Portada » Español » Corrientes literarias de los años 40 y 70
En los años 40 domina una poesía oficial y frente a ella una poesía existencialista. Fuera de estas dos tendencias hay un grupo neomodernista y neobarroco y otro vanguardista: La poesía arraigada: en la inmediata posguerra aparecen dos revistas: Escorial y Garcilaso, en las que se muestra un tono belicista y panfletario: se exalta a los vencedores y se denigra a los perdedores. Sigue las formas métricas clásicas y los temas tradicionales por lo que es conocida como “poesía garcilasista”: En general, expresan una visión esperanzada del mundo. Destaca Luis Rosales. La poesía desarraigada: en 1944 se producen tres importantes hitos poéticos: Aleixandre y Alonso publican respectivamente Sombra del paraíso e Hijos de la ira y, en León, aparece el primer número de la revista Espadaña, En Hijos de la ira, Dámaso Alonso expresa la angustia histórica junto con la angustia existencial, determinada por temas como el hombre y Dios, la muerte, la soledad y la injusticia. Introdujo el versículo y un vocabulario ‘no poético’ e imágenes relacionadas con lo monstruoso y la podredumbre. En Sombra del paraíso, Aleixandre contrasta el dolor del presente con la armonía del pasado. Su tema clave es el paraíso perdido, evocado a través de recuerdos infantiles. En 1947 aparece en Córdoba la revista y el grupo Cántico, que propugna una poesía intimista, sensual y neobarroca que intenta recoger la herencia de los poetas del 27; Postismo: movimiento de carácter vanguardista, abreviatura de ‘post-surrealismo’ y nombre de una revista, fundada por Carlos Edmundo de Ory. Domina ahora en ese resurgimiento del surrealismo el aspecto lúdico y antisocial que han consagrado poetas como Ángel Crespo. Durante su juventud, también formó parte de este grupo la poeta madrileña Gloria Fuertes
Hablamos de distintas corrientes: Teatro continuista: es un teatro tradicional que triunfa y cuyos estenos se convierten en acontecimientos sociales. Ideológicamente se caracteriza por los valores conservadores: Dios, patria y familia; y por el seguimiento de las normas aristotélicas. Teatro en el exilio: desarrollado especialmente en México y Argentina, el interés artístico llevó a sus autores a incluir novedades vanguardistas. Son sus representantes los escritores del 27 como A. Casona (La dama del alba…). Teatro de evasión y teatro de humor: el grupo más importante de autores es el formado por los continuadores de la comedia burguesa (Ruiz Iriarte), quienes construyen un teatro de evasión que representa una sociedad falsificada y resulta anticuado. También cobra fuerza el teatro cómico o de humor: alejado de la realidad inmediata sobresale un teatro de humor renovado, disparatado y poético, un humor inteligente con situaciones ingeniosamente construidas en las que lo inverosímil y hasta lo absurdo se convierten en protagonistas. Son sus mejores representantes Enrique Jardiel Poncela y M. Mihura Jardiel Poncela, su teatro presenta uno de los intentos innovadores más notables, ya que pretende transformar las motivaciones del humor español. Su teatro aspira a la inverosimilitud, lo que le lleva a crear situaciones incoherentes y ridículas. Destaca Eloísa está debajo de un almendro Miguel Mihura es conocido por Tres sombreros de copa (no estrenada hasta veinte años después de escribirse) en la que no refleja la realidad sino que la idealiza por medio de la humanización de sus personajes y el triunfo de la bondad y la ternura; distorsiona la realidad con diálogos incoherentes y situaciones absurdas que ocultan un fondo serio: la imposibilidad de comunicación y una crítica contra todo tipo de convencionalismo
Se distinguen las siguientes tendencias: Metanovela: alcanza su madurez en los ochenta y trata principalmente de la creación literaria, del proceso de leer y escribir: Juegos de la edad tardía, de Luis Landero o Papel mojado, de Juan José Millás. Novela histórica: es una corriente que surge a finales de los setenta y que en los últimos años ha resurgido con fuerza. Pérez Reverte mezcla la historia con la aventura y la intriga (La tabla de Flandes) Novela discursiva: centrada en el discurso, con una complejidad lingüística y estructural. Destaca Javier Marías (Corazón tan blanco). Novela erótica: destaca Almudena Grandes con Las edades de Lulú o Coños de Juan Manuel de Prada. Novela femenina: visión de los problemas familiares, sentimentales y sociales desde las perspectivas de protagonistas femeninas, con influencia del feminismo; destacan autoras como Rosa Montero con Historia del Rey Transparente Novela negra: se incluyen las novelas policiacas y de espionaje. A veces se reconstruyen momentos históricos. Un autor relevante es Eduardo Mendoza quien publicó en 1975 La verdad sobre el caso Savolta, considerado el punto de partida de la narrativa actual. Mendoza ha mostrado su capacidad paródica: Sin noticias de Gurb. La ciudad de los prodigios recrea la evolución histórica y social de la ciudad de Barcelona en las exposiciones universales de 1888 y 1929. Novela realista: se produce un resurgimiento del realismo, que incorpora parcelas nuevas, como elementos fantásticos, oníricos o míticos. Destaca C. Martín Gaite: Caperucita en Manhattan.