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La Balsa de la Medusa Autor:
Jean-Louis André Théodore Géricault Tipología:
Pintura Cronología:
1818-1819 Técnica:
Óleo sobre lienzo Medidas:
716 x 491 cm Estilo:
Romanticismo francés Tema:
Pintura de historia.
Museo de Louvre (París)
Explica brevemente el contexto histórico-cultural de la época en que se sitúa la obra, carácterísticas del movimiento al que pertenece, carácterísticas del autor
1816 fue el año sin verano: una erupción volcánica en Indonesia provocó un oscurecimiento de la atmósfera, con frío, malas cosechas y grandes tormentas. El 2 de Julio la fragata “Medusa” naufragó ante la costa de África Occidental, llevando a bordo colonos franceses que se dirigían a Senegal. La oficialidad del barco era inexperta: tras la caída de Napoleón en 1814 los Borbones volvieron a la corona francesa y numerosos partidarios suyos, hasta entonces apartados de todo mando, ocuparon diversos cargos. Fue el caso del capitán del barco. La aristocrática e incompetente oficialidad ocupó los botes salvavidas dejando a marineros y pasajeros a su suerte. Éstos construyeron una balsa que, con 150 náufragos, fue a la deriva durante 12 días en mar abierto, sin agua ni alimentos, y sólo vino para beber. Se generaron momentos de hambruna, desesperación, orgías alcohólicas, un motín… los amotinados fueron reducidos y lanzados por la borda… se recurríó al canibalismo para sobrevivir… hasta el rescate final. La prensa difundíó la noticia y causó un escándalo que supuso un enorme descrédito para la corriente borbónica y conservadora El Romanticismo se preocupó por lo no racional: los sentimientos, las pasiones… especialmente las negativas (el dolor, la muerte, la desesperación). Los ROMánticos se interesaron por la representación de la naturaleza, con frecuencia mostrando su poder de destrucción y la insignificancia del hombre ante su poder. A los individualistas ROMánticos también les interesaron los diferentes.
El pintor ROMántico francés Gericault se interésó en este acontecimiento por la carga política de denuncia pero todavía más por las posibilidades de representar la existencia humana enfrentada a una situación extrema. Su interés por los sucesos de la Medusa le llevó a no escatimar esfuerzo por representar del modo más dramático posible esas penalidades: entró en contacto con dos supervivientes; hizo construir la balsa en su estudio; se interésó por el aspecto de muertos y moribundos y visitó los hospitales y depósitos de cadáveres, llevando a su taller miembros amputados. Su maestro Guerín le había concienciado sobre la necesidad de preparar meticulosamente toda obra. Géricault realizó por ello estudios al óleo, bocetos y dibujos para establecer el momento que debía ser representado, la disposición de los personajes, sus actitudes…
análisis formal: –
La escena recoge el momento en el que los náufragos (varios de ellos de raza negra) avistan un barco. Los personajes componen toda una galería de expresiones posibles, desde la desesperación más absoluta (un padre desolado junto a su hijo muerto) al entusiasmo desbordante de los marineros que agitan paños. Junto a los vivos aparecen varios cadáveres tratados con un Realismo perturbador. Una ola amenaza con volcar la balsa. –
Los cuerpos se disponen en una pirámide de cuerpos (desde los muertos de la base hasta los vivos que buscan salvación) cuya cúspide ocupa un marinero que ondea un paño haciendo señales. A esta pirámide se le suma otra, formada por cuerpos en sombra y la vela. Esta segunda pirámide oscura representa la muerte. Las pirámides son de base asimétrica. Este tipo de composición es típico del artista y frecuente en la historia. –
El color general es pardo, beige, grisáceo, con algún toque rojizo: se trata de evocar la muerte. –
El ambiente es oscuro y tenebrista, de atardecer, con sol bajo y el cielo cubierto de nubes; ello acentúa el sentimiento de desesperación. La luz llega a ráfagas en ese espacio oscuro creando efectos semejantes a los que había conseguido Caravaggio. –
Usa un punto de vista elevado a fin de mostrar mejor la escena y aproximar al espectador a los acontecimientos.-
Realiza una representación expresionista, fidedigna y naturalista de las figuras. Los cuerpos, retorcidos y en tensión, traducen la admiración de Gericault por Miguel Ángel, y su tratamiento naturalista remite también a Caravaggio. El dinamismo de la composición y la pincelada gestual proceden en cambio de Rubens.-
El dibujo de las figuras es preciso y detallado. Era algo aprendido en la academia de Bellas Artes y a lo que saca partido. –
Los colores en las figuras tienden a estar fundidos, excepto en los toques finales de color claro, donde deja las pinceladas visibles. También en el cielo y el mar deja las pinceladas libres y expresivas. Debido al tamaño del cuadro, el espectador debe alejarse para apreciarlo, y esos trazos se perciben menos.
Intención expresiva del autor. Modelos e influencias de la obra.
Gericault pretende hacer una obra de denuncia política: contra la ineficacia y la actitud clasista de los oficiales del barco, pero también contra el racismo. A Géricault le preocupaba la cuestión de la esclavitud, y en sus últimos años pensó en pintar un gran cuadro con el tema de la venta de esclavos. Se estima que representar en la pintura varios africanos y coronar la pirámide de cuerpos con un hombre de raza negra tenía como fin la concienciación sobre ese problema. Además, colocar a este hombre en contrapicado magnifica su presencia. Quería también hacer un análisis de las pasiones humanas: el dolor, la desesperación, la resignación, la muerte…
(3 de Mayo en Madrid)
¿Buscaba también congraciarse con el nuevo gobierno? A fin de cuentas, todos sabían de su pasado “afrancesado» y su trabajo para los franceses (obligado por su trabajo como pintor de cámara). Para realizar esta obra patriótica recurre al género de la llamada «pintura de historia» en la que se narran acontecimientos históricos reales o literarios. Este género de pintura llegó a constituir la ocupación más importante para un pintor de la corte. Goya ha buscado representar una escena histórica llena de heroísmo. Para ello se inspira en recursos cogidos de la pintura religiosa: La figura con los brazos en cruz se relaciona con la crucifixión de Jesús, mientras que los colores amarillo y blanco, divisas heráldicas del Papa, simbolizan a la Iglesia, y la luz es una metáfora de la asistencia divina a los condenados a muerte. Goya se acerca al espíritu de denuncia de la guerra y del invasor francés que ya había tratado con la serie de grabados “Los desastres de la guerra” (1810-1812). Al mismo tiempo convierte la imagen heroica carácterística del Neoclasicismo (hay posturas que parecen tomadas de “El juramento de los Horacios” o » El rapto de las sabinas” de David) en el icono ROMántico de los luchadores por la libertad. Desde el punto de vista compositivo y temático, este cuadro influyó sobre el “fusilamiento de Maximiliano” de Manet, en “La matanza de Corea” de Picasso (quien también denunció los horrores de la Guerra Civil en el “Guernica”) y en la foto de Robert Capa “Muerte de un miliciano”.
El 3 de Mayo en Madrid (Los fusilamientos en la montaña del Príncipe Pío)
Francisco de Goya y Lucientes Tipología:
Pintura Cronología:
1814 Técnica:
Óleo sobre tela Medidas:
3.47 x 2.68m Estilo:
ROMántico Tema:
Histórico/ alegórico Localización:
Museo del Prado (Madrid)
Explica brevemente el contexto histórico-cultural de la época en que se sitúa la obra, carácterísticas del movimiento al que pertenece, carácterísticas del autor. En 1807-8 Napoleón maniobró para imponer como rey de España a su hermano José Bonaparte en lugar de Fernando VII. Ante eso el pueblo de Madrid se sublevó contra los franceses el 2 de Mayo de 1808. Los franceses apresaron a numerosos sublevados y los fusilaron en distintos sitios de Madrid. Seis años después de los hechos, en Febrero de 1814, Goya mandó una carta al cardenal Luís de Borbón, regente en aquel momento a la espera del retorno de Fernando VII. En esa carta Goya se ofrecía para, textualmente, “perpetuar mediante los pinceles las más notables y heróicas acciones o escenas de nuestra gloriosa insurrección contra el tirano de Europa”. Fruto de este ofrecimiento de Goya fueron sus dos patrióticos cuadros “El dos de Mayo” o “La carga de los mamelucos” y el presente cuadro. Se desconoce la función original de ambos cuadros. En el Romanticismo fue muy importante el nacionalismo, expresado como el sentirse diferente del resto de naciones, exprésándose en pinturas que muestran las glorias históricas. Del mismo modo, fue importante la expresión de sentimientos desgarrados, lo irracional, la reflexión sobre la muerte, la noche… presentes todo ello en esta obra. En cualquier caso Goya se interésó en esta obra por la representación de sentimientos desatados… y lo pintó con su estilo carácterístico de pinceladas sueltas, deshilachadas y gestuales y su paleta cada vez más oscura y contenida.
En una escena nocturna al aire libre, a la luz de un farol, se aprecia a la izquierda un grupo de gente que va a ser fusilada. Ya hay algunos muertos en el suelo y a la derecha aparece la siguiente tanda de víctimas. Mientras, a la derecha, de espaldas y en diagonal, se ve un pelotón de ejecución formado por soldados franceses que les apuntan. Entre las víctimas españolas se aprecia una mujer y un fraile (rasgo de verosimilitud: muchas mujeres lucharon y se sabe que Francisco Gallego y Dávila, capellán de la Encarnación, fue capturado con las armas en la mano)
pero destaca como protagonista un hombre con la camisa blanca y los brazos abiertos. –
Los dos grupos se solapan formando una franja horizontal. No obstante, se distinguen bien debido a las diferencias de posición e iluminación. El grupo de soldados franceses está dispuesto en diagonal, dando profundidad.
El espacio se organiza en profundidad a partir del solapamiento de las figuras, lo que produce una superposición de planos. Se nota especialmente en el caso de los franceses. El punto de vista es alto: eso hace que el espectador aprecie la escena en su conjunto, potenciando el Realismo. –
Es una escena nocturna iluminada con la luz de un farol apoyado en el suelo. La luz, que ilumina fuertemente a los personajes de la izquierda y deja en la penumbra a los soldados franceses de la parte derecha, refuerza la diferenciación de los dos grupos. –
La gama cromática es reducida a ocre, negro, blanco, amarillo y rojo. Las pinceladas son largas y abiertas, de esta manera potencian el dramatismo.-
Las figuras parten de un dibujo de contornos deshilachados típicos de Goya. Goya muestra la expresividad de los personajes a partir de sus gesticulaciones y con una sabia descripción de sus actitudes: rabia, terror, resignación, heroísmo… Por el contrario los soldados franceses son vistos desde atrás: sin rostro y todos en la misma postura son figuras deshumanizadas convertidas en máquinas de matar. La figura que tiene los brazos alzados y parece encararse a los soldados se convierte en el foco principal de la obra, alrededor del cual se distribuyen el resto de las figuras. Su camisa blanca le hace destacar del fondo oscuro y lo convierte en el protagonista.
Goya prefiere no definir las figuras a partir de contornos definidos. Estos aparecen borrosos, ya que Goya prefiere crear las formas a partir de manchas de color. No obstante, sí que se perciben contornos dibujados con trazo oscuro en algunas de las figuras del primer plano.
Frente a la lisura de las obras neoclásicas, Goya trabaja dejando la pincelada visible, cargada de pintura. Junto a los pinceles, aparecen trazos de borde cuadrado hechos con espátula o pintura aplicada con el mango del pincel.
Intención expresiva del autor. Modelos e influencias de la obra. Mediante estas obras Goya quiere conmemorar el heroísmo de estos acontecimientos.