Portada » Otras materias » Congestión Vehicular en Santiago: Causas y Tendencias del Parque Automotor
Para ninguno de los santiaguinos resulta sorpresivo encontrarse todas las mañanas, cuando nos dirigimos a nuestros lugares de estudio o trabajo, con una congestión vial muy significativa. Esta es causada por el aumento explosivo de vehículos motorizados que ha vivido la ciudad en los últimos años: camiones, taxis, buses del Transantiago y, el factor más problemático, los autos particulares.
Estos últimos han tenido un aumento significativo en la última década debido a múltiples factores que veremos más adelante. Lo preocupante es que la tendencia es al alza: todos los días se integran más autos al parque automotriz de Santiago, contribuyendo al colapso de las vías y a la contaminación de la ciudad.
La gente ha comenzado a ver al auto particular como una opción más fiable que el transporte público, usándolo incluso para recorrer distancias inferiores a los 8 km diarios, trayectos que podrían realizarse perfectamente en transporte público. Sin embargo, desde el punto de vista de la comodidad personal, el auto resulta una opción irresistible para el ciudadano que busca evitar las esperas y la incomodidad del transporte colectivo.
Sería incorrecto oponerse a vehículos que cumplen una función primordial para la ciudad, como los camiones abastecedores, los buses del Transantiago o los taxis, cuya circulación ayuda al traslado de pasajeros y a la descongestión del sistema de transporte público.
El problema radica en los autos particulares, mucho más numerosos que los anteriores y sin una función tan esencial. Hablamos de funciones primordiales cuando se trata de acciones que, de no realizarse, pondrían en jaque a la ciudad.
A comienzos de la década de los 90 y hasta la actualidad, Chile experimentó un profundo desarrollo económico y social. La pobreza disminuyó gradualmente y el ingreso per cápita aumentó.
Como consecuencia, el ciudadano común adquirió un mayor poder adquisitivo, pudiendo acceder a bienes y servicios que antes no podía, entre ellos, el automóvil, símbolo de estatus y de una mejor situación económica.
En este escenario, con más ciudadanos en una mejor situación económica que hace 20 años, es fácil concluir que el aumento explosivo de vehículos particulares se debe a esta mejora en la calidad de vida.
Entre 1990 y 2004, la población de Santiago creció alrededor de un 27%, mientras que el número de autos casi se duplicó. Existen en la capital:
Esta tendencia es nacional, ya que en el resto del país también se observa una diferencia notoria entre la cantidad de autos particulares y el resto de los vehículos.
El 60% de los viajes en auto son para distancias inferiores a los 12 km diarios. Esto significa que se está utilizando este medio de transporte para trayectos cortos, que bien podrían realizarse en transporte público o en medios más ecológicos, como la bicicleta.
El auto especial para este tipo de viajes es el llamado City Car: un vehículo sin grandes lujos ni comodidades, económico y a un precio accesible, lo que lo hace muy tentador.
El City Car es el auto que vemos más regularmente en las calles, y su masificación responde a los factores ya explicados, así como a la inseguridad percibida en el sistema de transporte público.
Dentro de una mirada más optimista, se espera que el Transantiago siga mejorando, incluyendo la creación de vías exclusivas (corredores) que ayuden a disminuir los tiempos de viaje. También se espera que el Metro se siga expandiendo, ya que es un medio de transporte rápido y no contaminante.