Portada » Biología » Contaminación del Agua: Efectos, Causas y Soluciones
La contaminación del agua tiene efectos devastadores en los ecosistemas acuáticos y la salud humana. Los contaminantes, provenientes de diversas fuentes, alteran el equilibrio natural de los cuerpos de agua, impactando la flora y fauna acuática.
Ríos y lagos son receptores de contaminantes de origen doméstico, industrial, agrícola y ganadero. La capacidad de autodepuración de estos ecosistemas se ve sobrepasada, generando consecuencias como:
La eutrofización, un proceso de enriquecimiento excesivo de nutrientes (nitrógeno y fósforo), provoca un crecimiento desmesurado de algas, reduciendo la cantidad de oxígeno disuelto y causando la muerte de organismos aerobios y fotosintéticos.
La eutrofización, aunque más frecuente en lagos, también afecta estuarios y mares cerrados. Puede provocar la aparición de mareas rojas, formadas por algas tóxicas (dinoflagelados) que causan envenenamiento paralítico y diarreas en la fauna marina.
Para mitigar la contaminación del agua, se requieren acciones como:
Las aguas subterráneas, generalmente aptas para el consumo, enfrentan problemas de contaminación, sobreexplotación y salinización. La contaminación puede ser puntual (vertederos, fosas sépticas) o difusa (fertilizantes).
La baja capacidad de autodepuración de las aguas subterráneas exige la prevención de la contaminación.
La sobreexplotación reduce el nivel freático, mientras que la salinización, frecuente en zonas costeras, ocurre por intrusión de agua marina en acuíferos sobreexplotados.
El mar, con mayor capacidad de autodepuración que otros ecosistemas acuáticos, aún sufre contaminación de origen terrestre, marino y atmosférico.
Los vertidos de aguas residuales causan:
Los metales pesados (Cu, Pb, Hg, Cd, Zn) persisten en el ambiente, bioacumulan en las cadenas tróficas y son tóxicos. Los plaguicidas, clorados (persistentes) u organofosforados (tóxicos pero menos persistentes), también contaminan el mar.
Los hidrocarburos, provenientes de diversas fuentes (petroleros, refinerías, etc.), causan graves daños. Tras un vertido accidental, el petróleo se evapora, fotooxida, deposita en el litoral o se dispersa, pudiendo sedimentarse, disolverse o ser degradado por microorganismos.