento de Luis XVI en 1793. España será derrotada y tendrá que firmar con Francia en 1795 la paz de Basilea, fin de la guerra, y el Tratado de San Idelfonso para luchar contra Gran Bretaña entre 1795 y Trafalgar en 1805. Con estas derrotas se perdió gran parte de la flota provocando una crisis comercial, se produjeron pérdidas demográficas, tuvo que emitirse deuda pública y la presión fiscal aumentó. Para recaudar dinero en 1798 se producirá una desamortización sobre los bienes del clero.
El poder de Godoy provocó el descontento de gran parte de la aristocracia, creándose el partido antigodoyista o fernandino que llevará a cabo el motín de El Escorial en 1807, en el que el propio Fernando participó, pero fracasó. En 1808 sí triunfará el motín de Aranjuez, que tuvo apariencia de protesta popular pero estuvo provocada por los nobles, y terminará con la abdicación de Carlos IV en Fernando VII, y Godoy tendrá que renunciar a su cargo y huir.
Con la firma del Tratado de Fontainebleau en 1807, el ejército francés entró en España para invadir Portugal. Fernando VII y su padre fueron convocados por Napoleón en Bayona y, tras la salida de los últimos miembros de la familia real en Madrid, se producirá allí una sublevación popular el 2 de mayo de 1808 que fue reprimida por Murat. Debido a esto, la sublevación se contagiará a otras ciudades iniciando la Guerra de la Independencia, que fue una guerra:
Supondrá un cambio social con la participación del pueblo llano en la guerra de guerrillas y un cambio político con la convocatoria de Cortes. Para resolver el desgobierno de algunos pueblos se crearon las Juntas Locales, formadas por las personas de mayor prestigio de la sociedad, dirigidas a su vez por Juntas Provinciales y a su vez por la Junta Suprema Central creada el 25 de octubre de 1808 y localizada en Cádiz, que estuvo bajo dominio español durante toda la guerra. Las Juntas se caracterizarán por la ruptura político-administrativa con el Gobierno impuesto, por su perfil revolucionario y por ser el pueblo quien tome las decisiones a partir de ahora.
Con la Constitución de Bayona, que en realidad fue una carta otorgada, elaborada por Napoleón en julio de 1808, se intentó imponer en España un régimen de carácter liberal. Las novedades que recoge son:
José I intentó modernizar el país pero, debido a que no tenía apoyo de los afrancesados (algunos lo hicieron por interés y otros por razones ideológicas), estos serán considerados traidores por los patriotas y perseguidos a la vuelta de Fernando VII.
La guerra se va a desarrollar en diferentes fases:
Marcada por la victoria española en Bailén, que obligó a José I y a sus tropas a retirarse al norte de la Península. También destacaron los sitios de Zaragoza y Gerona, así como la batalla de Talavera.
Se caracterizó por las victorias del ejército francés al mando del mismo Napoleón como en Ocaña. Los franceses alcanzarán el máximo control quedando libres Cádiz y Alicante. En esta etapa se iniciará la guerra de guerrillas y la colaboración del ejército español con el de Wellington.
Se producirá la ofensiva anglo-española al mando de Wellington, y que debido a la retirada de tropas francesas de España para la campaña de Rusia, ocasionará la victoria española en Ciudad Rodrigo, Los Arapiles, Vitoria y San Marcial, obligando al ejército francés a cruzar la frontera. Napoleón firma con Fernando VII el Tratado de Valençay el 11 de diciembre de 1813, debido a que estaba a punto de ser derrotado en Europa. Por el Tratado de Valençay finalizaban las hostilidades y Fernando VII volvía a ser rey. Con esto se da por concluida la Guerra de la Independencia y Fernando VII regresa a España el 22 de marzo de 1814, tras la salida de las últimas tropas francesas.