Portada » Historia » Consecuencias que ocasionaron a América la Invasión Napoleónica a España en 1808
La invasión napoleónica tuvo consecuencias políticas muy importantes. Los españoles se dividieron: los afrancesados, unos partidarios de las reformas napoleónicas que traía José I (Constitución de Bayona) y otros que pensaban que se iba a perder la guerra; y otros que pensaban que la administración debía estar en manos españolas. Todos fueron considerados traidores y tuvieron que exiliarse después de la guerra.
La mayoría de los españoles luchó con sentimiento nacionalista contra los franceses y en defensa de Fernando VII. Estos patriotas también se dividieron: la mayoría querían conservar el Antiguo Régimen (absolutistas) y una minoría de liberales que pretendía realizar reformas para conseguir una Monarquía Parlamentaria.
Evolución de la política:
Fernando VII había dejado una Junta de Gobierno y un ejército que mostró su incompetencia ante los franceses, lo que provocó la creación de Juntas Provinciales de Defensa en las 13 ciudades que no estaban ocupadas, para sustituir a las de Gobierno.
En Septiembre de 1808 en Aranjuez las Juntas se unificaron en una: la Junta Central Suprema Gobernativa, dirigida por Floridablanca y de carácter conservador. La Junta era necesaria para negociar con Inglaterra para que ayudase a España a expulsar a Napoleón.
En Enero de 1810 se disuelve la Junta Central y se nombra un Consejo de Regencia, compuesto por 5 hombres que se trasladan de Sevilla a Cádiz con la intención de convocar unas Cortes.
Convocatoria de Cortes:
Desde Mayo de 1808 ya se había tratado el tema de convocar Cortes para conseguir dinero y hombres. En 1809 se volvíó a plantear la cuestión, pero esta vez para legislar. En 1810 se lleva a cabo la convocatoria a los diputados de las ciudades y por problemas administrativos no se convocó a los estamentos privilegiados. En Septiembre de 1810 se reúnen las Cortes y el Consejo de Regencia se retira del Gobierno.
Composición de las Cortes:
Tenían que trasladarse a Cádiz los representantes de las 33 ciudades más importantes. La guerra impedía los desplazamientos y fueron elegidos suplentes entre los miembros de las Juntas Provinciales que se encontraban en la ciudad.
Los estamentos privilegiados no acudieron porque no fueron convocados como tales; y del pueblo llamo predominaron las clases medias urbanas y la conformación intelectual, que era una auténtica minoría.
La legislación gaditana:
Se divide en tres períodos:
1.Reformas políticas (1810 – 1812)
La Constitución de 1812 contempla la soberanía nacional, la separación de poderes, derechos y libertades como la libertad de prensa, el derecho de asociación…
-Sistema de representación:
Las Cortes, en una sola Cámara, tenían el poder legislativo.
-Sufragio: universal indirecto.
-Poder ejecutivo: el rey y un Gobierno formado por siete secretarios de despacho que respondían ante las Cortes. El rey no tenía responsabilidad.
-Poder judicial: el Estado mediantes los jueves tenía el monopolio para aplicar las leyes aunque había un fuero especial para eclesiásticos y militares.
-El rey: sancionaba las leyes y no podía disolver las Cortes.
-Organización territorial del Estado: centralizado. Se establecíó la provincia como unidad territorial.
-Fuerzas armadas: se introdujo la Milicia Nacional que ayudaba al ejército en las provincias.
-Relaciones Iglesia-Estado: confesional católico.
-Educación: se crearon las bases para una educación general (escuelas de primeras letras en los ayuntamientos).
2.Reformas sociales (1812 – 1813)
-Abolición de los señoríos jurisdiccionales (1811)
-Igualdad ante la ley en el pago de impuestos y en el servicio militar. Sin privilegios.
-Abolición de la Inquisición.
3.Reformas económicas (1813 – 1814)
Se van a hacer leyes liberales, una agrícola, otra ganadera y otra de industria y de comercio que supusieron la abolición de los gremios y de la Mesta.
Todas estas reformas se hicieron en nombre de los españoles, pero ellos no se enteraron ni participaron.
Desde Febrero de 1812 José I comienza a distanciarse de Napoleón porque entiende que es necesaria la paz. Napoleón necesita a las tropas en el frente de Rusia, e Inglaterra decide intervenir para derrotar a Napoleón en toda Europa. En Julio de 1812 el general Wellington con tropas inglesas, portuguesas, españolas y guerrilleras derrota a los franceses en la Batalla de Arapiles (Salamanca) y dirige su ofensiva hacia el sur. En Mayo de 1813 las tropas aliadas entran en Madrid y comienza la ofensiva definitiva hacia el norte. Los franceses serán derrotados en Vitoria y San Marcial. La derrota de Napoleón en Leipzig (Alemania) hizo que firmara con Fernando VII el Tratado de Valençay en Diciembre de 1813 mediante el cual le devolvía la corona de España.
Durante la ocupación francesa los españoles se dividieron en afrancesados y en los que creían que la administración debía estar en manos españolas. Todos ellos fueron considerados traidores y tuvieron que exiliarse después de la guerra.
Aunque la mayoría de los españoles luchó contra los franceses y en defensa de Fernando VII. Estos patriotas también se dividieron en absolutistas y liberales.
Además se crearon Juntas Provinciales de Defensa en las 13 ciudades que no estaban ocupadas por los franceses. En 1808, en Aranjuez las Juntas se unificaron en una: la Junta Central Suprema Gobernativa, que era conservadora, estaba dirigida por Floridablanca y que era necesaria para negociar con Inglaterra.
En 1810 la Junta Central es disuelta y se nombra un Consejo de Regencia que se traslada a Cádiz para convocar unas Cortes, cosa que se hizo convocando a los diputados de las ciudades pero no a los estamentos privilegiados por problemas administrativos. Sin embargo, por la guerra, los representantes de las ciudades no podían trasladarse hasta Cádiz por lo que fueron elegidos suplentes que estuvieran en la ciudad. A estas cortes también acudieron las clases medias urbanas y la parte intelectual del pueblo llano.
En Cádiz se impuso el liberalismo ya que era una ciudad defendida por la armada inglesa. Allí, en Cádiz, se firmó la Constitución de 1812 que contemplaba la soberanía nacional, la separación de poderes, derechos y libertades. Y no todos los españoles, en nombre de los cuales se llevaron a cabo estas reformas, se enteraron de lo que estaba ocurriendo.