Ya formidable y espantoso suena dentro de el corazón postrer día,
El tema de este soneto es la visión de la muerte como liberación. Si dicho momento es trágico, Quevedo desde sus creencias admite que la muerte es un elemento liberador de su alma. Por eso es un soneto metafísico. En este poema encontramos bastantes adjetivos.
El primercuarteto comienza con una presentación terrible de la muerte, a su vez emplea una regla mnemotécnica (para recordar). Pasando al segundo cuarteto, en los dos últimos versos explica que el desprecio que parece que nos hace la muerte, es un favor. En estos dos últimos versos juntos al primer terceto, Quevedo acepta de modo reflexivo la lógica de la muerte. En el verso número once (“espíritu en miserias anudado?”) nos encontramos una metáfora, en la cual la imagen es la miseria, y el termino real el cuerpo.
En el segundo terceto es desiderativo (expresa un deseo). En el último verso de este soneto (“mi vida acabe y mi vivir ordene”), encontramos un paralelismo (repetición de la misma estructura sintáctica). A su vez, encontramos una derivación en “vida” y “vivir”, “vida” es un sustantivo terrenal, y “vivir” es un infinitivo sustantivado, que representa la vida eterna y es más expresivo porque tiene la acción del verbo.
¡Ah de la vida!…¿Nadie me responde? ¡Aquí de los antaños que he vivido!
El tema de este soneto es la brevedad de la vida, que, para Quevedo, no es más que un constante caminar hasta la muerte. Quevedo se inspira en Séneca, filosofo romano que escribíó “De brevitate vitae” (autor latino), influye en Quevedo en esta obra y en poemas metafísicos.
En el primer verso (¡Ah de la vida!…¿Nadie me responde?”) encontramos una deslexicalización de una frase hecha que era “Ah de la casa/castillo/palacio”, para anunciar su llegada, para llamar, en el segundo sintagma (“¿Nadie me responde?”) no le responden porque no pueden. En el segundo verso, encontramos que “los antaños” es una metábasis (adverbio utilizado como sustantivo, cambio de categoría gramatical de una palabra). Encontramos la primera metáfora del soneto en “La Fortuna mis tiempos ha mordido”, fortuna es un personaje mitológico por esta razón aparece en mayúscula, es un nombre propio, y con la expresión mordido se refiere a que se ha desgastado, es decir, ha vivido mucho tiempo. En el último verso de este cuarteto, encontramos otra metáfora, en la que la locura es la inconsciencia. En el segundo cuarteto, en el verso “Falta la vida asiste lo vivido,” encontramos un paralelismo (derivación, juego de contrarios), falta la vida, pero le viene lo vivido.
Pasando a los tercetos, en el primero encontramos tres adverbios de tiempo (ayer, mañana, hoy) que son metábasis, encontramos otra metabasis en los verbos fue, será y es. También hay tres verbos de movimiento en los dos primeros versos (fue, llegando, yendo) representan rapidez, celeridad del paso del tiempo. El sintagma “se está yendo” es una perífrasis del gerundio. En el último verso de este y en el primero del segundo terceto, encontramos dos polisíndetos (repetición innecesaria de una conjugación para dar lentitud al texto), está bien empleado porque quiere sugerir la idea del cansancio. En el siguiente verso, “pañales y mortaja” son sendas metonimias de nacimiento y muerte. En el último enunciado encontramos que “presentes sucesiones” es un oxímorón (asociación de dos contrarios en un mismo sintagma), quiere decir que cada vez vamos muriendo.
Miré los muros de la patria mía, si un tiempo fuertes, ya desmoronados,
El tema de este soneto es la decadencia personal del poeta pan de su muerte próxima. Todo este poema es una gradiente de personalidad. Enmarca su propia decadencia personal en la decadencia de España, va de lo más general a lo más particular.
En el primer cuarteto de este soneto, los dos primeros versos son un símbolo fálico. En este expresa su patria caduca: Quevedo es de los únicos intelectuales del Siglo XVII consciente de la decadencia española. Denuncia al Conde Duque de Olivares, valido del Rey Felipe IV. Le lleva a la cárcel y se ve en sus propios ojos la necesidad de oponerse a su desfachatez como políticos. España cae por los gobiernos ineptos. En el segundo cuarteto aparece una metáfora en la que el término real es evaporar y la imagen beber en la oración “vi que el sol bebía los arroyos del hielo desatados”. Y este cuarteto expresa la rapidez del paso del tiempo: el sol brilla evaporando el río y después el ganado no lo disfruta porque el monte lo tapa.
En el último verso del primer terceto y en los dos últimos del segundo terceto indica su vejez. “Báculo” y “espalda” son símbolos fálicos (disfunción eréctil). Su vejez le mina.
Piedra soy en sufrir pena y cuidado y cera en el querer enternecido,
El tema de este soneto es el dolor por el desprecio. Todo el poema está estructurado como una metáfora impresionista cuyo término real es el poeta.
En el primer cuarteto, no da a entender que, aguanta desprecios amorosos, pero es tierno. En el tercer verso de este encontramos una paradoja (idea ilógica) y en el último explica que, aunque le duele insiste en su propio daño. En el segundo cuarteto, en el primer y segundo versos encontramos otras dos paradojas, es cobarde por no darse por vencido y es valiente por no vencerse a sí mismo. En estas dos estrofas analiza las sensaciones contradictorias que produce el amor.
El primer terceto lo comienza con una metáfora pura Petrarquista, la imagen es el fuego y el termino real el amor. Y en el último verso de este, menciona a una salamandra en aquellos tiempos se pensaba que estas resistían al fuego, en esta estrofa da a entender que aguanta los desprecios, pero cumple sus antojos (los de su amada). En el último terceto, ultimo verso encontramos dos metáforas, de la primera el termino real son las niñas (pupilas) y la imagen las ninfas, y en la segunda el termino real es las lágrimas y la imagen son los ríos.
SONETO: incorporación s. XVI (Garcilaso de la Vega)
Es hielo abrasador, es fuego helado, es herida que duele y no se siente,
El tema de este soneto es el amor, su visión como algo contradictorio, un cumulo de contradicciones. Todo el poema es una metáfora impresionista, cuyo término real aparece en el verso doce (Amor), todo lo anterior son imágenes.
El primer cuarteto comienza con un paralelismo (se repite la misma estructura), y dos oxímoros (asociación de contrarios en un mismo sintagma) en “hielo abrasador” y “fuego helado”. En el segundo verso encontramos una paradoja (idea ilógica) en “duele y no se siente”. En el tercer verso encontramos un juego de contrarios con “bien” y “mal”. Y en el cuarto otra paradoja y una derivación (dos palabras de la misma familia) en “breve descanso muy casado”. En el primer verso del segundo cuarteto encontramos otra paradoja y otra derivación “descuido que nos da cuidado”. Y en el octavo verso una derivación “amar solamente ser amado”.
En el primer terceto, primer verso encontramos un oxímorón “libertad encarcelada”. Y en el último verso de este hay una paradoja “enfermedad que crece si es curada”. Y en el segundo terceto menciona a Cupido con la palabra “Amor”. En este explica, que amistad podrá tener con nada el que en todo es contrario de sí mismo por eso lo refleja con oxímoros y paradojas.
Cerrar podrá mis ojos la postrera sombra que me llevare el blanco día,
El tema de este soneto es la pervivencia del amor después de la muerte. Ama con tanta intensidad a esa mujer, que hasta cuando muera sus cenizas seguirán enamoradas de ella.
En los dos primeros versos del primer cuarteto, encontramos dos metáforas en la primera la imagen es la sombra y el término real la muerte, y en la segunda la imagen es el día y el término real la vida. Con la expresión “cerrar podrá mis ojos la postrera” Es una forma de decir podre morirme. En los versos tres y cuatro encontramos un hipérbaton (desorden muy evidente de una oración) si bien esta oración es “y podrá desatar esta alma mía hora a su afán ansioso lisonjera” el orden correcto es “y hora lisonjera podrá desatar esta alma mía a su afán ansioso”, aquí nos da a entender que por fin podrá liberarse su alma. En el segundo cuarteto encontramos dos metáforas del amor, metáforas petrarquistas las imágenes son ardía y llama. En esta estrofa nos explica que él se morirá, su alma será liberada pero su memoria irá con él coma por qué no va a hacer caso a la ley del olvido. En el primer terceto encontramos tres enunciados sin predicado, matizados por tres subordinadas. Los sujetos de estos tres son “alma”, “venas” y “médulas”, podemos encontrar sus predicados en el segundo terceto, son los siguientes, “su cuerpo dejará”, “serán ceniza” y “polvo serán”. En la segunda parte de estas oraciones encontramos tres coordinadas adversativas (“no su cuidado”, “más tendrá sentido” y “más polvo enamorado”).