Portada » Historia » Construcción y Evolución del Estado Liberal en España (1833-1903)
El reinado de Isabel II (1833-1868) supuso la consolidación de un sistema liberal en España. Sin embargo, el inicio del reinado provocó el estallido de la I Guerra Carlista (1833-1839). Los partidarios del Antiguo Régimen, basándose en la Ley Sálica, iniciaron una guerra civil contra Isabel II y su regente, María Cristina.
Los liberales, también conocidos como isabelinos, buscaban cambios políticos (Constitución), económicos (capitalismo) y sociales (desaparición de los estamentos). Este grupo estaba formado por la burguesía urbana, funcionarios y parte del ejército. Entre sus figuras militares más destacadas se encontraban Espartero, Narváez y O’Donnell.
Durante la I Guerra Carlista, el general carlista Zumalacárregui intentó tomar Bilbao, pero fue derrotado. La guerra terminó con el Abrazo de Vergara (1839), que tuvo como consecuencias pérdidas humanas y económicas que agravaron la situación del país. No obstante, supuso una victoria política para los liberales, que entraron en el gobierno.
La degradación política en 1868 dio paso a la Revolución Gloriosa, en la que los demócratas tuvieron un papel destacado. Esta revolución supuso un cambio de régimen, con la burguesía española exigiendo libertad. El golpe se produjo en septiembre de 1868, con el levantamiento de Topete, Prim y Serrano. Isabel II se exilió.
Se formó un gobierno provisional presidido por Serrano, que aprobó propuestas de las Juntas Revolucionarias, como el sufragio universal masculino, la libertad de prensa, las Cortes bicamerales electas y una amplia declaración de derechos. Se buscó un rey católico y liberal, y las Cortes eligieron a Amadeo de Saboya, bajo la presión del general Prim, quien fue asesinado poco después.
Amadeo I no fue aceptado por la mayoría de la sociedad española. Los continuos problemas (III Guerra Carlista, sublevación de republicanos federalistas) y la división entre los partidos que habían impulsado la Revolución provocaron su abdicación en febrero de 1873.
La I República (1873-1874) se proclamó tras la salida de Amadeo I. Fue un periodo de gran inestabilidad política, con cuatro presidentes en once meses. El caos político se debió a:
La I República terminó cuando el general Pavía disolvió las Cortes por la fuerza en 1874. Se estableció un gobierno dictatorial dirigido por Serrano, que dio paso a la Restauración borbónica con Alfonso XII, hijo de Isabel II.