Portada » Economía » Contabilidad para empresas: fundamentos y aplicación
La contabilidad de la empresa es una disciplina que tiene como objetivo primordial la medición, la valoración y el registro de las operaciones económicas y financieras que acontecen en la realidad de la empresa, con el fin de suministrar información a una gran diversidad de usuarios sobre la composición del patrimonio, la situación financiera y la rentabilidad de la empresa, y facilitar de este modo el análisis y control de su gestión.
Distintos agentes necesitan conocer información de la empresa para su toma de decisiones. Así, podemos distinguir:
Todos los bienes y derechos de la empresa están avalados por un soporte financiero, que puede ser: fuentes de financiación propias o fuentes de financiación ajenas.
Los elementos patrimoniales son todos y cada uno de los componentes que configuran el patrimonio de la empresa. Son, por tanto, los bienes, los derechos y las obligaciones. Cada uno de estos elementos se representa en contabilidad mediante un instrumento denominado cuenta.
Una masa patrimonial se configura por elementos con un mismo significado económico o financiero. Así pues, existen dos niveles de masas patrimoniales:
(tabla pg 146)
Las diferentes masas patrimoniales deben mantener entre sí una correlación con el tiempo de permanencia en la empresa, la estructura económica, el activo no corriente, largo plazo, y, el activo corriente, corto plazo, con el plazo de exigibilidad, la estructura financiera, a largo plazo el patrimonio neto y pasivo corriente y, a corto plazo, el pasivo corriente.
Todos los hechos y las transacciones que realiza la empresa deben registrarse ordenadamente. El Código de Comercio recoge las disposiciones legales sobre la contabilidad de los empresarios. Toda sociedad mercantil o empresario individual llevará obligatoriamente, un libro de Inventarios y Cuentas anuales y un libro Diario.
La necesidad del proceso de normalización contable parece evidente. La información contable es un bien público. Los agentes económicos y sociales que se relacionan con una empresa necesitan conocer periódicamente su información contable para analizar su gestión. La existencia de unas normas comunes para todas las empresas se efectúa principalmente en defensa de los usuarios externos. El proceso de normalización contable en España se inició en 1973 con el Plan General de Contabilidad (PGC) que, a su vez, experimentó una reforma en 1990. El Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) es el organismo encargado de desarrollar las normas de contabilidad.
Recientemente, durante el año 2007, se ha producido otra reforma legislativa muy importante que ha tenido como objetivo armonizar las normas contables españolas con las normas europeas que contienen las Normas Internacionales de Información Financiera adoptadas en Europa, y que ha dado lugar a la aparición de un nuevo Plan General de Contabilidad.
Junto con el PGC se ha aprobado un Plan General de Contabilidad de pequeñas y medianas empresas (PGC de PYMES), cuya aplicación es opcional para las empresas que cumplan una serie de requisitos. El PGC de PYMES incorpora una simplificación del modelo contable para adaptarlo a las operaciones que habitualmente realizan estas empresas.
Plan General de Contabilidad | Obligatorio para todas las empresas, cualquiera que sea su forma jurídica, sin perjuicio de aquellas que puedan aplicar el PGC de PYMES. |
Plan General de Contabilidad de pymes | Se pueden acoger voluntariamente aquellas empresas que, durante dos ejercicios consecutivos, reúnan dos de los siguientes requisitos: el total del activo no supere 2.850.000 €; el importe neto de la cifra de negocios no supere 5.700.000 €; el número medio de trabajadores no supere 50. |
Criterios específicos para microempresas | Podrán ser aplicados por las empresas que, habiendo optado por seguir el PGC de PYMES, durante dos ejercicios consecutivos reúnan dos de los siguientes requisitos: el total del activo no supere un millón de euros; el importe neto de la cifra de negocios no supere 2.000.000 €; el número medio de trabajadores no sea superior a 10. |
Las cuentas anuales comprenden el balance, la cuenta de pérdidas y ganancias, el estado de cambios en el patrimonio neto, el estado de flujos de efectivo y la memoria. Estos documentos forman una unidad y tienen la finalidad de mostrar la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la empresa, de conformidad con las disposiciones legales.
El balance presenta la síntesis de las cuentas patrimoniales de una empresa en un momento determinado reflejando así una situación estática de la empresa.
La visión que ofrece del patrimonio es doble: desde el punto de vista del activo, o estructura económica, informa de los bienes y derechos de la empresa; desde el punto de vista de la estructura financiera, informa de las distintas fuentes de financiación, recursos propios y ajenos.
La ordenación en el balance de los distintos elementos patrimoniales se realiza de menor a mayor convertibilidad en liquidez para los elementos del activo, y de menor a mayor exigibilidad para los elementos del pasivo.
En la adscripción de los elementos patrimoniales, hay que considerar el criterio de temporalidad de los elementos en cuanto a su liquidez, en el caso de los activos, o en cuanto a su exigibilidad, en el caso de los pasivos. El PGC utiliza como fronteras delimitadora del corto y largo plazo el periodo de un año a contar a partir de la fecha del cierre del ejercicio.
El balance, según el modelo del PGC de PYMES, se diferencia fundamentalmente del modelo normal del PGC, en que el caudal informativo es menor.
La cuenta de pérdidas y ganancias es el estado contable que informa sobre la información del resultado del ejercicio, por diferencia entre los ingresos y los gastos, lo que permite evaluar la eficiencia de la empresa.
En el PGC se establecen una serie de resultados parciales en función de su origen, lo que permite analizar de forma más detallada la gestión económica de la empresa.
La cuenta de pérdidas y ganancias se divide en varios apartados según el tipo de ingresos y gastos recogidos, dando lugar a distintos tipos de resultados:
El estado de cambios en el patrimonio neto es un nuevo estado contable, de obligado cumplimiento, que pone de manifiesto la importancia de que el usuario disponga de una buena información financiera respecto del patrimonio de la empresa.
Su misión es informar acerca de la garantía patrimonial que la sociedad ofrece a los inversores y acreedores de la entidad, así como informar, de forma ordenada y completa, de las variaciones que han surgido de un año a otro en el patrimonio neto.
Consta de dos partes:
Es un estado que informa de los cobros y pagos realizados durante el ejercicio, que permiten conocer la capacidad de la empresa para generar liquidez.
El estado de flujos de efectivo suministra información acerca de los movimientos históricos en el efectivo (tesorería) y los equivalentes al efectivo mediante la presentación de un estado de flujos de efectivo, clasificados según que procedan de actividades de explotación, de inversión o de financiación. En el caso de que la empresa siga el PGC de PYMES, no es obligatorio incluirlo en las cuentas anuales.
La memoria completa, amplía y comenta la información contenida en los otros documentos que integran las cuentas anuales. Se formulará teniendo en cuenta que el modelo de la memoria recoge la información mínima que se ha de cumplimentar. El contenido informativo de la memoria de las cuentas anuales abreviadas y de pymes es más reducido.
La memoria ha de contener entre otros los siguientes aspectos: actividad de la empresa; aplicación de resultados; normas de registro y valoración; instrumentos financieros; existencias; situación fiscal; información sobre medio ambiente; hechos posteriores al cierre…