Portada » Historia » Congreso de Tucumán y Declaración de la Independencia Argentina
En 1814, el rey Fernando VII de España había regresado al trono español. Ya no podían actuar en nombre del rey de España porque éste volvió a estar en el poder efectivo. El 15 de abril de 1815, una revolución terminó con el gobierno centralista del Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, general Carlos María de Alvear. Los revolucionarios exigieron la convocatoria de un Congreso General Constituyente.
El Congreso de Tucumán inició sus sesiones en la Casa de Tucumán ubicada en San Miguel de Tucumán, el 24 de marzo de 1816, con la presencia de 33 diputados. Según la decisión de los propios delegados, la presidencia del Congreso era rotativa y cambiaba cada mes. Fueron distintas las causales por las que diversas provincias que habían pertenecido al Virreinato del Río de la Plata no enviaron diputados. Varias provincias del Alto Perú, entre ellas Potosí, Cochabamba y La Paz, habían caído nuevamente en poder de los realistas.
El acta de la Independencia fue declarada por el Congreso de las Provincias Unidas en Sudamérica. Era universal, constante y decidido el clamor del territorio por su emancipación solemne del poder despótico de los reyes de España, los representantes sin embargo consagraron a tan arduo asunto toda la profundidad de sus talentos, la rectitud de sus intenciones e interés que demanda la sanción de la suerte suya, pueblos representados y posteridad.
El Día de la Independencia de la República Argentina se celebra cada 9 de julio. Pero Juan Manuel de Rosas, durante su segundo gobierno, y a punto de celebrar los 20 años de la Declaración de la Independencia, dispuso mediante un decreto promulgado el 11 de junio de 1835, que la celebración del 9 de julio debía hacerse con los mismos preceptos que el 25 de mayo.